"Es mi segundo año de experiencia en este stand como voluntario y para mí es algo muy bueno, puedo contactar con los libros e incluso con escritores rusos, lo cual me recuerda los años en que viví allá cuando mis padres cumplían misión en ese país" dijo a Sputnik Alejandro Antonio Rodríguez, estudiante de quinto año de Turismo en la Universidad de La Habana.
"En mi caso tuve la oportunidad de estar allá durante casi ocho años, estudié, viví y pensé en ese idioma, que para mí es mi segunda lengua –expresó el joven con algo de añoranza-, y durante la FIL me paso el día hablando en ruso".
Amigo de juegos en la infancia moscovita junto a Rodríguez es el estudiante de cuarto año de la carrera de Turismo y residente en el municipio de Guanabacoa Manuel Sánchez, quien expresa con orgullo que de sus 22 años vivió 14 en Rusia, donde su padre cumplió varias misiones.
"Considero muy bueno lo que está ocurriendo con el incremento de los intercambios culturales y la presencia cada año de este stand, así como las semanas de cine ruso y otros intercambios humanitarios", comentó.
Lea más: Cuba e Instituto Pushkin crearán centro continental para certificación en idioma ruso
El estudiante de turismo subrayó que para quienes se preparan en esta especialidad también es importante el vínculo con Rusia, país al que se refirió como "un importante mercado emisor de manera sostenida" hacia la isla del Caribe.
Comentó que resultan muy enriquecedoras las conversaciones con los interlocutores rusos en el stand, y enfatizó en que resulta una gran oportunidad para los estudiantes de la licenciatura en esa lengua, quienes en la mayoría de los casos no conocen personalmente ese país.
Sin embargo, expresó una observación crítica a partir de lo vivido desde el inicio de la FIL.
"Creo que el stand de Rusia en esta feria debe incorporar más diccionarios y libros para el aprendizaje del idioma –comentó el estudiante-, pues este año entre los 218 volúmenes que llegaron casi todos son para la lectura y no para el aprendizaje como tal, y eso es lo que más piden muchas de las personas que llegan hasta aquí".
Sánchez cifra en decenas las personas que han llegado con esa solicitud, por lo cual le hacen muchas preguntas a él y su amigo, e incluso al conocer de sus experiencias en el estado eurasiático les piden que les enseñen algo del habla popular de los rusos.
Un paso importante
Un paso importante en el impulso al retorno de la lengua de León Tolstoi a Cuba fue la inauguración en mayo de 2017 de la Cátedra de Lengua Rusa del Instituto Pushkin en la Facultad de Lenguas Extranjeras de la Universidad de La Habana, con la presencia del ministro cubano de Educación Superior, José Ramón Saborido, y del embajador de Moscú en La Habana, Mijail Kaminyn.
"Podemos aportar la metodología más avanzada del Instituto Pushkin", expresó la doctora en Pedagogía.
La rectora describió que las dos aulas de la cátedra que quedaron abiertas con un moderno fondo bibliográfico, iconográfico y medios computarizados, son el producto de una larga etapa de colaboración, iniciada en 2016, fecha desde la que profesores del Pushkin imparten clases a los alumnos de ruso de la Universidad, además de actualizar a sus profesores.
Hasta 1991 trabajaron en la Isla pedagogos del Instituto Pushkin, quienes a través de la radio propiciaron que cientos de cubanos aprendieran la lengua del autor de Ruslán y Liudmila, pero esa colaboración quedó interrumpida con la disolución de la Unión Soviética.
Rusetskaya elogió el interés de La Habana en formar especialistas que dominen el idioma ruso, puedan enseñarlo y trabajar en el campo de la cooperación económica, y señaló que su instituto interpreta el compromiso de renovar la cooperación como una tarea gubernamental.
En relación con las perspectivas, Rusetskaya comentó que está en estudio un experimento consistente en la selección de dos escuelas del Ministerio de Educación en La Habana para introducir la enseñanza del ruso como una asignatura, algo adicional al acuerdo firmado.
"Queremos ir paso a paso con la aspiración de que en el futuro la lengua rusa se convierta en una de las obligatorias en los currículos de enseñanza", expresó.
El Instituto Pushkin también aspira a crear en Cuba un centro regional para América Latina y el Caribe no solo de enseñanza sino de certificación del conocimiento del idioma mediante exámenes.
La rectora confesó que sueña con el retorno de aquella "época de oro en las relaciones ruso-cubanas", cuando junto con el inglés se estudiaba ruso desde el nivel de secundaria básica y también se impartía a través de la radio y la televisión.