"Hay grandes similitudes en la forma de desestabilizar ambos países: se empieza por demonizar a los dirigentes en el poder y se sostiene a una oposición ligada más a los intereses occidentales que a los de su propio pueblo, todo bajo un pretexto de supuesta defensa de los derechos humanos", señala.
Tomando como base su estudio sobre lo sucedido en Libia, Mbeko observa una serie de paralelismos respecto a la situación en Venezuela: son "los mismos actores" y "el mismo discurso".
En primer lugar, el análisis de Mbeko sitúa como causa de las operaciones de cambio de régimen el hecho de que los Gobiernos de ambos países no querían "someterse a potencias", actuando como actores "independientes" en la política internacional.
La gran diferencia en ambos casos, subraya Mbeko, consiste en que en Libia fue posible una operación militar para hacer caer al gobierno mientras que "en Venezuela están los contrapesos de Rusia y China, que hasta el momento no fueron capaces de evitar la desestabilización, pero sí el estallido de una guerra".
No obstante, eso no evitó que EEUU y sus principales socios retiraran el reconocimiento al Gobierno de Nicolás Maduro para otorgárselo al líder opositor Juan Guaidó, que "no está legitimado para representar al país ante la comunidad internacional".
"¿Qué pensaría Macron si de repente los países africanos reconociéramos a los chalecos amarillos como representantes legítimos del país?", se pregunta Mbeko.
Pese a que en Venezuela por el momento no estalló un conflicto armado, Mbeko destaca que el "imperialismo occidental" sigue erosionando la situación gracias a la desestabilización de la economía del país, lo que genera "consecuencias catastróficas"
"Hoy hay más de tres millones de libios en el exilio y, en el interior no hay Estado", señala antes de subrayar que Venezuela, pese a no estar en guerra, corre el riesgo de caer en un escenario similar, contando ya con "más de un millón de exiliados y una economía al borde de la destrucción".
Africa no necesita un plan marshall
Precisamente, la desestabilización económica del continente africano es uno de los temas de estudio en los que se especializa Mbeko.
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, sólo en lo que va de año, más de 200 personas —la mayoría de origen africano— murieron en el Mediterráneo intentado llegar a las costas españolas.
Más desolador es el panorama dibujado por organismos independientes como la organización no gubernamental Caminando Fronteras, que cifra en 1.020 el número de fallecimientos de migrantes que se dirigían a España entre enero de 2018 y abril de 2019.
En múltiples ocasiones, desde Europa se señala como posible solución a los problemas de África la activación de un "Plan Marshall" para ayuda a estabilizar el continente.
Esta propuesta es defendida, entre otros, por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ve en la prestación de ayudas económicas a los estados africanos la vía para solucionar sus problemas.
En opinión de Mbeko, esta propuesta es "condescendiente" y, además, no aborda las causas de los problemas de África, en los que Europa tiene "una gran responsabilidad", sobre todo tras apoyar la intervención en Libia.
"África necesita que el resto de regiones respete su soberanía y que nadie venga a decirle qué hacer: Europa y el mundo occidental se equivocan si piensan que se pueden abordar las problemáticas africanas con soluciones no africanas", concluye.