Grecia mantiene negociaciones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reestructurar una deuda de más de 240.000 millones de euros, que es el monto de los dos rescates que necesitó el país para evitar el impago técnico en 2010 y 2012.
Sin embargo, se dilata el logro de un acuerdo, lo que a la larga, según los expertos, llevaría a Grecia a una nueva suspensión de pagos.