"Hay mucha cosa que continuará, Brasil no puede prescindir del conocimiento de los que pasaron por la presidencia, será útil a todos nosotros", dijo el presidente electo en una comparecencia tras reunirse con el actual jefe de Estado, Michel Temer.
Por su parte el presidente saliente de Brasil, Michel Temer, invitó al presidente electo Jair Bolsonaro a participar en la cumbre del G-20, que tendrá lugar los días 30 de noviembre y 1 de diciembre en Buenos Aires.
El presidente electo aseguró que pretende reunirse en más ocasiones con Temer para que los temas de interés para Brasil sigan fluyendo de manera normal.
Temer ya intentó aprobarla en su momento, pero la iniciativa generó un importante rechazo social y la falta de alianzas suficientes en la Cámara de Diputados.
El actual presidente prometió ofrecer a Bolsonaro una "colaboración verdadera" y le pidió que le haga una lista con los proyectos que sean de su interés y que actualmente se estén tramitando en ambas Cámaras para poder acelerarlos en la medida de lo posible.
"Haremos todos los esfuerzos para esa aprobación", aseguró el mandatario.
Temer dejará la presidencia el próximo 1 de enero, cuando le cederá la banda presidencial a Bolsonaro, quien gobernará por un periodo de cuatro años.
"No sé si Bolsonaro podrá", expresó el actual mandatario, quien manifestó su voluntad de colaborar al máximo en los dos meses de transición hasta que el líder de la ultraderecha tome posesión de su cargo, el próximo 1 de enero.
La política externa de Brasil promete dar un giro radical con la llegada al Gobierno de la extrema derecha.
Entre otras medidas, Bolsonaro ya ha prometido trasladar la embajada brasileña en Israel de Tel-Aviv a Jerusalén, lo que ya ha provocado malestar en el mundo árabe.
También ha señalado como prioritaria el vínculo con potencias como Estados Unidos y las relaciones bilaterales en general, en detrimento de espacios multilaterales como el Mercosur (Mercado Común del Sur) y el grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Los dos mandatarios se reunieron por primera vez en el Palacio del Planalto de Brasilia (sede del Gobierno) y manifestaron su voluntad de colaborar en el periodo de transición de cara a la asunción de Bolsonaro, el 1 de diciembre de 2019.
Reforma ministerial
"El ministerio de Trabajo será incorporado a algún ministerio", dijo el líder ultraderechista en declaraciones a los medios, según recoge el diario local O Globo.
El ministerio de Trabajo, presente en los Gobiernos brasileños desde hace 88 años, se encarga de elaborar las directrices para generar empleo, modernizar las relaciones laborales o controlar el cumplimiento de la ley en las empresas, entre otras labores.
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Durante la campaña electoral Bolsonaro prometió eliminar el máximo número posible de ministerios para reducir gastos (en la actualidad hay 23 ministerios, dos secretarías y cuatro órganos con rango equivalente al de un ministerio).
El líder ultraderechista también intentó unificar los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, pero dio marcha atrás después de recibir numerosas críticas, incluso de aliados del sector rural.
Bolsonaro también informó que el general Augusto Heleno, que había sido anunciado como próximo ministro de Defensa, finalmente será ministro del Gabinete de Seguridad Institucional.
Respecto a quién comandará el ministerio de Defensa Bolsonaro declaró que el ministro será un oficial-general de cuatro estrellas, el máximo de las distinciones en el Ejército, la Marina y la Aeronáutica.
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Bolsonaro se encuentra en Brasilia supervisando los trabajos de transición del Gobierno.