Es común ver en la puerta del complejo 'Uruguay Celeste', donde entrenan los jugadores de los equipos nacionales de ese país, a una multitud de aficionados que esperan para conocer a sus ídolos. Pero no es tan usual ver recomendaciones como las que espetó allí un niño a Suárez, una de las figuras más destacadas del fútbol mundial.
"¡No vayas a morder al Mundial!", le dice un niño al 'crack' uruguayo en un clip que se viralizó en las últimas horas en Twitter.
En los pocos segundos, se escucha como un adulto calla al audaz chico, que perdió todos sus filtros al ver al 'Pistolero' conduciendo su coche a la salida del complejo de la selección. Pero el mensaje del niño deja de manifiesto la magnitud de la esperanza que los uruguayos tienen depositada en el jugador, con un historial de mordidas en juegos internacionales.
Finalizado el encuentro, la FIFA revisó la escena y decidió sancionar a Suárez. Estuvo inhabilitado de toda actividad futbolística en clubes durante cuatro meses, se le prohibió la entrada a los partidos de aquel Mundial, y debió pagar una multa de 100.000 francos suizos (unos 101.000 dólares al cambio actual, pero alrededor de un 10% más en aquel entonces).
Asimismo, estuvo suspendido de jugar con la selección uruguaya durante nueve encuentros. Esta decisión no solo lo impidió de jugar el siguiente partido mundialista ante Colombia —en el que los cafeteros derrotaron a los uruguayos por dos goles a cero y los enviaron de regreso a casa— sino en los demás encuentros internacionales de los siguientes dos años.
El asunto llegó a las esferas más altas de la política uruguaya. El presidente de aquel momento, José Mujica, opinó en una entrevista con Diego Maradona en el programa 'De Zurda' de Telesur que la FIFA "se pasó de la raya".
"La sanción contra Luis Suárez es una agresión contra los pibes del pueblo uruguayo", opinó el exmandatario. Asimismo argumentó que la FIFA impuso su peso sobre el pequeño país sudamericano porque "les sal[ía] barat[o]" castigarlo por sacar a dos países como Inglaterra e Italia, resultados que implicaban menos dinero para la entidad internacional.
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Y en otra entrevista con el diario Folha de Sao Paulo consideró que una sanción de la magnitud que se le aplicó no era la más indicada.
"Viene de un lugar muy pobre. La rabia lo enfurece, y él no se domina. Era un caso para llevarlo a un hospital y tratarlo con psiquiatra. Es un problema que no se soluciona con sanciones", dijo.
El mismo Chiellini, jugador de la Juventus de Milán, opinó varias veces que la sanción —y en particular el destierro de los estadios— le pareció "exagerada", la última de ellas hace pocos meses en una entrevista con El Mundo. Consideró, además, "un placer" el resto de los encuentros que tuvieron en los campos, como rivales en torneos europeos.
"[Mi esposa] me preguntó qué había hecho y obviamente que desde el principio no quería aceptar la realidad, negando, llorando, todo. (…) Algunas sensaciones en el vestuario eran de felicidad pero también todos mirando los teléfonos por lo que había pasado. (…) La verdad que fue un momento muy doloroso para mí, para el grupo. Y obviamente que a uno le afecta, le duele que haya pasado todo eso", dijo.
No fue la única vez que el uruguayo —también conocido en su ciudad natal de Salto como 'Diente'— fue amonestado por morder en la cancha. En 2013, un año antes de la fatídica Copa, Suárez jugaba en el Manchester United. En un partido contra el Chelsea, mordió a Branislav Ivanovic, defensa de ese cuadro, lo que le valió una suspensión por 10 partidos.
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Pero tampoco fueron negativas todas las consecuencias del mordisco en el Mundial de 2014, según confesó al diario Marca Andoni Zubizarreta, exdirector deportivo del FC Barcelona. Al momento de elegir un fichaje, el uruguayo no era la primera opción, sino el argentino Sergio 'Kun' Agüero, pero este plan cayó.
"En esta situación, no había duda: Luis Suárez era nuestro único objetivo. Durante el proceso de negociación se produjo el incidente con Chiellini. El asunto produjo un movimiento de duda en muchos de los clubes que le pretendían. Se cuestionaba su carácter y no se sabía la gravedad de la sanción. Pensé que era el momento de acelerar los trámites del fichaje", dijo.
Además, consideró que "todo de él" le gustaba: "No era estático, sabía moverse por fuera y nos daba un perfil que no teníamos", aseguró.