El huracán Irma apareció en el océano Atlántico el 31 de agosto. En unos días alcanzó la categoría 5, la máxima magnitud en la escala de Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de hasta 300 km/h.
El huracán tocó el 6 de septiembre las islas del Caribe, empezando con Antigua y Barbuda. En esta última fue destruido el 90% de la infraestructura. La noche del 8 al 9 de septiembre, Irma azotó la costa norte de Cuba y tras afectar seriamente el país, tomó rumbo a Florida, EEUU.