"Los Mercados han dudado de nuestra convicción para seguir en este camino, pero con todo respeto a aquellos que piensan que cualquier pasado fue mejor, quiero decirle al mundo que hay una enorme mayoría de argentinos que no quiere volver atrás", dijo en diálogo con la emisora local de Rosario (centro), Radiofónica.
Poco tiempo después el riesgo que mide el banco financiero JP Morgan bajó a los 957 puntos y el peso argentino retrocedió al final un 2,2% con respecto a la divisa extranjera.
El máximo representante del poder ejecutivo sostuvo que su Gobierno continuará "haciendo lo que hay que hacer desde las bases con un presupuesto equilibrado y con un Banco Central independiente que ya no fabrica billetitos para estafar a todo el mundo y que se ocupa de cuidar que haya una política monetaria ordenada".
Según el mandatario, el mundo "nos abrió los brazos y nos recibió con mucho afecto y entusiasmo" y así se evitó el riesgo de que el país se transformara "en una segunda Venezuela".
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Pero la percepción de los mercados es diferente, consideró.
"Son tipos que están detrás de una computadora en un lugar lejano, que compran, venden y tienen que una visión de corto plazo, de oportunidad", explicó.
La crisis económica en Argentina, que se desencadenó en abril de 2018 y que depreció la moneda local 109% desde entonces, llevó al Gobierno a pactar un crédito con el FMI por 56.300 millones de dólares.
Ese acuerdo con el FMI lo comprometió este año a lograr el equilibrio fiscal primario (que no cuenta los intereses de deuda) y que se pretende conseguir con un estricto programa de ajuste.
El país sudamericano celebra este año elecciones presidenciales en las que Macri aspira a ser reelegido.