"Los ataques contra los suburbios de la capital, el distrito de Alepo y la operación en Afrín, que están siendo realizadas por grupos armados y las tropas turcas, tienen un objetivo común: distraer la atención del Ejército [gubernamental] sirio de la operación en Idlib", dijo el entrevistado.
Estos últimos, por su parte, vengan su derrota con asesinatos de civiles, explicó Alí.
El entrevistado apuntó que en los últimos días más de 1.500 de bombas cayeron sobre Damasco. Ninguna de ellas dañó instalaciones militares pero sí que se destruyeron edificaciones civiles.
Estos ataques se cobraron las vidas de personas inocentes, incluidos menores de edad, apuntó.
Alí confirmó que las 'fuerzas populares', aliadas del Ejército gubernamental sirio, fueron atacadas en su entrada a Afrín, sin embargo, aseguró que los efectos fueron insignificantes.
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"Lo afirmo con responsabilidad: nadie resultó herido", manifestó.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Hussein, reveló el 21 de febrero que tiene información de al menos 346 civiles muertos y 878 heridos como resultado de los bombardeos aéreos y artilleros que el Ejército gubernamental y sus aliados vienen realizando desde el 4 de febrero sobre Guta Oriental, un distrito de la capital bajo control de los rebeldes.
Por su parte, el Kremlin declaró que los responsables de la situación en Guta Oriental son aquellos que apoyan a los terroristas y ni Rusia ni Irán están entre esos países.
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