Esta decisión coincide con la presentación de la Ley de Desvinculación Total de la Debacle de las Naciones Unidas de 2025 por parte de algunos senadores republicanos, una iniciativa legislativa que busca el retiro completo de Estados Unidos de las Naciones Unidas.
"Deberíamos dejar de pagar por ello. Mientras el presidente Trump revoluciona nuestra política exterior poniendo a EEUU en primer lugar, deberíamos retirarnos de esta organización fraudulenta y priorizar alianzas reales que mantengan a nuestro país seguro y próspero", dijo el senador republicano Mike Lee, uno de los proponentes de dicha Ley, ante la cadena Fox News.
El propio multimillonario
Elon Musk, aliado cercano de
Donald Trump y miembro de su gabinete, consideró a través de su cuenta de X que
"Estados Unidos proporciona demasiada financiación a la ONU y entidades asociadas". Musk emitió dicha opinión en apoyo al multimillonario estadounidense Bill Ackman, quien habría expresado que Washington debía no solo evaluar de manera “minuciosa” el apoyo financiero a la organización, sino incluso la propia sede que, "como Trump notará, ocupa un gran espacio frente al mar en la ciudad de Nueva York".
La decisión de Trump de iniciar un proceso de desvinculación de algunos organismos de las Naciones Unidas se fundamenta en dos pilares principales: económico y político, considera en entrevista el politólogo venezolano, Gabriel García.
Este enfoque incluye a la
USAID y la
NED, así como a las contribuciones obligatorias a la ONU, donde Estados Unidos aporta el 22% del presupuesto regular y alrededor del 27% para las operaciones de mantenimiento de la paz, señala el especialista.
En el ámbito político, García destaca el pragmatismo y la soberbia que caracterizan a Trump, quien ha rescatado el eslogan "Haz que América sea grande de nuevo" (Make America Great Again) de la era Reagan.
Líderes mundiales como
Nicolás Maduro,
Luiz Inácio Lula da Silva y
Gustavo Petro han abogado por una reforma en la ONU. García coincide con esta perspectiva, afirmando que "la creación de las Naciones Unidas era para mantener la paz mundial y la seguridad internacional, y
hoy día vemos abusos de naciones con mayor desarrollo atacando a países menos desarrollados por intereses económicos y políticos". Cita ejemplos como "la invasión del Estado de Israel al pueblo palestino" y señala que la ONU ha "perdido no solo autoridad como organización mediadora, sino la majestad de poder que emanaba de ella".
Para García, la organización que el mundo necesita hoy debe partir de "la visión de que el mundo se reconfigura con miras a ser multicéntrico y multipolar, que no hay cabida a un pensamiento único, sino diverso". Sugiere la posibilidad de una "confederación de organizaciones, un bloque continental de naciones", mencionando ejemplos como la Unión Africana, la Unión Europea y la CELAC en América Latina.
"Una organización que pudiera sustituir a la ONU, pero no de forma definitiva, sino como el paso previo para algo nuevo y más amplio, sería el Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL)", comenta el experto.
Además, destaca que "uno de sus principios es el no estar alineados con las grandes potencias que han condicionado el funcionamiento y decisiones de las Naciones Unidas todo este tiempo".