"Hoy día tratamos con países que proclaman a sí mismos y sus valores como un bien absoluto, lo que legitima y justifica cualquier movimiento, partido o fuerza que están orientados a aquél", escribió Kosachov en su artículo publicado en el periódico Rossiyskaia Gazeta.
Semejante actitud, a su juicio, explica que los rebeldes de Siria o Libia sean presentados como "los buenos", y los de Abjasia, Transnistria y Donbás, "los malos".
Señaló que "la situación ucraniana representa en miniatura lo que está pasando a nivel global".
"En los siglos pasados, la enemistad entre países significaba un conflicto de partes iguales, y no guerras de los 'ángeles' contra los 'demonios'", indicó.
Según el senador ruso, "la lógica de mediación para la paz supone reconciliar los intereses en conflicto, encontrar una solución y llegar a una fórmula de compromiso que convenga a ambas partes", mientras que la división en 'ángeles' y 'demonios' requiere que triunfen las fuerzas del bien.
"Creo que precisamente eso obstaculiza hoy día el arreglo no solo del conflicto ucraniano, sino de muchos otros conflictos por todo el mundo", subrayó Kosachov.
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril del año pasado una operación militar contra los independentistas del este del país que se negaron a reconocer el golpe de Estado de febrero.
Según los últimos datos de la ONU, más de 5.300 civiles han perdido la vida en el conflicto.