"Peligra la democracia en Ecuador; decretar un estado de excepción es una cosa muy grave, habla muy mal de la capacidad política y económica del Gobierno", dijo a Sputnik Long, quien encabezó el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017).
Este jueves, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció el estado de excepción ante la huelga en el transporte público que impide la libre movilidad de la población.
Moreno sostuvo en mensaje a los transportistas que protestan por la decisión de poner fin a los subsidios a los combustibles: "reiteramos nuestra apertura al diálogo, un mecanismo que hemos aplicado desde el primer día de nuestro Gobierno".
Los transportistas, por su parte, convocaron a un paro general contra las últimas medidas anunciadas por el Gobierno, especialmente por la eliminación de los subsidios al combustible.
Con el correr de la tarde se unieron otras organizaciones sociales a la protesta.
Por su parte, Long dijo a esta agencia que el paro se "le salió de las manos" al Gobierno, por lo que Moreno decidió decretar un estado de excepción, que es una "medida muy fuerte y dura".
Dijo que el estado de excepción a nivel nacional no se había decretado desde la época de Lucio Gutiérrez (2003-2005), quien tuvo que dejar el cargo después de imponer esa medida.
"Para decretar una medida de este estilo a nivel nacional, tiene que haber un estado de conmoción muy fuerte; vemos un Gobierno asustado, preocupado, que en 24 horas después de anunciar este paquetazo de medidas económicas, de repente se enfrenta a un pueblo que ha salido masivamente a la calle", agregó.
Long llamó a las medidas impulsadas por el Gobierno ecuatoriano como "paquetazo", ya que son medidas de "fuerte ajuste estructural, de tinte neoliberal", lo que significa quitar subsidios del estado y en este caso a los combustibles.
El alza de los combustibles afecta "mucho" al costo del transporte y de los alimentos, lo que termina incidiendo directamente en la economía familiar, aseveró el excanciller.
El Gobierno también impulsará reformas laborales que facilitarán contrataciones y el trabajo a distancia, entre otras cosas, pero los empleadores aumentarán su aporte en un 2% mensual para las jubilaciones, explicó el presidente.
En cuanto al empleo público, Moreno dijo que los nuevos contratos de empleo del sector público se negociarán con remuneraciones un 20% más bajas, que los trabajadores aportarán mensualmente un día de su salario y que se les recortarán las vacaciones a 15 días por año, desde los 30 que tenían hasta el momento.
"Hay otros elementos que son muy graves porque afectan a la economía en su dimensión macroeconómica, sobre todo en lo que tiene que ver quitar impuestos sobre la salida de divisas", dijo Long.
El impuesto sobre la salida de divisas es importante porque Ecuador es una economía dolarizada, lo que significa que el país no puede devaluar y no tiene una "soberanía monetaria" para paliar efectos comerciales.
El excanciller dijo que hacía años que no se producía un paro transportista generalizado en todo el país.
"Estamos hablando de bloqueos fuertes con maquinaria atravesándose, muchas gomas quemándose; es importante entender que Ecuador no había vivido esos bloqueos en muchísimos años, eso para los ecuatorianos es un fuerte recuerdo de lo que fue la década del noventa", agregó.
En los diez años anteriores al Gobierno de Correa, hubo siete presidentes entre 1996 y 2006 como consecuencia de la inestabilidad económica y política.
"Es decir, el Ecuador de los ajustes neoliberales se parece muchísimo a lo que estamos viviendo hoy en día; lo que estamos viendo es un Ecuador de los 90, de los grandes paros, del gran descontento popular y de la inestabilidad", agregó.
Ecuador afronta dificultades fiscales y de endeudamiento externo, por lo que buscó la ayuda del FMI firmando un préstamo por 4.200 millones de dólares este año, que incluye reformas y ajustes de gasto.