Pasadas más de siete décadas desde el día de la liberación del campo de exterminio más infame de la historia, es cada vez más importante reflexionar sobre los problemas de la Segunda Guerra Mundial: históricos, patrióticos, morales y hasta civilizatorios, profundizó Anna Razny, historiadora polaca de la Universidad Jaguelónica en Cracovia.
"La ideología nazi no solo contradijo toda la moral y los valores de la civilización cristiana, sino que también buscó exterminar físicamente a otros pueblos en favor del dominio mundial de una sola nación, en este caso la alemana", recordó.
"Cualquier guerra de dominio debe ser perdida, ya que la razón y el objetivo de la humanidad es la existencia, el desarrollo y el alcance de un bienestar universal. Eso solo es posible basándose en la paz", asegura Razny.
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Mientras la sociedad polaca tiene una postura controvertida acerca del papel del Ejército rojo de la URSS en la liberación de Polonia de los nazis, la profesora llama a enfocarse en el sentido universal del acto:
"La liberación de Auschwitz fue el símbolo de la victoria de la ideología de la paz sobre la ideología de la guerra. Fue un acto con un significado universal".
En cuanto al período de posguerra, la historiadora señala que casi el mundo entero ha sido remodelado tras la victoria sobre Adolf Hitler, y esto fue una nueva realidad histórica, así que la idea de algunos científicos polacos sobre 'la segunda ocupación inmediata' —la soviética— "contradice los hechos históricos".
Fotos: Horrores de Auschwitz
"Basarse en una historia falsa nunca sirvió para el bien de Polonia (…) Los sentimientos antirrusos de hoy, reflejados en la lucha contra los monumentos soviéticos, contradicen la moral cristiana, que llama a respetar a los fallecidos, sobre todo a los que fallecieron luchando contra el mal y la exterminación llevados a cabo por el nazismo", según Razny.
Este elemento "es ajeno a la cultura polaca" y no tiene nada que ver con una ideología de paz y coexistencia, y, por consecuencia, no está en los intereses nacionales de Polonia, concluyó la académica.