En junio pasado el ex primer ministro del país, Plamen Oreshanski, suspendió el proyecto para realizar consultas con la Comisión Europea.
Por su parte, Borísov mantuvo varias reuniones con los líderes europeos en el marco de la Cumbre de la UE, que concluye este viernes, donde recibió el "apoyo y la comprensión" de Bulgaria que no debe asumir la culpa y pagar multas por la suspensión del proyecto.
"Asimismo, Bulgaria puede cumplir sus obligaciones para el diseño de la parte marina del gasoducto y otorgar permisos para su construcción ", dijo Borísov.
Según Borísov, los líderes comunitarios exhortaron a Bulgaria a "cumplir sus obligaciones internacionales" para evitar los procesos judiciales y las medidas restrictivas.
Añadió que Bulgaria actualmente está esperando la reacción del consorcio ruso Gazprom y señaló que si el proyecto se interrumpe no será culpa de Bulgaria.
A inicios de diciembre el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró de visita en Ankara que Moscú no puede continuar con el proyecto South Stream en las condiciones actuales, en particular porque la UE tenía una postura poco constructiva.
El líder ruso precisó que sigue sin el permiso de Bulgaria para llevar a cabo la construcción en este país.
El jefe de Gazprom, Alexéi Miller, confirmó la suspensión del proyecto.