"Estamos entrampados porque los parches que han puesto en política económica no han alcanzado para cumplir sus objetivos, pero si los desarman el efecto sería peor", afirmó el profesor de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Desde el 24 de abril el peso argentino también se depreció un 5,7%, si bien durante esta última jornada la moneda local llegó a desvalorizarse ese mismo porcentaje, lo que despertó la inquietud en una sociedad acostumbrada a pensar en dólares y que tiene parte de su economía dependiente de la divisa extranjera.
"Lo que pasó ayer (miércoles) como hoy (jueves) fue un fortalecimiento de la tasa de referencia y del dólar a nivel internacional, y Argentina, que tuvo siete meses de corrida cambiaria en 2018 y quedó frágil de esa situación, sufre con mayor impacto esos efectos internacionales que en países vecinos se notan con una magnitud más pequeña", contextualizó Mora Alfonsín.
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En consecuencia, la fragilidad que exhibe Argentina lleva a los mercados a dolarizar sus activos.
"El riesgo país muestra una pérdida de confianza de activos argentinos en el extranjero, eso lleva a la dolarización de las carteras, y eso se ve también en el precio del tipo de cambio, razón de que hoy tengamos ese sobresalto", puntualizó.
Es la economía no las encuestas
"Es muy pronto para hablar de eso, faltan seis meses para las elecciones: el efecto sobre economía tiene que ver con la economía", manifestó el docente de la UBA.
Macri dijo esta semana en diálogo con una radio de Venado Tuerto (centro-este), que "ahora está todo cruzado por la elección, el mundo duda que por ahí los argentinos quieren volver atrás (al Gobierno de Cristina Fernández) y eso da mucho miedo al mundo, aumenta el riesgo país, toman posiciones defensivas, pero yo creo que están equivocados, que los argentinos no van a volver atrás".
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La política monetaria en base a agregados de la actual gestión no es efectiva para combatir la inflación, pero sería también contraproducente desarmarlos en la situación actual, consideró Mora Alfonsín.
El Banco Central, de hecho, llevó hasta el 71% la tasa de interés que ofrece por las Letras de Liquidez (Leliq) a los bancos a siete días de plazo.
Intereses empiezan a pesar desde 2020
Si todo esto conspira para una recuperación económica, el endeudamiento de 188.000 millones de dólares al que ha recurrido esta administración durante su mandato añade más inquietud al escenario actual.
"Los fuertes intereses empiezan a pesar a partir del año que viene, 2021, y sobre todo 2022 y 2023, que son años con fuertes vencimientos de deuda", agregó.
Mora Alfonsín lamentó como una oportunidad desperdiciada que el gran volumen de deuda que se tomó se haya destinado exclusivamente para cubrir gastos o salidas de capitales.
En este sentido, el Ejecutivo solo puede esperar dos factores, afirmó.
El primero, que mejoren las condiciones internacionales, cuestión sobre la que Argentina no tiene injerencia.
En segundo lugar, "las opciones que tiene el Gobierno son profundizar el efecto de los parches, aumentando la tasa y poniendo dólares en el mercado", acotó Mora Alfonsín.
"Lo cierto es que en la medida que Argentina no tenga rentabilidad y no tenga atracción para las inversiones reales, muy difícil podemos pensar en recuperación vigorosa", agregó el economista.
La crisis económica en esta nación, que se desencadenó en abril de 2018 y que depreció la moneda local 109% desde entonces, llevó al Gobierno a pactar un crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 56.300 millones de dólares.
Ese acuerdo con el FMI lo comprometió este año a lograr el equilibrio fiscal primario (que no cuenta los intereses de deuda) y que se pretende conseguir con un estricto programa de ajuste.
El país sudamericano celebra este año elecciones presidenciales en las que Macri aspira a ser reelegido.