La medida del Gobierno del presidente
Donald Trump forma parte de sus acciones para disuadir a extranjeros de formar parte del alumnado en los centros educativos de EEUU. Aunado a esto, el magnate amenazó con desviar recursos de la
Universidad de Harvard para escuelas de formación profesional de todo el país.
Expertos en temas internacionales advierten a Sputnik los costos políticos y económicos que podría generar una baja drástica o el cierre definitivo de las matrículas internacionales en los campus estadounidenses.
Además de la aportación económica, los estudiantes internacionales también contribuyeron a generar más de 378.000 empleos durante el mismo periodo de tiempo. Los cinco estados que registraron la mayor cantidad de actividad económica fueron California, Nueva York, Massachusetts, Texas e Illinois.
En entrevista con Sputnik, la doctora en relaciones internacionales, Ismene Ithaí Bras-Ruiz, indicó que, en caso de que se concrete y se mantenga esta nueva
política de la Administración Trump, en el mediano y largo plazo el país resentirá las consecuencias.
Esto, abundó, podría generar que EEUU pierda importancia a nivel mundial en cuanto a la construcción del conocimiento desde sus universidades que, históricamente, han sido reconocidas por su nivel educativo y multicultural.
Según datos del informe
Puertas Abiertas del Instituto de Educación Internacional, más de la mitad de los estudiantes internacionales en EEUU estudian alguna disciplina ligada a la ciencia, tecnología o matemáticas.
Con base en un
informe del
think tank Economic Innovation Group, apenas el 41% de los estudiantes que cursan una carrera o un posgrado en EEUU se quedan en dicho país; el resto regresa a su país de origen.
En entrevista con Sputnik, el maestro en Relaciones Internacionales por la UNAM, Irwing Rico, indicó que las medidas que la Administración Trump está tomando en cuanto
el tema educativo, podrían mermar
"la idea de un EEUU como centro neurálgico del conocimiento experto y de captación de talento". Universidades como Harvard, dijo, han sido dirigidas por élites conservadoras en torno a la construcción de la identidad nacional de EEUU, la defensa de sus valores y su modelo económico. Paradójicamente, apuntó, este nuevo frente entre Trump y las universidades deja al descubierto la polarización que hay incluso dentro de las mismas élites estadounidenses.
El experto destaca que acotar significativamente o cerrar las matrículas para estudiantes extranjeros podría generar que el modelo económico e ideológico estadounidense no se replique en otras partes del mundo, lo cual dañaría su hegemonía.
"Las universidades son un elemento fundamental de la reproducción de la hegemonía. Y esto [las medidas de Trump] nos revela que EEUU está atravesando una crisis (…), y no solamente en cómo los percibe el mundo, sino en cómo se autoperciben", explicó.
Con Irwing Rico coincidió Bras-Ruiz, quien señaló que, históricamente, las universidades han formado parte de una estrategia de soft power.