Japón había calificado de "sagrada" aquella llama prometiendo que estaría encendida durante la eternidad.
"Vi con mis propios ojos apagarse la llama el 21 de noviembre de 2013", informó a la agencia AFP un funcionario de la administración de la ciudad de Kagoshima, donde se guardaba la llama.
Explicó que la volvieron a encender sin anunciar lo sucedido por existir un amplio interés público hacia este símbolo olímpico.
"Recibíamos numerosas solicitudes de usar esta 'llama sagrada' en diferentes fiestas y ceremonias nupciales", dijo.
Según el responsable del recinto donde la reliquia permanece ahora, a su lado está una tablilla que informa sobre los recientes acontecimientos.