En entrevista con Fox News, la candidata presidencial demócrata insistió en que su posible presidencia "no sería una continuación" de la de su actual jefe, el demócrata Joe Biden, que renunció a la candidatura presidencial en julio pasado.
"Permítanme ser muy clara, mi presidencia no será una continuación de la presidencia de Joe Biden, y como cada nuevo presidente que llega al cargo, aportaré mis experiencias vitales, mis experiencias profesionales e ideas frescas y nuevas", dijo Harris.
La vicepresidenta contestó de esa forma a las preguntas hechas por el entrevistador Bret Baier el 16 de agosto sobre la gestión de la inmigración por parte de la Administración Biden y sobre si ella representaba un cambio genuino respecto al mandatario demócrata.
De esa forma, Harris intentó implementar un control de daños después de decir en una entrevista realizada la semana pasada que no había mucho que ella hubiera hecho diferente respecto a Biden.
Pese a dicho posicionamiento, Harris defendió al actual Gobierno por el aumento de la inmigración en los últimos años, diciendo que el expresidente Donald Trump había arruinado un proyecto de ley bipartidista en el Congreso que habría dado más recursos a los agentes fronterizos y cortado los cruces a EEUU desde México.
Sobre su adversario, el candidato Donald Trump, aseguró que es "incapaz" de ser presidente y citó las recientes amenazas del republicano de movilizar al Ejército contra el “enemigo desde dentro” como prueba de su escasa idoneidad para un segundo mandato.
Esas declaraciones reforzaron su nueva táctica de campaña de crear una nueva alarma sobre un segundo mandato de Trump al frente de la Casa Blanca.
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