"La seguridad pública no es una cosa que se queda en el espacio territorial del estado (…) los señores tienen guardias municipales y creo que necesitamos darles, si me permiten la sugerencia, una función más efectiva, más participativa", expresó Temer en una reunión que también contó con la presencia de varios ministros, y que fue reseñada en un comunicado del Gobierno.
La seguridad pública está en el centro de la agenda del Gobierno brasileño desde mediados de febrero, cuando se decretó la intervención federal en el estado de Río de Janeiro (sureste).
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La intervención sustituyó a los responsables de la seguridad pública de Río por altos mandos de las Fuerzas Armadas, una medida inédita en democracia que se justificó por la ola de violencia descontrolada que vive esta región del país en los últimos meses.
La intervención militar en Río ha sido criticada por especialistas en la materia, que la consideran electoralista y poco efectiva, pero el alcalde de la ciudad homónima, Marcelo Crivella, agradeció el envío de los militares y manifestó que su idea de usar drones en las operaciones ayudará a disminuir los daños colaterales.
El Ministerio de Seguridad Pública, creado recientemente al hilo de la intervención militar en Río, tendrá un presupuesto de 100 millones de reales (30,8 millones de dólares), que se dedicarán sobre todo a tareas de prevención del crimen y en combatir la violencia contra las mujeres, ya que la fuerza policial en las calles está en manos de los estados.