El robo de combustible llegó a sumar 60.000 millones de pesos anuales (unos 3.000 millones de dólares).
En el arranque del plan, las autoridades intervinieron con unos 4.000 efectivos militares los centros de control y distribución de Pemex "y fue en la red de monitoreo en que se comprobó que se violaban las normas del sistema que regula la presión de los ductos, y no se procede a cerrar válvulas, se permite gran pérdida de combustible en un tramo de ductos", explicó el mandatario.
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La bancada oficialista en el Congreso aprobará una reforma para que el robo de hidrocarburos sea delito grave sin derecho a fianza "sin importar la cantidad robada y evite que salgan libres", adelantó López Obrador en compañía del secretario de la Defensa, general Luis Cresencio Sandoval, el procurador general Alejandro Gertz manero, y autoridades de Pemex.
Sobre el posible involucramiento de los anteriores directores de Pemex en esa trama, "lo que sí sé es que tenían conocimiento, lo sabían, pero no puedo sostener con pruebas de que participaban", respondió el jefe del Ejecutivo a una pregunta.
El presidente expuso además que este caso ilustra que "si se dan malos ejemplos arriba de las instituciones, como sucedía, se crea un ambiente de complicidades, de componendas, es la crisis que estamos enfrentando, la corrupción se da de arriba hacia abajo y se limpiará así, de arriba hacia abajo".
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Puso como ejemplo la detención de un transportista que entraba y salía de una de las seis refinerías del país, que participaba en el tráfico de venta ilegal de combustible, que a diario sumaba "unas 600 pipas de combustible" o camiones cisterna.
Tiempos de crisis
López Obrador dijo que el robo de hidrocarburos de Pemex, muestra que la corrupción se ha extendido, de tal manera que en las obras de construcción se utiliza abiertamente combustible robado.
"Son tiempos, desgraciadamente, de canallas, estamos enfrentando un crisis, este es un país en crisis, la estamos enfrentando, atendiendo las causas, procurando que haya trabajo, bienestar, paz y tranquilidad", puntualizó.
Ese esquema "es una especie de pantalla, porque la mayor parte [del robo] es un plan que se opera con la complicidad de autoridades, con una red de distribución", en la participaban autoridades "de abajo y de arriba", dijo el titular del Ejecutivo.
Comparativamente, el monto robado equivale "al presupuesto de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) cada año, significa el 60% del presupuesto a las pensiones de adultos mayores", explicó el mandatario.
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El general Sandoval, dijo a su turno que han sido marcadas como prioridad, la vigilancia y control de 58 instalaciones de Pemex, en una red de 15 sistemas de distribución.
Las cifras ofrecidas por Pemex en la conferencia indican que el promedio de robo fue, en 2016, de 26.000 barriles diarios; en 2017 subió a 43.000 barriles al día; y en 2108 a 58.200 barriles diarios.
Como resultados preliminares, después de la intervención, el 21 diciembre pasado el combustible perdido por Pemex bajó a 43.000 barriles, el 24 de diciembre a 27.000 barriles y el 25 de diciembre pasado a 19.000 barriles.