El 25 de agosto de 2017, el huracán Harvey, de categoría 4 y considerado la tormenta tropical más húmeda de la historia del país, comenzó su paso destructivo por Texas (sur), que duró seis días y provocó al menos 90 muertes.
Fue seguido, dos semanas después, por María, el peor desastre natural en la historia de Puerto Rico.
En esas semanas, las imágenes de la destrucción recorrieron el país y el mundo: calles y autopistas convertidas en torrentosos ríos, edificios en ruinas, residentes rescatando a sus vecinos en botes particulares, ante el desborde de los equipos de ayuda oficial, y una isla entera, Puerto Rico, a oscuras.
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Para el meteorólogo Steve Bowen, "2017 será recordado como una de las temporadas de huracanes más costosas y devastadoras jamás experimentadas" en EEUU.
"Si 2017 nos enseñó algo, es que la pregunta nunca es si Estados Unidos sufrirá un huracán significativo, sino cuándo y dónde ocurrirá y cómo vamos a estar preparados", dijo Bowen, de la firma Aon Benfield, al diario USA Today.
Trump, en la mira
Katrina fue uno de los huracanes más mortíferos, con 1.833 muertes, daños de más de 100.000 millones de dólares y desplazamiento de un millón de personas en Luisiana (sur).
Las principales críticas a la asistencia brindada por Trump provienen de Puerto Rico, donde aún la vida no ha retornado a la normalidad, con 3,3 millones de personas sin electricidad y un alto riesgo a la salud por la contaminación del agua potable.
Trump había calificado su respuesta al huracán María en la isla como "10 sobre 10" el pasado 19 de octubre luego de una reunión con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, quien había pedido al presidente un trato "equitativo" para ese territorio que es un estado libre asociado a EEUU.
El análisis de los comunicados de la Casa Blanca muestra que Trump declaró la emergencia para Texas, Florida y Puerto Rico y ordenó ayuda federal con igual rapidez en las tres áreas, de acuerdo al diario The New York Times.
Sin embargo, tardó más en visitar Puerto Rico que las otras zonas de desastre.
Harvey, un aluvión de agua
Harvey causó inundaciones catastróficas y afectó las refinerías de la costa del Golfo de México, lo que elevó el precio del gas temporalmente, al tiempo que provocó una explosión en la planta química Arkema Inc.
Después de que tocó tierra el 25 de agosto cerca de Corpus Christi, al sur de Texas y sobre el Golfo de México, dejó a su paso 250.000 personas sin energía eléctrica.
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Un día después se movió al noroeste hacia Houston, la cuarta ciudad más importante del país, donde entre el 25 y el 30%o del condado de Harris quedó bajo el agua, y obligó a las autoridades a evacuar a decenas de miles de residentes.
El huracán dejó a su paso un total de al menos 90 muertos según los recuentos de los medios locales.
Aún decenas de familias viven en hoteles o viviendas de alquiler mientras esperan la reparación de sus hogares.
El doble golpe de Irma y María
Los huracanes Irma, que llegó a la isla de Barbuda el 6 de septiembre destruyendo el 90% de las edificaciones, y María, que golpeó Puerto Rico el 20 de septiembre, alcanzaron la categoría 5, la máxima de la escala de vientos Saffir-Simpson.
Las autoridades de Florida ordenaron la evacuación de 6,5 millones de personas, en tanto que se calcula que al menos 75 personas murieron.
Puerto Rico aún se recuperaba de Irma cuando fue arrasado por María, que destruyó la inestable infraestructura de la isla, lo cual provocó un corte de energía total, problemas para la provisión de agua potable y en los servicios de telecomunicaciones.
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Al menos 64 personas murieron en la isla, según recuentos oficiales, aunque medios hablan de un número 10 veces mayor.
Puerto Rico quedó en ruinas, lo que provocó una migración de cientos de miles de puertorriqueños a Florida.
Pérdidas millionarias
Los huracanes tuvieron un impacto económico de 206.000 millones de dólares, de acuerdo a las estimaciones de la compañía ENKI Operations, incluyendo 114.000 millones de Harvey, 60.000 millones de Irma y 32.000 millones de María.
El gobernador de Puerto Rico pidió 94.000 millones por María en noviembre, en tanto que el gobernador de Texas ha estimado daños por 180.000 millones.
El 8 de septiembre, Trump aprobó un proyecto de 15.250 millones en asistencia por la tormenta Harvey, para lo cual Incluyó un aumento en el techo de la deuda y una extensión del presupuesto hasta el 8 de diciembre (que luego volvió a ser extendido por el Congreso).
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En tanto que antes de las vacaciones de fin de año, el Congreso aprobó una ayuda de 81.000 millones para Texas, Florida, California (que sufrió graves incendios) y Puerto Rico, pero el Senado no considerará la ley hasta el año próximo.
Las áreas afectadas recibieron millonarias donaciones de organizaciones sociales, compañías y famosos, principalmente de Hollywood, como los actores Sandra Bullock y Leonardo Di Caprio, que aportaron un millón de dólares para Texas.
¿Efecto del cambio climático?
Los científicos han coincidido en que los efectos del cambio climático hicieron que esas tormentas fueran mucho más destructivas.
Mann mencionó el aumento del nivel del mar y de las temperaturas (de cerca de 1 grado centígrado en las aguas de la región), así como de la humedad en la atmósfera, y patrones meteorológicos regionales que posibilitan mayores precipitaciones y en consecuencia grandes inundaciones.
"Si bien no podemos decir que el cambio climático 'causó' el huracán Harvey (es una pregunta mal formulada), podemos decir que exacerba varias características de la tormenta de una manera que aumenta enormemente el riesgo de daños y pérdida de vidas", concluyó.