"Escuchamos la sirena sobre las cinco de la mañana y enseguida vinieron a buscarnos los bomberos; hemos tenido que dejar todo en casa, ahora estamos aquí fuera esperando… el ambiente está muy tenso", relataba a Sputnik, José Maria Silva, uno de los vecinos afectados, en una carretera a unos cinco kilómetros del centro de la ciudad.
Muchos vecinos dejaron todas sus pertenencias en casa y salieron a la calle en pijama para subir en coche a las zonas más altas de Brumadinho.
Según comentó a la prensa el portavoz de los bomberos, Pedro Aihara, la previsión es de 24.000 personas evacuadas.
La Iglesia Matriz, en el centro de la ciudad, la comisaría de policía y el monte del Querosene son las zonas consideradas seguros, incluso en caso de que se rompiera el segundo dique.
Esta segunda represa contiene un millón de metros cúbicos de agua y según varias fuentes de los equipos de rescate consultadas por Sputnik el sábado, que trabajan en la zona su riesgo de ruptura es "inminente" porque presenta grietas y está desbordándose.
Además: Putin envía condolencias a Bolsonaro por el accidente de Brumadinho
La situación empeoró notablemente la tarde del sábado 26 debido a la fuerte lluvia que cayó durante tres horas, que además de poner al límite la capacidad de la represa en riesgo obligó a detener las labores de rescate durante un tiempo.
Según el último recuento oficial, proporcionado por los bomberos de Minas Gerais, hay 40 muertos, 256 desaparecidos y 192 personas rescatadas con vida.