Al confesar que algunos le aconsejan reprobar en el Consejo de Seguridad de la ONU la actitud de Rusia hacia el presidente sirio, Bashar Asad, Amos recalcó que "precisamente las buenas relaciones entre Rusia y Siria jugaron un papel decisivo en la prestación de la ayuda humanitaria a millones de sirios afectados por la guerra".
También afirmo que a menudo sucede que precisamente los países distanciados en el aspecto político de la mayoría de los miembros de la ONU desarrollan esfuerzos muy importantes para que la ONU pueda cumplir su misión humanitaria.
El conflicto en Siria se cobró más de 200.000 vidas, las tropas gubernamentales hacen frente a diversos grupos armados ilegales en cuyas filas actúan mercenarios extranjeros.
Según datos de la ONU, más de 12 millones de habitantes de Siria necesitan apoyo humanitario, casi 4 millones se convirtieron e refugiados y más de 7 millones en desplazados internos.