Según confesó la deportista, fue acosada por todo el mundo después de mantener relaciones sexuales en la Villa Olímpica con un compatriota suyo, el piragüista en eslalon Pedro Goncalves da Silva.
Oliveira, de 22 años, reveló que perdió "trabajo".
"Sufrí ataques por medios del mundo entero, que escribieron historias que no viví, y todo porque soy una mujer que tiene sexo".
La deportista subrayó que "en las Olimpiadas eso es normal". "Tenías que haber visto el número de condones que se repartieron en la Villa. En el comedor, en todas partes. ¿Para qué? ¿Para hacer globos y lanzarlos al aire?", se preguntó en tono de broma la deportista, quien subrayó que otros atletas usaron Tinder para ligar, pero "esos casos no se filtraron".
"La única verdad es que llevé a Pedro a mi habitación. No en la víspera de la competición ni cuando a él le tocaba competir. No pasó la noche conmigo. Tampoco expulsé a nadie de la habitación", reveló la brasileña.
Oliveira lamentó que, tras el escándalo en los JJOO de 2016, ha recibido grandes cantidades de fotos de desnudos y propuestas para hacer programas "sexuales, no de televisión", mientras que en el Instagram de Goncalves no había ofensas.
"Era todo en plan: 'Enhorabuena, eres un crack'", confesó Oliveira.
Actualmente, la deportista trabaja como modelo de joyas y trajes de baño y se prepara para los JJOO de Tokio 2020.
"Soy feliz. Sueño con una medalla olímpica. Me gustaría conseguir el oro, pero tengo los pies en el suelo. Tengo miedo, pero soy una luchadora", concluyó la deportista brasileña.