Entre los encuestados —elegidos entre los que conocen bien el proyecto- se muestran pesimistas ante el cierre del proyecto el 64% en Bulgaria y el 61% en Serbia.
Sin embargo, solo el 38% de los austriacos comparten esta opinión y la mitad de los encuestados en este país descarta que la medida influya en su economía.
El sondeo se realizó entre el 12 y el 30 de enero pasado a 3.000 personas. El margen de error no excede el 3,1%, el nivel de confianza se estima en el 95%.
La construcción del gasoducto comenzó en la costa rusa del mar Negro el 7 de diciembre de 2012. South Stream tenía una capacidad proyectada de 63.000 millones de metros cúbicos al año.
Sin embargo, a principios de diciembre de 2014, Rusia anunció su decisión de cerrar definitivamente el proyecto South Stream, que tenía que atravesar el fondo del mar Negro e ir desde Bulgaria hacia otros países balcánicos y Hungría, Austria e Italia.
Según Moscú, el proyecto fue cerrado principalmente porque la Unión Europea mostraba una postura poco constructiva.
Como alternativa, Rusia propuso construir un gasoducto a través de Turquía para suministrar gas al mercado del sur de Europa.