Médicos por la Verdad es una red de alcance internacional creada por profesionales de la salud y dedicada a divulgar teorías de la conspiración relacionadas a la crisis sanitaria mundial. Consideran la pandemia una farsa orquestada por una cúpula de poder para el control de la población. Se creó en Alemania, pero ganó mayor difusión internacional cuando su réplica en España se viralizó tan rápido como el COVID-19 en toda Latinoamérica.
"Médicos por la Verdad está haciendo una suerte de activismo en contra de las medidas sanitarias y fundamentalmente negando la existencia de una pandemia. Entre sus consignas está hacer autopsias masivas a los fallecidos por COVID-19 bajo la sospecha de que han muerto por otras causas y que se han cargado ilícitamente en el listado para incrementar la cifra de muertos y dar forma a una pandemia que no es tal", dijo a Sputnik el analista político argentino Julio Burdman.
El capítulo argentino y grupos virtuales con nombres similares, además de otros como Epidemiólogos Argentinos Metadisciplinados, con menos alcance, tienen miles seguidores. Fueron los principales promotores de las marchas anticuarentena que se vivieron durante 2020, apoyadas por motivos políticos por la principal oposición al Gobierno nacional.
Pero su pico de exposición ocurrió durante la fecha patria del 25 de mayo de 2021, día en que, a pesar de las medidas de aislamiento, convocaron una movilización de 200 personas sin respeto de los protocolos en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe (centro). Hubo agresiones a la prensa y enfrentamientos con la Policía, por lo que el encuentro terminó con 30 personas demoradas. Tres de sus organizadores fueron procesados.
"No estoy convencido de que todos los que integran esta red están políticamente motivados, en el sentido de que estén enrolados en algún partido, pero una de las líderes, una médica que se llama Chinda Brandolino, es una mujer que podemos identificar como neonazi", detalló el politólogo y profesor universitario.
Brandolino, una de las detenidas el 25 de mayo, es conocida en las redes como La mujer de la ola celeste, en referencia al pañuelo de ese color que identifica a quienes comparten una postura contraria a la ley de interrupción voluntaria del embarazo. Es además simpatizante del Frente Patriótico, el partido de ultraderecha dirigido por el referente argentino del fascismo, Alejandro Biondini, y busca ser electa a algún cargo legislativo.
"Estamos reclutando a soldados digitales para que se sumen a nuestro ejército por la verdad y la vida", se lee en la presentación en las redes sociales de Médicos por la Verdad Argentina. En el acto en Rosario, destacaron algunos simpatizantes con expresiones violentas, vinculados a estos nexos nacionalistas, que ondulaban la bandera argentina y llamaban a todo aquel que estuviera con barbijo un traidor a la patria.
Su principal referente a nivel nacional, el oftalmólogo Mariano Arriaga, fue el primer detenido por la Policía en la ciudad santafecina. En el registro de su captura se lo ve hablando sin tapabocas, con calma, hasta el momento de ser reducido, lo que generó el repudio de los demás presentes. Llevaba en la cabeza una boina roja, tradicional símbolo de las facciones políticas conservadoras de principios del siglo XX.
'Conspiranoia covidiota'
En estos grupos se entremezclan intereses diversos y en sus redes de seguidores pueden caer desde militantes neofascistas o movimientos antisistema, tendientes a creer en teorías de conspiración paranoicas y motivados por su crítica a los partidos tradicionales, hasta creyentes de las terapias alternativas y otras pseudociencias, vinculadas a movimientos new age, de tipo espiritual.
En cualquier caso, se nutren del descrédito popular hacia las narrativas oficiales en épocas de polarización política, de la imagen negativa del lobby corporativo-político y su intrínseca defensa de intereses privados, o la desconfianza hacia industrias históricamente opacas como la farmacéutica, cuyas cláusulas por la realización de vacunas es tildada de falta de transparencia por un informe internacional.
Médicos por la Verdad niega todas las versiones oficiales sobre la pandemia, descree de los peligros del contagio, rechaza como contraproducentes las medidas sanitarias como el distanciamiento social y los barbijos, promocionan falsos remedios y tratamientos sin aprobación estandarizada y lanzan discursos críticos acerca de las vacunas, que han sido rebatidos por la ciencia. En resumen: covidiotas, según el neologismo ideado en 2020.
Además de esta desinformación de tipo sanitaria, desestimado en numerosas ocasiones por las organizaciones de médicos y de salud, publican periódicamente fake news derribados constantemente por los medios especializados en fact-checking, con contenido político, o más bien antipolítico.
En sus plataformas abundan los mensajes antisemitas y antisionistas, la propaganda anticomunista y sinofóbica, mitos sobre el nuevo orden mundial, el miedo a la tecnología 5G, y supuestas confabulaciones de la plutocracia internacional que apuntan al empresario húngaro George Soros, el norteamericano fundador de Microsoft Bill Gates, la dinastía Rockefeller y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sus sospechas pesan específicamente sobre la Fundación Bill y Melinda Gates, principal aportante privado de la OMS, el Foro Económico Mundial, la Universidad Johns Hopkins y representantes de grandes laboratorios por la organización en 2019 de Event 201, un muy promocionado simulacro de pandemia de coronavirus, que se basó en la experiencia de las más de 200 epidemias que la OMS detecta cada año.
"Según estas ideas, todos los países del mundo son enemigos de la población. Lo llamativo es que logran notoriedad pública a través de los medios de comunicación; Brandolino logra ser invitada con bastante frecuencia a programas de TV y en las redes sociales de personalidades famosas, que promocionan sus ideas. Sus marchas no son tan convocantes en asistencia, pero logran mucho impacto por lo estrafalario de sus consignas", concluyó Burdman.