El 4 de julio, Cabral, preso por corrupción, confesó que pagó dos millones de dólares en sobornos a miembros del COI para que la Olimpíada de 2016 se celebrase en Brasil.
Se señala que el jefe del comité ya se puso en contacto con todos los miembros del COI señalados por Cabral.
"El COI está plenamente comprometido con resolver cualquier problema incluidos los que surgieron antes de las reformas de la Agenda Olímpica 2020", agrega el documento.
La ciudad brasileña fue elegida sede de los Juegos Olímpicos de 2016 en 2009, cuando se impuso a Chicago, Tokio y Madrid; en la votación final, derrotó a la capital española por un amplio margen de 66 votos frente a 32.
Cabral explicó que, en agosto de 2009, el entonces presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Arthur Nuzman, le pidió un "encuentro urgente" en el que le habló por primera vez de la posibilidad de comprar votos.
El entonces presidente del COB habría respondido que serían miembros africanos del COI y representantes del atletismo.
Después de ese encuentro, el exgobernador movilizó a su empresario de confianza, Arthur Soares, que se encargaría de hacer el depósito del dinero en una cuenta de Papa Diack, hijo de Lamine Diack, expresidente de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, por su sigla en inglés).
Un mes después, en agosto, Nuzman avisó a Cabral de que podrían conseguirse más votos en favor de Río 2016, según le prometió Papa Diack.
Cabral, que gobernó Río de Janeiro entre 2007 y 2014, es la principal figura de la variante regional del esquema corrupto destapado con la Operación Lava Jato.
Está acusado de corrupción y otros delitos en 29 procesos y ya fue condenado en nueve de ellos, sumando, de momento, 198 años de prisión.