El 25 de enero se rompió una represa de residuos mineros de la empresa Vale S.A. en Brumadinho, en Minas Gerais, generando una avalancha de lodo tóxico que arrasó la zona. Murieron 186 personas y 122 están desaparecidas.
"El Ministerio de Trabajo dice que la gente [afectada] debería ser contratada, por lo menos por tres años, para darle una estabilidad" a las familias que fueron afectadas por los crímenes de Vale, explicó. No obstante, la empresa propuso contratarlos por un año y trasladarlos a otras plantas de la empresa.
Los operarios "están en una situación de fragilidad y tienen miedo de volver a trabajar en una mina y que haya un nuevo rompimiento", indicó Andrade Dias. Además, "no quieren salir ahora de Brumadinho, de donde viven, para irse a otra mina lejos, más apartada de su familia".
"El trabajo en las minas y en las represas es muy peligroso, los accidentes de trabajo son muy grandes, hay una situación [constante] de preocupación de los trabajadores", resumió.
La Agencia Nacional de Minería emprendió la tarea de verificar que otras represas, similares a la e Brumadinho, no corrieran el riesgo de un colapso. Desde entonces, la agencia prohibió el funcionamiento de algunas y les dio plazo hasta 2021 para retirarse.
Más: Gobierno de Brasil obliga a cerrar todos los diques mineros como el de Brumadinho
Andrade Dias aplaudió la iniciativa y las últimas aprobaciones de normas y leyes a nivel nacional y local, pero aseguró que "está la necesidad de avanzar en otros sentidos".
El lobby minero "tiene mucho poder, está enraizado en todo el Estado" brasileño, indicó. Para "romper" con la lógica y lograr que la situación cambie, es imprescindible "que haya una investigación profunda" de la Policía, los ministerios públicos y los órganos fiscalizadores, agregó.
"La Vale es una de las [empresas] más importantes, pero el conjunto de mineras actúan imponiendo un ritmo de producción, una forma de explotación que no es de interés del pueblo brasileño y que pone a la gente en riesgo. Si eso no cambia, ciertamente tendremos otros rompimientos de represas de minería", advirtió.
"Brasil, siendo uno de los países donde hay más presas de minería o generación de energía hidroeléctrica en el mundo, no tiene un marco legal para la gente que es afectada", resumió.
También: Brasil entró en un camino muy "trágico" y corre el riesgo de perder su democracia, dijo Dilma Rousseff
La tragedia de Brumadinho ocurrió apenas tres años después de la rotura de otro dique en Mariana (también en Minas Gerais y en parte propiedad de Vale), que mató a 19 personas.