Detrás del futurista diálogo de Trump y Putin: prevenir la guerra de EEUU e Israel contra Irán
Detrás del futurista diálogo de Trump y Putin: prevenir la guerra de EEUU e Israel contra Irán
Sputnik Mundo
No se maneja en los multimedia, pero en los 'readouts' oficiales de la futurista, más que histórica, llamada entre los presidentes Putin y Trump se abordó... 20.03.2025, Sputnik Mundo
Más allá de la trascendencia del acercamiento entre los presidentes Trump y Putin, que según el rotativo británico Daily Mail negocian el Nuevo Orden Mundial, los multimedia se han clavado singularmente en el tema de Ucrania, que a mi juicio ya está resuelto con la conspicua derrota del ilegítimo "presidente" Zelenski, —cuyo mandato finalizó en mayo del año pasado— cuando gran parte del contenido del diálogo multidimensional futurista, más que histórico, de Rusia y EEUU versó eufemísticamente sobre el ominoso contencioso de Irán.En efecto, el fin de semana, arreció la desproporcionada cuan asimétrica contienda en el mar Rojo entre EEUU, Gran Bretaña e Israel y los yemenitas de Ansarolá, presuntamente apoyados logísticamente por Irán.El readout de EEUU sobre su preocupación del volcánico Oriente Medio expuso más caracteres que sobre Ucrania: "Los líderes hablaron en términos generales de Oriente Medio como una región de cooperación potencial para prevenir futuros conflictos. Además, hablaron de la necesidad de detener la proliferación de armas estratégicas y se comprometerán con otros para garantizar la aplicación más amplia posible. Ambos líderes compartieron la opinión de que Irán nunca debería estar en condiciones de destruir Israel".Aquí valen la pena dos acotaciones cartesianas: 1.- EEUU oculta la posesión clandestina de las bombas nucleares de Israel en su reactor nuclear de Dimona, en el desierto de Néguev que van desde las exageradamente subreportadas 90 hasta las 500 bombas nucleares (mi percepción extrapolada de la numerología del expresidente Carter), dependiendo de quién haga las estadísticas. 2.- Para EEUU no es permitido que Irán destruya a Israel, que goza de "carta blanca" para aniquilar a los palestinos de Gaza y destruir a sus países árabes vecinos.El readout ruso es más prolijo en referencia a Oriente Medio: "Vladímir Putin y Donald Trump abordaron también otras cuestiones internacionales, como la situación en Oriente Medio y en la región del mar Rojo. Se realizarán esfuerzos conjuntos para estabilizar la situación en los focos de crisis y establecer una cooperación en materia de no proliferación nuclear y seguridad mundial".Cabe señalar que no se especifican cuáles son los "esfuerzos conjuntos" ni cuál sería la "cooperación de la no proliferación nuclear", cuyo tratado aún no es firmado por Israel, que no es motivo de la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), la cual ejerce una presión asfixiante con Irán que sí signó el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares (TNTP) cuando, de la misma confesión de la AIEA, todavía Irán se encuentra a 60% de enriquecimiento de uranio.Cabe destacar que se requiere de más del 90% de enriquecimiento de uranio para fabricar una bomba nuclear, además de que todavía estaría en tela de juicio su sistema de lanzamiento (delivery system) que, de Irán, se ignora posea, pero que Israel lo ostenta tanto con sus bombarderos como con sus submarinos.A este respecto, vale la pena ahondarse en la célebre conferencia alusiva del geopolítico estadunidense John Mearsheimer en la Universidad de Chicago. Sea lo que fuere, la escalada de la colisión entre EEUU, Gran Bretaña e Israel vs. los yemenitas de Ansarolá pareciera constituir la antesala de una guerra directa de EEUU e Israel contra Irán, que ha colocado en alerta a su amplio sistema de misiles cuando se presagia un masivo ataque de Washington y Tel Aviv a varias de sus plantas nucleares.En forma notable, Ken Klippenstein expone el "plan de guerra contra Irán del Pentágono".El connotado geopolítico galo Thierry Meyssan comenta que después de la resolución de Ucrania, ahora toca el turno al contencioso de Irán que deberán resolver Trump y Putin.La postura del canciller ruso, Serguéi Lavrov, frente a las imprecaciones del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, es prístina al enfatizar la "necesidad de un cese inmediato del uso de la fuerza y la importancia de todas las partes comprometidas en el diálogo político para buscar una solución que prevenga mayor derramamiento de sangre", frase rescatada por el diplomático y geopolítico indio M.K. Bhadrakumar: "Trump escala las tensiones con Irán".Vale la pena colocar el cronograma del ecosistema vigente de la colisión entre EEUU e Israel contra Irán cuando perturba que la Administración Trump, al menos que esté blufeando cuan su costumbre, no tomen en cuenta los recientes ejercicios militares en el Golfo Pérsico/mar Arábigo de Rusia/China/Irán y, peor aún, desdeñen riesgosamente la reciente junta celebrada en Pekín sobre el tema nuclear en la óptica de China/Rusia/Irán, convocada por el ministro de asuntos exteriores de China, Wang Yi; el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, y el viceministro de relaciones exteriores de Irán, Kazem Gharibabadi.Lo más relevante radica en que varios críticos estrategas como Scott Ritter; comunicadores de la talla de Tucker Carlson, y legisladores como la feroz republicana Marjorie Taylor-Greene, todos partidarios del mismo Trump, se pronuncien abiertamente en contra de una guerra de EEUU contra Irán, que puede ser contraproducente a Washington.Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción.
No se maneja en los multimedia, pero en los 'readouts' oficiales de la futurista, más que histórica, llamada entre los presidentes Putin y Trump se abordó conspicuamente el volcánico tema de Oriente Medio, específicamente el contencioso nuclear de Irán en medio del deterioro regional desde Gaza pasando por Siria y Líbano hasta Yemen y el mar Rojo.
Más allá de la trascendencia del acercamiento entre los presidentes Trump y Putin, que según el rotativo británico Daily Mail negocian el Nuevo Orden Mundial, los multimedia se han clavado singularmente en el tema de Ucrania, que a mi juicio ya está resuelto con la conspicua derrota del ilegítimo "presidente" Zelenski, —cuyo mandato finalizó en mayo del año pasado— cuando gran parte del contenido del diálogo multidimensional futurista, más que histórico, de Rusia y EEUU versó eufemísticamente sobre el ominoso contencioso de Irán.
En efecto, el fin de semana, arreció la desproporcionada cuan asimétrica contienda en el mar Rojo entre EEUU, Gran Bretaña e Israel y los yemenitas de Ansarolá, presuntamente apoyados logísticamente por Irán.
El readout de EEUU sobre su preocupación del volcánico Oriente Medio expuso más caracteres que sobre Ucrania: "Los líderes hablaron en términos generales de Oriente Medio como una región de cooperación potencial para prevenir futuros conflictos. Además, hablaron de la necesidad de detener la proliferación de armas estratégicas y se comprometerán con otros para garantizar la aplicación más amplia posible. Ambos líderes compartieron la opinión de que Irán nunca debería estar en condiciones de destruir Israel".
Aquí valen la pena dos acotaciones cartesianas: 1.- EEUU oculta la posesión clandestina de las bombas nucleares de Israel en su reactor nuclear de Dimona, en el desierto de Néguev que van desde las exageradamente subreportadas 90 hasta las 500 bombas nucleares (mi percepción extrapolada de la numerología del expresidente Carter), dependiendo de quién haga las estadísticas. 2.- Para EEUU no es permitido que Irán destruya a Israel, que goza de "carta blanca" para aniquilar a los palestinos de Gaza y destruir a sus países árabes vecinos.
El readout ruso es más prolijo en referencia a Oriente Medio: "Vladímir Putin y Donald Trump abordaron también otras cuestiones internacionales, como la situación en Oriente Medio y en la región del mar Rojo. Se realizarán esfuerzos conjuntos para estabilizar la situación en los focos de crisis y establecer una cooperación en materia de no proliferación nuclear y seguridad mundial".
Cabe señalar que no se especifican cuáles son los "esfuerzos conjuntos" ni cuál sería la "cooperación de la no proliferación nuclear", cuyo tratado aún no es firmado por Israel, que no es motivo de la inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), la cual ejerce una presión asfixiante con Irán que sí signó el Tratado de No-Proliferación de Armas Nucleares (TNTP) cuando, de la misma confesión de la AIEA, todavía Irán se encuentra a 60% de enriquecimiento de uranio.
Cabe destacar que se requiere de más del 90% de enriquecimiento de uranio para fabricar una bomba nuclear, además de que todavía estaría en tela de juicio su sistema de lanzamiento (delivery system) que, de Irán, se ignora posea, pero que Israel lo ostenta tanto con sus bombarderos como con sus submarinos.
A este respecto, vale la pena ahondarse en la célebre conferencia alusiva del geopolítico estadunidense John Mearsheimer en la Universidad de Chicago.
Sea lo que fuere, la escalada de la colisión entre EEUU, Gran Bretaña e Israel vs. los yemenitas de Ansarolá pareciera constituir la antesala de una guerra directa de EEUU e Israel contra Irán, que ha colocado en alerta a su amplio sistema de misiles cuando se presagia un masivo ataque de Washington y Tel Aviv a varias de sus plantas nucleares.
En forma notable, Ken Klippenstein expone el "plan de guerra contra Irán del Pentágono".
El connotado geopolítico galo Thierry Meyssan comenta que después de la resolución de Ucrania, ahora toca el turno al contencioso de Irán que deberán resolver Trump y Putin.
La postura del canciller ruso, Serguéi Lavrov, frente a las imprecaciones del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, es prístina al enfatizar la "necesidad de un cese inmediato del uso de la fuerza y la importancia de todas las partes comprometidas en el diálogo político para buscar una solución que prevenga mayor derramamiento de sangre", frase rescatada por el diplomático y geopolítico indio M.K. Bhadrakumar: "Trump escala las tensiones con Irán".
Vale la pena colocar el cronograma del ecosistema vigente de la colisión entre EEUU e Israel contra Irán cuando perturba que la Administración Trump, al menos que esté blufeando cuan su costumbre, no tomen en cuenta los recientes ejercicios militares en el Golfo Pérsico/mar Arábigo de Rusia/China/Irán y, peor aún, desdeñen riesgosamente la reciente junta celebrada en Pekín sobre el tema nuclear en la óptica de China/Rusia/Irán, convocada por el ministro de asuntos exteriores de China, Wang Yi; el vicecanciller ruso, Serguéi Riabkov, y el viceministro de relaciones exteriores de Irán, Kazem Gharibabadi.
Lo más relevante radica en que varios críticos estrategas como Scott Ritter; comunicadores de la talla de Tucker Carlson, y legisladores como la feroz republicana Marjorie Taylor-Greene, todos partidarios del mismo Trump, se pronuncien abiertamente en contra de una guerra de EEUU contra Irán, que puede ser contraproducente a Washington.
Las opiniones expresadas en este artículo pueden no coincidir con las de la redacción.
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