Los milicianos de la autoproclamada República Popular de Donetsk, en el este de Ucrania, siguen deteniendo a un grupo de observadores de la OSCE bajo sospecha de espionaje, declaró hoy a Nóvosti el copresidente del Frente Popular de Donbás, Vladímir Rógov.
A principios de esta semana, se perdió el contacto con un equipo de cuatro observadores de la OSCE, nacionales de Dinamarca, Estonia, Suiza y Turquía, mientras regresaban a Donetsk de Lugansk. El 29 de mayo, la OSCE confirmó el “secuestro” de sus representantes.
Viacheslav Ponomariov, “alcalde popular” de Slaviansk, ciudad en el norte de la provincia de Donetsk, declaró por su parte que fueron sus milicianos quienes detuvieron a los observadores y los trasladaron a la localidad de Makéevka, en las afueras de Donetsk. Añadió que llevaban encima “unos equipos que suscitaron sospechas”.
“Les estamos investigando. Mantenemos un contacto constante con la misión de la OSCE. Saben que sus chicos están bien”, dijo Rógov a esta agencia.
La OSCE autorizó en marzo pasado el envío a Ucrania de una misión especial de 100 a 500 observadores por un período de seis meses y con emplazamiento en diez ciudades, entre ellas Donetsk, Kiev, Lugansk, Odesa y Járkov.
Las actividades de la OSCE tienen como telón de fondo una operación especial que Kiev lanzó contra las milicias del este del país, en particular de las “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk que proclamaron su independencia de Ucrania el pasado 12 de mayo tras sendos referendos de autodeterminación.