La paradoja española: cuando defender la paz y oponerse a la militarización de la UE está mal visto
La paradoja española: cuando defender la paz y oponerse a la militarización de la UE está mal visto
Sputnik Mundo
El plan de rearme europeo y el compromiso de aumentar el gasto militar genera discrepancias en torno al modo de acometerlos, no tanto sobre su conveniencia en... 14.03.2025, Sputnik Mundo
La actualidad política española de marzo está dominada por los esfuerzos del Gobierno de Pedro Sánchez por explicar la conveniencia de incrementar de forma desorbitada la inversión en defensa, en correspondencia con los compromisos asumidos tanto a nivel de la UE como de la OTAN.En el Ejecutivo de Pedro Sánchez aseguran que tal gasto no erosionará el estado del bienestar. Se apuesta por recurrir a un mecanismo de deuda mancomunada europea, aun cuando Bruselas dictó que el esfuerzo se satisfaga con arreglo a los presupuestos nacionales y también mediante préstamos. El presidente español esgrime que las necesidades en el este y el sur de Europa son diferentes y pide que la UE subsidie el gasto de determinados países, como los nórdicos y los bálticos.Pero la apreciación de que el incremento de la inversión en defensa no tiene por qué afectar al gasto sanitario y social, no encuentra acomodo en los socios del Gobierno de coalición. La líder del Movimiento Sumar, la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, afirma que el incremento del gasto "no arregla nada". No obstante, para Díaz, la cuestión a dirimir no es tanto el gasto en defensa como la estructuración y coordinación del modelo con la UE.En Izquierda Unida (IU), el más importante de la decena de partidos que integran Sumar, la visión es contraria a continuar el gasto militar. Su líder, Antonio Maíllo, que no tiene un escaño en el Congreso, denuncia que la "aspiración pacifista fundacional" de la propia UE está siendo violentada por "la iniciativa de la Comisión Europea y por el bucle belicista", y niega la conveniencia del rearme europeo.Aparte de su socio Sumar, el Gobierno de Sánchez depende también de los apoyos externos de partidos de condición ideológica variopinta.Los nacionalistas gallegos del BNG no secundan la senda militarista adoptada por Bruselas y el Gobierno español. Más ambiguos, los soberanistas vascos de EH-Bildu no terminan de cerrarse a un incremento del gasto militar, al igual que los independentistas catalanes de ERC, que proponen "gastar mejor". En cambio, Podemos es tajante: pide abiertamente sacar a España de la OTAN y someter a debate en el Congreso cualquier aumento.Calles en calmaLa perspectiva de una espiral bélica en Europa y la propuesta anglofrancesa de enviar un contingente de fuerzas europeas "de paz" a Ucrania no parece inquietar, de momento, a la opinión pública española. El control de la narrativa en los principales medios de comunicación valida las iniciativas de la UE y la OTAN.De acuerdo con los datos de febrero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), las grandes preocupaciones de la población española son la crisis económica, la vivienda, la sanidad, la calidad del empleo y el paro. Es decir, los problemas de los españoles se enmarcan dentro de la agenda doméstica. La tensión internacional no tiene reflejo en sus preocupaciones.Según Daniel Seixo, sociólogo y miembro del grupo de análisis político Tertulias en Cuarentena, el desinterés de la socialdemocracia europea en atender a unas poblaciones cuyas condiciones de vida han empeorado ostensiblemente, hace que la ciudadanía tenga difícil "organizarse y resistir más allá del día a día", explica Sputnik. Salta a la vista la diferencia de la situación actual en comparación, por ejemplo, con la vivida en 2003 en vísperas de la invasión angloamericana de Irak. Si las calles entonces bullían a base de protestas masivas lideradas por la implicación ciudadana y los agentes sociales y sindicales, no puede decirse lo mismo en 2025, aun cuando el riesgo de conflagración mundial en suelo europeo es evidente.¿Una izquierda desactivada?Cabe preguntarse si esta aparente calma ante un horizonte de merma del estado del bienestar y de riesgo de confrontación armada se habría producido de estar en el poder la derecha en España. En espera de que se materialicen los anuncios de IU, ningún partido con representación parlamentaria ha convocado aún algún acto de protesta. La sintonía entre los sindicatos mayoritarios y el Gobierno de coalición ha reportado a Sánchez una "paz social" no desdeñable."La dirección del partido no está escuchando a las bases, está desconectada de ellas", asegura a Sputnik José Luis, nombre ficticio de un miembro de IU en Madrid que prefiere mantener el anonimato. Afirma que la militancia de esta formación está "en contra" del rumbo militarista adoptado por Pedro Sánchez y secundado por Yolanda Díaz. "No se entiende" la "sumisión" a iniciativas como el rearme de Europa en una formación nacida en 1986 al calor del referéndum de adhesión a la OTAN de 1986 en España.Solo Podemos y el BNG rechazan frontalmente la política exterior y de defensa del Ejecutivo, como hizo durante el bombardeo de Gaza. Pero para Seixo, la actual postura antibelicista de Podemos reviste cierto "cinismo", dada su presencia en el Gobierno de coalición hasta otoño de 2023, cuando "no tenían ningún problema en asumir la pertenencia a la OTAN" ni en votar a favor del incremento del gasto militar en los sucesivos Consejos de Ministros de los que formaron parte. Desde este punto de vista, cabe poner en valor el posicionamiento de los nacionalistas de Galicia, el BNG. Pese a ser un grupo político de la periferia, es la segunda fuerza en importancia en la región tras el PP, tiene representación en el Europarlamento y "mantiene una postura netamente antiimperialista, claramente contraria a los esfuerzos bélicos de la OTAN", concluye Seixo.
🌍 europa, 💬 opinión y análisis, política, seguridad, pedro sánchez, antonio maíllo, bruselas, otan, iu, bloque nacionalista galego (bng), esquerra republicana de catalunya (erc), eh bildu, partido comunista de españa (pce), ucrania, gastos militares, partido socialista obrero español (psoe), partido popular de españa
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La paradoja española: cuando defender la paz y oponerse a la militarización de la UE está mal visto
El plan de rearme europeo y el compromiso de aumentar el gasto militar genera discrepancias en torno al modo de acometerlos, no tanto sobre su conveniencia en sí. La izquierda española, tradicionalmente anti-OTAN, no termina de expresar un rechazo claro ante el rumbo militarista asumido. ¿A qué se debe su aparente desmovilización?
La actualidad política española de marzo está dominada por los esfuerzos del Gobierno de Pedro Sánchez por explicar la conveniencia de incrementar de forma desorbitada la inversión en defensa, en correspondencia con los compromisos asumidos tanto a nivel de la UE como de la OTAN.
En el Ejecutivo de Pedro Sánchez aseguran que tal gasto no erosionará el estado del bienestar. Se apuesta por recurrir a un mecanismo de deuda mancomunada europea, aun cuando Bruselas dictó que el esfuerzo se satisfaga con arreglo a los presupuestos nacionales y también mediante préstamos. El presidente español esgrime que las necesidades en el este y el sur de Europa son diferentes y pide que la UE subsidie el gasto de determinados países, como los nórdicos y los bálticos.
Pero la apreciación de que el incremento de la inversión en defensa no tiene por qué afectar al gasto sanitario y social, no encuentra acomodo en los socios del Gobierno de coalición. La líder del Movimiento Sumar, la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, afirma que el incremento del gasto "no arregla nada". No obstante, para Díaz, la cuestión a dirimir no es tanto el gasto en defensa como la estructuración y coordinación del modelo con la UE.
En Izquierda Unida (IU), el más importante de la decena de partidos que integran Sumar, la visión es contraria a continuar el gasto militar. Su líder, Antonio Maíllo, que no tiene un escaño en el Congreso, denuncia que la "aspiración pacifista fundacional" de la propia UE está siendo violentada por "la iniciativa de la Comisión Europea y por el bucle belicista", y niega la conveniencia del rearme europeo.
"El aumento de un 5% del PIB en el gasto en Defensa supondría para España un recorte lineal del 13% en todas las políticas sociales", afirmó, durante el anuncio de una "campaña de movilización por la paz".
Aparte de su socio Sumar, el Gobierno de Sánchez depende también de los apoyos externos de partidos de condición ideológica variopinta.
Los nacionalistas gallegos del BNG no secundan la senda militarista adoptada por Bruselas y el Gobierno español. Más ambiguos, los soberanistas vascos de EH-Bildu no terminan de cerrarse a un incremento del gasto militar, al igual que los independentistas catalanes de ERC, que proponen "gastar mejor". En cambio, Podemos es tajante: pide abiertamente sacar a España de la OTAN y someter a debate en el Congreso cualquier aumento.
Calles en calma
La perspectiva de una espiral bélica en Europa y la propuesta anglofrancesa de enviar un contingente de fuerzas europeas "de paz" a Ucrania no parece inquietar, de momento, a la opinión pública española. El control de la narrativa en los principales medios de comunicación valida las iniciativas de la UE y la OTAN.
De acuerdo con los datos de febrero del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), las grandes preocupaciones de la población española son la crisis económica, la vivienda, la sanidad, la calidad del empleo y el paro. Es decir, los problemas de los españoles se enmarcan dentro de la agenda doméstica. La tensión internacional no tiene reflejo en sus preocupaciones.
Según Daniel Seixo, sociólogo y miembro del grupo de análisis político Tertulias en Cuarentena, el desinterés de la socialdemocracia europea en atender a unas poblaciones cuyas condiciones de vida han empeorado ostensiblemente, hace que la ciudadanía tenga difícil "organizarse y resistir más allá del día a día", explica Sputnik.
🗣 La paradoja española: cuando defender la paz y oponerse a la militarización de la UE está mal visto
El plan de rearme europeo y el compromiso de aumentar el gasto militar genera discrepancias en torno al modo de acometerlos, no tanto sobre su conveniencia en sí. La izquierda… pic.twitter.com/lKCaSzvzJI
Salta a la vista la diferencia de la situación actual en comparación, por ejemplo, con la vivida en 2003 en vísperas de la invasión angloamericana de Irak. Si las calles entonces bullían a base de protestas masivas lideradas por la implicación ciudadana y los agentes sociales y sindicales, no puede decirse lo mismo en 2025, aun cuando el riesgo de conflagración mundial en suelo europeo es evidente.
¿Una izquierda desactivada?
Cabe preguntarse si esta aparente calma ante un horizonte de merma del estado del bienestar y de riesgo de confrontación armada se habría producido de estar en el poder la derecha en España. En espera de que se materialicen los anuncios de IU, ningún partido con representación parlamentaria ha convocado aún algún acto de protesta. La sintonía entre los sindicatos mayoritarios y el Gobierno de coalición ha reportado a Sánchez una "paz social" no desdeñable.
"La dirección del partido no está escuchando a las bases, está desconectada de ellas", asegura a Sputnik José Luis, nombre ficticio de un miembro de IU en Madrid que prefiere mantener el anonimato. Afirma que la militancia de esta formación está "en contra" del rumbo militarista adoptado por Pedro Sánchez y secundado por Yolanda Díaz. "No se entiende" la "sumisión" a iniciativas como el rearme de Europa en una formación nacida en 1986 al calor del referéndum de adhesión a la OTAN de 1986 en España.
"La sensación es que en Sumar tragan con todo, con tal de seguir manteniendo su parcela de poder en el Gobierno. Pero las bases de IU, también las del PCE, no quieren seguir una carrera armamentística, muchos estamos hartos de estar en un Gobierno que envía armas a los nazis ucranianos. Nuestro ADN es anti-OTAN, no podemos traicionar nuestra esencia, porque desaparecemos. Pero ahora es como si estuviera mal visto reivindicarlo, te acusan de prorruso, que es justo el discurso del PSOE", explica este militante, que lamenta que Antonio Maíllo y la dirección del PCE "no estén planteando" la salida de IU del Gobierno de coalición.
Solo Podemos y el BNG rechazan frontalmente la política exterior y de defensa del Ejecutivo, como hizo durante el bombardeo de Gaza. Pero para Seixo, la actual postura antibelicista de Podemos reviste cierto "cinismo", dada su presencia en el Gobierno de coalición hasta otoño de 2023, cuando "no tenían ningún problema en asumir la pertenencia a la OTAN" ni en votar a favor del incremento del gasto militar en los sucesivos Consejos de Ministros de los que formaron parte.
Daniel Seixo, sociólogo y analista política, explica a Sputnik que el desinterés de la socialdemocracia europea en atender a unas poblaciones cuyas condiciones de vida han empeorado ostensiblemente, hace que la ciudadanía tenga difícil "organizarse y resistir más allá del día a… pic.twitter.com/eTgdrGbRAH
Desde este punto de vista, cabe poner en valor el posicionamiento de los nacionalistas de Galicia, el BNG. Pese a ser un grupo político de la periferia, es la segunda fuerza en importancia en la región tras el PP, tiene representación en el Europarlamento y "mantiene una postura netamente antiimperialista, claramente contraria a los esfuerzos bélicos de la OTAN", concluye Seixo.
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