“Me familiaricé con la lengua rusa cuando tenía apenas 10 años y comenzaba mis estudios secundarios en la Escuela Militar Camilo Cienfuegos de La Habana; lo que comenzó por una novedad se convirtió en una herramienta para conocer y amar al pueblo ruso, sus costumbres y su historia”, dijo a Sputnik el periodista cubano Mario Hubert Garrido.
Garrido comentó que durante sus estudios superiores en la Unión Soviética, le permitieron beber de la escuela filológica de Pushkin y del poeta ucraniano Tarás Shevchenko, entre otros.
“Puedo decir que el idioma ruso es mi segunda lengua materna pues construí una familia y mi hija mayor, Beatriz Garrido Shvedova, tiene nacionalidad ucraniana”, añadió.
Para Garrido, “la lengua rusa es melodiosa, tiene su propio ritmo y cadencia, tiene giros impresionantes en la música, y es antológica cuando uno la oye en los himnos, en particular La Internacional”.
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“Comencé a estudiar ruso durante la preparatoria (secundaria) para iniciar estudios superiores en 1985 y desde un principio percibí la idea de estudiar ruso como un privilegio. Primero, porque íbamos a ir a estudiar a la Unión Soviética una carrera universitaria, a convertirnos en profesionales y, en mi caso, en una especialidad que en Cuba no se estudia, que es la antropología”, comentó.
Buscarón añadió que los profesores rusos “desde el principio nos acercaron a la cultura de esa nación, a sus escritores, a la sociedad y sobre todo al cine, pues tuve la oportunidad de apreciar mucho cine soviético; además, las clases incluían canto, teatro, lo que provocó que desde sus inicios, nos inculcaran pasión por el idioma ruso”.
La periodista sostuvo que “es una dicha cuando logras soñar en otro idioma diferente al tuyo, y yo llegué a soñar en ruso; cerraba los ojos y pensaba en ruso, algo que todavía me sucede”.
Entre las décadas de 1960 y 1980, miles de cubanos realizaron estudios universitarios en la Unión Soviética, disuelta en 1991.