En un artículo publicado por el periódico francés Le Figaro, varios expertos galos analizaron el papel que desempeña Rusia en el mundo de hoy.
En febrero de 2014, Vladímir Putin visitó Sochi con motivo de la celebración de los JJOO de Invierno. Al mismo tiempo, la crisis ucraniana se convirtió en un conflicto armado. Cuatro años después, Sochi vuelve a estar en el centro de atención, ya que aquí se celebra el Congreso del Diálogo Nacional de Siria, que tiene por objeto resolver la crisis en el país árabe. Rusia apoya abiertamente al presidente actual de Siria, Bashar Asad. Según declaró al medio Arnaud Dubien, director del centro ruso-francés Observatoire e investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS), Rusia ya no teme mostrar sus ambiciones en Siria desde una posición de fuerza.
De acuerdo con Cyrille Bret, del Instituto de Estudios Políticos de París, "Rusia nunca estuvo sola, siempre buscó y encontró nuevas alianzas con China y los países de África".
No obstante, en 2018, las relaciones entre Moscú y Occidente siguen siendo bastante tensas, según Le Figaro. Así, pese a las declaraciones favorables a Rusia del presidente Donald Trump, el Congreso de EEUU votó en julio a favor de imponer nuevas sanciones contra Moscú, mientras que Bruselas optó por prorrogar las ya existentes.
Caricatura: El mundo ya tiene nuevo liderazgo… y no lo ostenta EEUU
En cuanto al líder francés Emmanuel Macron, quien ganó las presidenciales en mayo de 2017, incluso invitó a Putin a Versailles. Pero, ¿es el primer paso para la mejora de las relaciones diplomáticas entre Occidente y Rusia?
"Con mucho cuidado, pero con la llegada de Trump, Europa empieza a entender que está en un callejón sin salida", afirmó Igor Delanoё, del centro Observatoire. A su vez, Cyrille Bret agregó que Trump "ha puesto de manifiesto las contradicciones internas que existen entre los republicanos estadounidenses y los europeos".
Los expertos franceses indicaron que en los últimos años Rusia ha dedicado grandes esfuerzos a Oriente Medio.
A su vez, Delanoё indicó que en 2014, Rusia se vio obligada a girar hacia Oriente para compensar su aislamiento en Europa.
"Pero este giro no solo tiene que ver con China. Moscú también fortaleció sus vínculos con Japón, Corea del Norte y Myanmar y, al mismo tiempo, mantuvo buenas relaciones con la India y Vietnam", explicó.
Esto también es aplicable a otros países. Según Delanoё, Rusia "está dispuesta a dialogar con todos los países, incluso con los que no se comunican entre sí", como Israel e Irán, o el Kurdistán y Turquía. Esto se debe a que Rusia únicamente persigue sus propios intereses.
Debido a las sanciones occidentales y a la caída de los precios de los hidrocarburos, el PIB de Rusia en 2016 se colocó al mismo nivel que en 2009, recordó Le Figaro. Para hacer frente a la presión proveniente de Washington y Bruselas, Rusia inició una política de sustitución de importaciones.
De acuerdo con Delanoё, esta estrategia "no es suficiente para conseguir un crecimiento económico estable". Pero, en general, "logró avanzar mucho con pocos recursos", explicó, a su vez, Arnaud Dubien. En particular, Rusia "pone en duda el orden mundial euroatlántico".
"Rusia simplemente sigue la corriente del mundo, cada vez menos occidental", concluyó.