El grupo chií libanés lanzó ayer un misil anti-tanque contra un blindado israelí y mató a dos soldados e hirió a siete en la zona de las Granjas de Shebaa, territorio en disputa entre el Líbano y Siria ocupado por Israel. El Ejército israelí respondió con varios bombardeos de artillería en los que mató a un soldado español de la FINUL.
Antes del ataque de Hizbulá, Israel había bombardeado algunos puntos –presuntamente posiciones del grupo chií– en Siria. El martes, Israel también atacó objetivos en Siria después de que cayeran dos proyectiles en la zona de los Altos del Golán ocupada por Israel.
Hizbulá ha señalado en su mensaje a Israel, a través de la FINUL, que el ataque de ayer contra el vehículo blindado fue “ojo por ojo”.
Se trató de una venganza por el bombardeo en el que Israel mató a seis militantes de Hizbulá –entre ellos, Yihad Mughniyeh, hijo del difunto líder militar del grupo Imad Mughniyeh– y seis militares iraníes el 18 de enero en Siria, cerca de la frontera con Israel.
En el mensaje, Hizbulá indica también que llevó a cabo el ataque desde territorio libanés, sin entrar en Israel, para “no dar legitimidad internacional” a los israelíes para un ataque a gran escala.