"No se va a romper España, no se va a romper la Constitución, aquí lo que se va a romper es el bloqueo al Gobierno progresista elegido democráticamente por los españoles", dijo Pedro Sánchez al arranque del debate, en respuesta a las críticas recibidas por los pactos alcanzados por su partido para garantizar la formación de Gobierno.
La cuestión de Cataluña
Durante el debate Sánchez reafirmó su apuesta por el diálogo cómo vía para resolver el conflicto político en Cataluña.
"Retomar la senda del diálogo, la negociación y el pacto es nuestro deber", dijo Sánchez al arranque del debate previo a la votación de su investidura.
En su discurso, Sánchez se mostró convencido de que su investidura ofrece una oportunidad para "devolver a la política lo que es un conflicto político, permitiendo dejar atrás una deriva judicial que tanto daño ha causado".
"La solución no vendrá de la imposición de una percepción sobre la otra, sino de un cambio de ambas percepciones", apuntó.
Para Sánchez resulta imprescindible que el diálogo entre el Estado y Cataluña se desarrolle "dentro de la ley", aunque admitió que "la ley por sí sola tampoco basta" y se mostró dispuesto a analizar cualquier propuesta para "dejar de acumular agravios", todo ello con el objetivo de intentar tener "un país unido en su diversidad".
El 'patriotismo social'
El líder del PSOE prometió que su gestión se guiará por criterios de 'patriotismo social' para asegurar un sistema redistributivo que ponga freno a la desigualdad y blinde derechos sociales.
En concreto, Sánchez prometió que la gestión del Gobierno que pretende formar junto a la formación izquierdista Unidas Podemos se guiará en todo momento "por valores progresistas".
En ese sentido, se comprometió a luchar contra la desigualdad mediante el desarrollo de una "fiscalidad progresiva" para aumentar la capacidad de recaudación del Estado entre las personas con renta más altas, al tiempo que se evitará "cualquier aumento de la presión fiscal sobre las clases medias".
El candidato a la presidencia del Gobierno aclaró que defenderá una "economía social de mercado" en la que se respetará la iniciativa privada, pero con salvaguardas para "garantizar servicios públicos de calidad".
A ese respecto, Sánchez fijó como metas alcanzar una inversión sanitaria del 7% del PIB para 2023 o una inversión del 5% en educación para el año 2025.
Sánchez también prometió la puesta en marcha de distintas medidas sociales entre las que destaca un plan para "acabar implementando un ingreso mínimo vital que rescate de la pobreza a los sectores más vulnerables".
Otro de los puntos centrales del programa expuesto por Sánchez es la puesta en marcha de políticas feministas para, entre otras cosas, acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres o luchar contra la violencia machista.
"Las políticas de este Gobierno irán dirigidas a alcanzar la igualdad plena entre hombres y mujeres", apuntó. En ese sentido, Sánchez propuso regular el Código Penal para que en el consentimiento sexual "sólo sí sea sí".
El candidato también prometió que España abordará una Transición Ecológica que le permitirá "estar en primera línea de lucha del cambio climático".
Recuperación de la memoria histórica en España
En materia de derechos civiles, Sánchez se comprometió a derogar la llamada Ley Mordaza de Rajoy, que estableció un marco legal revisando el ejercicio de la protesta y la libertad de expresión en clave restrictiva.
Se comprometió también a recuperar la memoria histórica de España si es investido como presidente y anunció fechas significativas para el recuerdo de las víctimas de la dictadura de Francisco Franco.
"Vamos a declarar el 31 de octubre como Día del recuerdo de todas las víctimas del franquismo. El 8 de mayo como el Día de reconocimiento de las víctimas del exilio", anunció el líder socialista durante la primera sesión del debate de investidura celebrada este 4 de enero.
El candidato socialista recordó en su discurso en la Cámara española que el pasado mes de octubre su Gobierno exhumó los restos del dictador Francisco Franco del mausoleo del Valle de los Caídos en Madrid, donde permanecía enterrado desde 1975 junto con los restos de miles de combatientes de la Guerra Civil española (1936-1939).
"Este hecho simbólico fortaleció a la democracia española", aseguró Sánchez, quien anunció además que su Gobierno trabajará para recuperar como patrimonio público el Pazo de Meirás, propiedad de la familia de Franco.
También impulsará la retirada de la simbología franquista de los lugares públicas y la anulación de condecoraciones "derivadas de acciones represivas ejercidas durante la dictadura", según detalló el candidato.
Pedro Sánchez anunció en el marco de estas medidas que habrá modificaciones de la ley que sirvan para recuperar los bienes inmatriculados de forma indebida por la Iglesia católica.
"Para este Gobierno, patriotismo significa amparar por igual a todos los españoles, también a las minorías. Patriotismo significa desplazar del espacio público los símbolos de otra época que evocan opresión contra algunos españoles", concluyó al respecto el líder socialista.
Las referencias de Sánchez a la exhumación de Franco y al rescate de la memoria histórica de la Guerra Civil fueron recibidas con fuertes aplausos por parte de los diputados del Congreso y se llevaron una de las reacciones más efusivas al discurso del líder socialista.
"Redefinición" de la UE
Sánchez prometió que bajo su mandato España tendrá una "voz firme" en el actual momento de reconfiguración de la Unión Europea.
"España seguirá teniendo una voz firme en la redefinición del proyecto de integración europea", dijo Sánchez.
Sánchez sólo se refirió a temas de política internacional para reafirmar su "compromiso" con el proyecto de integración europea, al que se refirió como "una comunidad de valores y derechos humanistas".
En opinión del candidato a la presidencia del Gobierno, la Unión Europea ofrece a España y al resto de Estados miembros una "plataforma única" para "influir en un mundo cada vez más globalizado".
El programa expuesto por Sánchez aboga por la búsqueda de impuestos más progresivos para financiar la puesta en marcha de programas de protección social, como la implementación de un ingreso mínimo vital.
Sánchez no sólo considera que su plan de Gobierno encaja en el proyecto europeo, sino que se mostró convencido de que el club comunitario debe seguir una senda similar para "relegitimarse".
"El proyecto europeo debe ensanchar sus bases de apoyo y relegitimarse como un instrumento útil para las personas", apuntó.
En ese sentido, Sánchez aseguró que, si finalmente se consuma su investidura, España defenderá medidas sociales como la creación de un salario mínimo europeo o la creación de un seguro de desempleo comunitario.
Todas estas medidas —y muchas otras expuestas por el candidato— ya fueron hechas públicas por Sánchez la semana pasada, cuando hizo público su programa para la investidura junto a Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos.
En principio, el candidato no cuenta con tantos apoyos, por lo que esa primera votación fracasará.
Tras esa primera votación, Sánchez dispondrá de una segunda oportunidad 48 horas más tarde, el martes 7, en una votación en la que puede ser investido por mayoría simple.
Hasta la fecha, el PSOE alcanzó acuerdos con otras fuerzas parlamentarias que le garantizan recibir 166 votos favorables y 20 abstenciones en esa segunda votación, lo que conforma una mayoría simple frente a los 164 votos contrarios que recibirá la candidatura, permitiendo a Sánchez la formación de Gobierno tras casi un año en funciones.