Que la futura persona en gobernar la Ciudad de México sería una mujer, se supo desde tiempo atrás, porque las candidatas que iban a la cabeza de las encuestas previas eran Claudia Sheinbaum, del Partido MORENA, contendiente por la coalición Juntos Haremos Historia y Alejandra Barrales, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) por la coalición México al Frente.
La obtención del gobierno de la Ciudad de México para la coalición de AMLO se conoció casi la misma noche de las elecciones, cuando Claudia Sheinbaum acompañó a López Obrador en el escenario que utilizó para dar su discurso ante una multitud en el Zócalo de la capital, frente al Palacio Nacional y la Catedral.
Sheinbaum es la primera mujer en ser electa pero no la primera en ocupar el cargo, ya que Rosario Robles asumió el gobierno del Distrito Federal en 1999, como suplente de Cuauhtémoc Cárdenas, el primer jefe de Gobierno, fundador del PRD.
Según los datos obtenidos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) correspondiente al Instituto Electoral de la Ciudad de México, encargado de las tres elecciones del proceso local (gobierno del estado, alcaldes de las delegaciones y el congreso local), Sheinbaum obtuvo 2,2 millones votos, que representan el 47% de los emitidos. Un millón por encima de la segunda contendiente, Alejandra Barrales, que obtuvo casi 1,5 millones de votos, el 31%.
En la función pública, fue alcaldesa de la Delegación Tlalpan, una de las 16 en que se divide la Ciudad de México, en el período entre 2015 y 2017. En estas últimas elecciones, los candidatos de la coalición de AMLO fueron electos en 11 de las 16.
Tras el sismo del 19 de septiembre pasado, el nombre de Scheinbaum cobró mayor resonancia porque en su delegación, Tlalpan, se derrumbó una escuela privada, el Colegio Enrique Rébsamen donde murieron 26 personas, en su mayoría niños. Los padres de los fallecidos responsabilizan políticamente a Scheinbaum por las irregularidades del edificio, que tenía construído un departamento encima de las aulas, facilitando el colapso de la estructura. Antes fue secretaria de Medio Ambiente del exDistrito Federal y a fines de la década de 1980 participó de la fundación del PRD, partido al que ahora arrebató el control político de la Ciudad capital.
Para la campaña de la coalición que la llevó al poder, Scheinbaum fue encargada de desarrollar el eje "política y gobierno" del Proyecto de Nación de "Juntos Haremos Historia" que fue coordinado por Alfonso Romo Garza, el futuro coordinador de la presidencia de López Obrador. La alcaldesa de París, Francia, Anne Hidalgo, fue una de las primeras figuras públicas en felicitar a Scheinbaum por su triunfo.
Un poco de historia
"El PRD lo pierde todo en estas elecciones, realmente es una derrota profunda. En 2011, cuando nació MORENA, dije que el PRD entraba en una línea de coma político y que iba a morir, porque no tenía forma de reproducirse sino como partido parasitario de otros partidos", sostuvo.
"Eso es lo que sucede. Pierde la ciudad, pierde presencia electoral, ese ingreso clientelar que le daban las delegaciones, el gobierno y no tiene nada más. Se vació de su alma política y ya no tiene con qué cubrirse", agregó.
A nivel nacional en esta elección federal a presidente, el PRD obtuvo 1,3 millones de votos dentro de la Coalición México al Frente con el PAN y Movimiento Ciudadano. Una cifra apenas superior al 1,1 millón de votos que obtuvo el Partido Encuentro Social, (PES) y la mitad de lo que cosechó el Partido del Trabajo (PT) con 2,5 millones de adhesiones.
"AMLO viene de una tradición abierta por Cuauhtémoc Cárdenas que fundó el PRD, que trata de fundir una perspectiva de izquierda con una visión ideal democrática, con una carga moralizadora y una connotación nacional popular. A veces, incluso, con cierto componente religioso detrás", explicó Modonesi.
La hipótesis de fondo de la corriente que dominó la cuestión política del PRD era que para llegar al gobierno solo había que escoger una línea ultra moderada, socialdemócrata. Una izquierda moderna que cuestiona los desbordes de López Obrador, quien ahora les gana en esa competencia de ocupación del poder.
"Ya están muertos, muertos y sepultados. Y aunque esa es una cuestión histórica que se podía vislumbrar años atrás, habría que darle digna sepultura al PRD, porque el del año 1988-1989 estaba mucho más a la izquierda de lo que MORENA está hoy", indicó el catedrático Modonesi.
"Siento que hay un viraje, un pasaje en la historia de la izquierda que es muy fuerte y que se está percibiendo poco. Un viraje que no es sólo mexicano y que es mundial, que es un proceso de 'desizquierdización' de la izquierda o de centro izquierda. Un proceso histórico que es muy alarmante", analizó.
Agregó que esa es la paradoja de la situación mexicana: "Gana la que ha sido históricamente la izquierda en el panorama, pero por un proceso de ‘desizquierdización' de la misma. Entonces, genera un vacío a la izquierda en el panorama actual, que hay que ver quién lo va a cubrir".