"La Cumbre [de la CELAC] llega en un momento crucial para México y la región por la postura y política, considerada por algunos como errática, de Donald Trump", señaló el experto en temas internacionales Carlos Manuel López Alvarado.
A pesar de que el mandatario estadounidense puso en pausa los aranceles que colocó la semana pasada a decenas de países, la región latinoamericana vive un momento de incertidumbre que, de acuerdo con los mismos presidentes de la zona, puede ser una oportunidad para solidificar la integración regional.
Una de esas voces fue la de la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum, quien durante su participación hizo votos por
profundizar la unión del bloque latinoamericano e, incluso, propuso a sus pares
realizar una cumbre para el bienestar económico de América Latina y el Caribe.Treinta de los 33 países miembro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) adoptaron la
Declaración de Tegucigalpa, que consta de ocho puntos y que será la hoja de ruta del grupo para afianzar la integración regional. El primero es el compromiso de las naciones para fortalecer la CELAC.
De acuerdo con López Alvarado, esta acción dependerá en gran medida de que el grupo tenga un liderazgo que genere puentes con los países miembros el grupo. Ese papel, dijo, lo puede desempeñar Sheinbaum.
En ello coincide Claudia Serrano, doctora en Relaciones Internacionales y docente de la UNAM, quien ponderó que México y Brasil, al ser las economías más grandes e industrializadas de la región, de la mano también de Colombia —que este año ocupará la presidencia pro tempore de la CELAC—, podrían llevar la batuta en la lucha por la integración regional.
De acuerdo con López Alvarado, hoy por hoy,
la mandataria mexicana tiene una aprobación histórica en su país —la cual oscila entre el 80 y el 85%— un factor que es también importante para ir allanando el camino como una figura de liderazgo regional.
"La coyuntura obliga a la presidenta [Sheinbaum] a justamente tener todavía una mayor presencia, una mayor participación para poder cumplimentar esto que se proyecta del Plan, México, que es permitir el avance y el progreso de México en el escenario internacional para no depender y estar sujetos a los intereses de Washington", detalló.
La especialista aseveró que la incertidumbre que se vive a nivel global ante las
políticas comerciales de Trump, mismas que, dijo,
tienden al proteccionismo, genera una urgencia de la región latinoamericana y caribeña por tender más puentes entre sí.
Tanto Serrano como López Alvarado coinciden en que el proyecto de unir a América Latina, en sentido contrario a la política económica neoliberal que ha impulsado EEUU durante décadas, busca, principalmente, poner en el centro a sus poblaciones para disminuir las desigualdades y la migración.
"Hay que comprender que la integración económica que se busca es una economía distinta, no es una economía basada en el extractivismo, tratados de libre comercio, la rentabilidad, la acumulación del capital y de la riqueza. No. Se busca una economía entre pares, horizontal, una economía que se va a estar fundamentando, sobre todo en la atención a las causas y en la atención a las necesidades, no la creación de nuevas", concluyó el experto.