Sivkov aseguró que los militares estadounidenses lanzaron entre 50 y 60 misiles desde un crucero y un destructor. Además, entre 52 y 62 de los cohetes se lanzaron desde las aeronaves.
El Ministerio de Defensa de Rusia comunicó que los sistemas de defensa aérea de Siria lograron derribar 71 misiles. Entre los proyectiles restantes había unos 10 o 15 que alcanzaron sus objetivos, según supone Sivkov, basándose en las destrucciones provocadas.
A pesar de que anteriormente los Tomahawk se mostraban bastante eficaces, los antiguos sistemas soviéticos S-200, S-125, Osa, Kvadrat, Buk y Strela lograron derribar la mayoría de los proyectiles, "sin que ninguno de los expertos hubiera esperado una maravilla parecida", afirma el analista militar.
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Sivkov explica cuáles fueron las principales causas de la escasa eficacia del ataque. Primero, los proyectiles se lanzaban durante un largo rato —la ofensiva duró alrededor de una hora y media—. Es decir, los cohetes aparecían al alcance de los sistemas de defensa aérea con intervalos que permitían derribarlos de una manera más fácil.
Sivkov concluyó que al ataque estuvo mal organizado y agregó que los militares sirios, por su parte, estaban bien entrenados gracias a la cooperación con el Ejército Ruso.
Entre los factores favorables también cabe destacar que un avión A-50U, conocido como 'radar volador', volaba por la zona y pudo detectar los proyectiles.
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Sivkov concluyó que la operación de EEUU no tuvo éxito, lo que perjudicó considerablemente la reputación bélica de Washington.