Hay ruedas moviendo ruedas en este pueblo, y fuegos nutriendo fuegos
(Arthur Miller, 1915-2005)
Por supuesto, el "fin del EI" está lejos de ser cierto porque el mismo Washington, con la ayuda incondicional de su satélite Israel, está creando condiciones para el resurgimiento del terrorismo yihadista salafita a través de otras organizaciones. Sin embargo, la pérdida para EEUU de su posición de mando en Siria y el fortalecimiento del rol de Rusia en pacificar el país y no permitir su balcanización, es bastante visible para no reconocerla internacionalmente.
El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif aseguró que "Rusia con su perspectiva estratégica sobria y su creciente influencia en el oeste de Asia, puede jugar un papel clave en ayudar a un cambio en paradigma del Golfo Pérsico". Todos los participantes en el evento coincidieron en su conclusión de que el problema de Siria no se está solucionando hasta ahora debido a la injerencia norteamericana.
Además: Erdogan pide a EEUU "terminar con el teatro de Daesh en Siria y quitarse las máscaras"
Mientras tanto, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, advirtió a la Casa Blanca de "no jugar con fuego y calibrar sus pasos". Al ver la derrota casi total del Estado Islámico, Washington quiso usar a los kurdos sirios en su jugada geopolítica de turno.
Según sus estrategas, después del fracaso de sus planes A y B para dividir Siria en partes, el Pentágono en conjunto con Israel activaron su plan C para usar la tragedia del pueblo kurdo y crear un Estado de los kurdos sirios en la frontera con Turquía en Deir Ezzor, abarcando el valle del Éufrates y la región de Al Raqa. Las fuerzas principales kurdas se concentraron en Afrín, una zona rica en petróleo. Para asegurar el control de esta región, incluyendo Deir Ezzor, las fuerzas especiales norteamericanas empezaron a crear un ejército kurdo de unos 30,000 combatientes pertenecientes a las Unidades de Protección Popular (YPG), el Partido de la Unión Democrática (PUD) y el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
Aparentemente, todo estaba bien calculado, pero los estrategas del Pentágono cometieron un error al no tomar en cuenta los intereses nacionales y geopolíticos de Turquía, que no está dispuesta a tolerar la existencia de un Estado kurdo en su frontera. No hay que olvidar que Turquía tiene un serio problema con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán, que desde 1978 está luchando por la independencia de su pueblo.
Vídeo: 'Amazonas' kurdas destruyen un blindado turco ACV-15 en Siria
Sin duda alguna, Turquía tendría muchos problemas internos en el futuro no tan lejano, si tomamos en cuenta que para el año 2040, según los pronósticos oficiales, los kurdos étnicos menores de 30 años de edad constituirían más del 50 % de todos los habitantes de Turquía. Con un Estado independiente de kurdos sirios en su frontera, la lucha interna en Turquía se agudizaría aún más.
Opinión: Cómo EEUU podría lograr una "desvinculación" de Siria
El gobierno de Siria respondió al pedido de los kurdos y mandó sus tropas para "defender la unidad territorial de Siria […] y apoyar a la resistencia kurda contra la agresión turca".
Mas aquí: Las tropas sirias acuerdan con las FDS entrar en Manbij: ¿cederá EEUU?
Durante esta guerra civil en Siria, los kurdos locales estaban oscilando permanentemente entre el gobierno sirio, Rusia y Estados Unidos, aliándose finalmente con Washington. El pueblo de kurdos sirios anhela paz y está dispuesto quedarse como parte de Siria, pero las ambiciones de los líderes del YPG y del PKK respecto a la independencia podrían quedarse intactas, igual que tratarían de mantener sus armas y su control sobre el sistema judicial y finanzas regionales.
No sería fácil para Damasco lograr una convivencia armoniosa con los kurdos que constituyen el 20% de la población del país. Mucho dependerá de los líderes kurdos y la aceptación de Washington de su derrota en la creación de un Kurdistán como un Estado cliente y fuente de inestabilidad en la región.
Sea como sea, por el momento, Rusia quedó como vencedor con su plan de pacificación de Siria conservando la integridad de su territorio.
El periodista alemán Alfred Hackenberger escribió en Die Welt que "en el caso de formarse una alianza militar siria-kurda, el control militar de Rusia sobre el territorio de Siria se expandirá notablemente y Turquía tendría que parar su invasión de Afrín, porque la confrontación con los soldados sirios traería el peligro de un conflicto con Rusia".
Después de la derrota de Daesh en Siria, creado, apoyado, entrenado, armado y financiado por Norteamérica, Arabia Saudita, Qatar, Israel y Turquía, los kurdos, entrenados por EEUU, Israel y Alemania, fueron considerados como la última fuerza efectiva que quedaba a EEUU en la región.
Desde allí, las fuerzas de Fatah al Sham (Frente al Nusra), Ahrar al Sham y Failac al Rahman, están bombardeando Damasco y matando a la población civil a pesar del cese de fuego acordado por las Naciones Unidas. Sin embargo, cuando el Ejército Árabe Sirio responde con fuego tratando de preservar vidas civiles, los medios de comunicación globalizados, como Al Jazeera, denuncian las "fuerzas bárbaras de Asad que matan a inocentes civiles".
Lea más: Las tres piedras en el camino de la tregua en Siria
Actualmente los terroristas están preparando una nueva provocación usando armas químicas, sin embargo, los tristemente conocidos 'Cascos Blancos', al servicio de Washington, ya están denunciando cínicamente al Gobierno sirio de preparar un ataque químico contra el pacífico pueblo de Guta.
No cabe duda que después de difíciles negociaciones entre Turquía y Rusia, las fuerzas militares de Ankara saldrían de Siria y el presidente, Recep Tayyip Erdogán comenzaría de nuevo su juego, tanto con los rusos como los norteamericanos. Por algo su país es miembro de la OTAN, mientras que Rusia representa un excelente mercado para Turquía.
No se lo pierda: La crisis en Guta Oriental: "una situación horrible, provocada por la OTAN"
Habrá que esperar el siguiente paso de Washington. Hace 10 años el periodista y economista norteamericano David Goldman escribió un ensayo para Asia Times bajo el título 'Los americanos [estadounidenses] juegan al monopolio y los rusos al ajedrez'.
En su trabajo Goldman recalcó que "para la administración de EEUU, sus aliados en la región [Oriente Medio] son como los hoteles del tablero del juego de monopolio, que deben protegerse individualmente y de forma fragmentaria. No hay estrategia unificada que clasifica su relativa importancia o establece los criterios cuando pueden ser sacrificados en pos de un propósito a largo alcance".
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK