En la línea de los anuncios hechos en los últimos días, el líder del principal partido de la oposición en España, Pablo Casado, ha subrayado su rechazo a prorrogar el estado de alarma. Durante una entrevista radiofónica concedida a Onda Cero, el líder del PP ha manifestado que, pese a que su partido aún no ha tomado una decisión "en firme" respecto al sentido de su voto de cara al Pleno del congreso del martes 5 de mayo, "el estado de alarma prorrogado no tiene ningún sentido".
En la línea de sus anteriores declaraciones, Pablo Casado ha vuelto a dirigir duras palabras contra el jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez: "Lo que escuchamos el sábado a Sánchez fue un chantaje, no al Partido Popular, sino a millones de españoles que no pueden trabajar. No puede decir el Gobierno que las ayudas a los parados están supeditadas a sus amenazas".
Casado afirma estar esperando a la constitución en el Congreso de los Diputados de la llamada Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción para plantear " las más de 2.000 iniciativas que ya hemos presentado en la Cámara Baja", ha dicho.
Rechazo a las medidas
La oposición del Partido Popular durante la gestión del Gobierno para hacer frente a la pandemia de COVID-19 se ha distinguido por su dureza, en ocasiones rivalizando con las críticas vertidas por el otro gran grupo opositor, Vox, con quien parece competir por un mismo espacio político, habida cuenta de las querellas contra el Gobierno suscritas. Ya el pasado 9 de abril, el PP votó contra la convalidación del decreto con medidas complementarias para paliar los efectos de la pandemia en el mercado laboral, tales como la prohibición del despido por causas relacionadas con la enfermedad COVID-19. Ese decreto también incluía la obligatoriedad de mantener abiertos centros sanitarios y de cuidados de mayores y dependientes. El PP y
Se da la circunstancia de que el propio Casado había exigido establecer moratorias en el pago de cotizaciones sociales a empresas y trabajadores autónomos. También, en la última semana de abril el PP se sumó a Vox y, con su abstención, evitó apoyar la convalidación del Decreto-Ley que incluía medidas urgentes para proteger y ofrecer asistencia a las víctimas de violencia de género durante el periodo de confinamiento, en el que muchas mujeres no han tenido más remedio que seguir conviviendo con sus maltratadores.