La destitución de Martín Vizcarra como presidente de Perú, y la consecuente asunción de Manuel Merino —un legislador casi desconocido que llegó al Congreso con poco más de 5.000 votos— pone al país sudamericano en la puerta de una infinidad de interrogantes como qué estilo tendrá el nuevo Gobierno, qué será del futuro del presidente vacado y hasta cómo pueden expresarse en las elecciones de 2021 las protestas iniciadas en los últimos días.
En diálogo con Sputnik, el politólogo peruano Arturo Maldonado opinó que la destitución de Vizcarra por parte del Congreso respondió a "algo que se venía preparando" por parte de la oposición que domina el legislativo peruano.
Maldonado, docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, recordó que la administración de Vizcarra había solicitado al Tribunal Constitucional de Perú que aclarara los alcances del concepto de "incapacidad moral", previsto por la Carta Magna peruana como causal de destitución y esgrimido por la oposición para acusar al presidente.
El politólogo sostuvo que según la gestión Vizcarra, el término había sido colocado por los constituyentes previendo problemas "mentales o físicos" de los mandatarios y no debates sobre "lo que es moral y lo que no es moral" en relación a sus actuaciones políticas. Para Maldonado, sabiendo que el Tribunal Constitucional podría restringir el uso de este mecanismo en las próximas semanas, el Congreso aprovechó acusaciones de corrupción contra Vizcarra durante su gestión como gobernador de Moquegua (2011-2014) para propiciar su salida.
Las alianzas detrás del nuevo Gobierno
Concretada la salida de Vizcarra, el presidente Manuel Merino debe afrontar el desafío de conformar un nuevo gobierno que, según Maldonado, estará basado en "una coalición bastante diversa, muy frágil y circunstancial" debido a la fragmentación que existe en el Congreso que resultó de las elecciones extraordinarias de enero de 2020. "Uno puede pensar que incluso se podría quebrar en cualquier momento y el mismo Congreso vacar a Merino, increíblemente", imaginó.
Maldonado relativizó el poder de la figura de Merino, un legislador con poca trayectoria pero impulsado por su partido Acción Popular, una fuerza política "tradicional" en el país que, con tan solo un 10% de los votos, logró hacerse de una importante bancada de 25 congresistas tras los comicios de 2020. Para el analista, el partido "vio que sus posibilidades para las próximas elecciones eran escasas y optó por intentar tomar el poder en esta ocasión".
De hecho, permitir que estas universidades —que son "máquinas de hacer dinero", según el politólogo—puedan ser habilitadas nuevamente fueron una de las alternativas que dejó abiertas el nuevo presidente del Consejo de Ministros, Ántero Flores-Aráoz, en su primer discurso en el cargo.
Maldonado señaló que esa coalición que sustenta el nuevo Gobierno también está integrada por "una facción del Congreso muy antisistema asociada al personaje de Antauro Humala". Se refiere al partido Unión por el Perú (UPP), cuyo líder es Humala (hermano del expresidente peruano entre 2011 y 2016, Ollanta Humala) y que ya maneja como una posibilidad solicitar a Merino un indulto presidencial.
En síntesis, para Maldonado el nuevo oficialismo peruano "es una suma de intereses particulares que se han asociado en esta ocasión y han generado esta crisis".
¿Y el fujimorismo?
El legado del polémico expresidente peruano Alberto Fujimori no ha desaparecido en el sistema político peruano y en los últimos años encontró eco en el partido Fuerza Popular, liderado por su hija Keiko Fujimori, candidata a la Presidencia en 2016 y que en los últimos años se ha debatido entre la prisión y las excarcelaciones al ritmo de los vaivenes políticos del país.
Esa estrategia es la que explica que Fuerza Popular haya apoyado la vacancia, algo que según el politólogo "busca seducir a un votante autoritario que había sido fujimorista pero que había abandonado el barco".
La ideología del nuevo Gobierno
"De Merino sabemos muy poco", confesó Maldonado, en referencia al poco perfilamiento político con el que el hasta ahora presidente del Congreso llega al Ejecutivo. Sin embargo, apuntó que los peruanos sí conocen al ya confirmado presidente del Consejo de Ministro, Ántero Flores-Aráoz.
"Tiene un historial muy asociado al conservadurismo, a la negación de la expansión de derechos y a actitudes muy contrarias a las comunidades nativas que lindan con el racismo", señaló el analista.
Visto a través de ese cristal, el analista auguró que, si bien algunos matices dependerán de quiénes sean los integrantes del nuevo Gabinete, temas como "la violencia contra la mujer o los derechos de la comunidad LGTB no van a estar en la agenda ni por asomo". Asimismo, alertó que "pueden estar en riesgo las reformas educativa y universitaria, cosas con las que el Gobierno de Vizcarra se había comprometido".
El futuro de Vizcarra
El futuro de Vizcarra está dentro de la lista de grandes interrogantes para la que los peruanos no tienen respuestas. Por lo pronto, la Constitución no le permite ser candidato a la Presidencia en las elecciones de abril de 2021, por lo que tendría que aspirar recién a una posible candidatura en 2026, año para el que, según Maldonado, "falta una eternidad en tiempos peruanos".
Lo más inmediato, por supuesto, son los problemas judiciales que debe enfrentar. Las acusaciones que motivaron su vacancia, en relación a presuntos sobornos recibidos para favorecer a empresarios mientras era gobernador de Moquegua, están en manos de Fiscalía y pueden traerle consecuencias penales.
Maldonado enfatizó que durante su gestión Vizcarra tuvo la habilidad de "colocarse contra un Congreso que es de los menos confiables de América Latina porque supo que eso le iba a rendir en términos de opinión popular". En ese camino, el mandatario "ha chocado contra muchos intereses partidarios y particulares en el Congreso" que le valieron su vacancia.
Para el analista, es muy probable que Vizcarra acabe en prisión como consecuencia de la falta de apoyo político que tiene en el Congreso. Eso, sin embargo, podría serle útil para "victimizarlo y presentarlo como un político perseguido por fuerzas corruptas".
Verónika Mendoza y Julio Guzmán, los nombres a tener en cuenta
Las protestas sociales que se iniciaron a partir de la destitución de Vizcarra tienen, según Maldonado, a dos precandidatos presidenciales como potenciales referentes: Julio Guzmán, líder del Partido Morado, "desde una posición liberal de derecha" y Verónika Mendoza, del Movimiento Nuevo Perú, "desde una posición más de izquierda progresista".
Para el analista, la nueva protesta en las calles de Perú todavía no tiene una "agenda" clara, por lo que "es muy difícil pronosticar" cómo ese movimiento puede expresarse en las urnas en abril de 2021. De todos modos, remarcó que la forma en que se encauce la movilización puede "definir la suerte de esos candidatos" en los comicios.