Milei lleva el Riesgo País argentino al menor nivel en 7 años entre dudas si el modelo es sostenible
Milei lleva el Riesgo País argentino al menor nivel en 7 años entre dudas si el modelo es sostenible
Sputnik Mundo
El indicador que mide la probabilidad de incumplimiento de los compromisos de deuda se desplomó desde la llegada del libertario al poder, al calor del... 08.01.2025, Sputnik Mundo
Los mercados le sonríen a Javier Milei. El Gobierno argentino comenzó el 2025 con el desplome del Riesgo País, indicador que llegó a su nivel más bajo en siete años. El índice Embi+ perforó los 600 puntos básicos, valor que no se registraba en Buenos Aires desde agosto de 2018. El dato suscitó la eufórica celebración del Ejecutivo.Elaborado por el banco JP Morgan, el indicador mide la sobretasa que deben pagar los bonos de países emergentes frente a los del Tesoro de Estados Unidos. De este modo, refleja el costo "extra" que afronta el Estado para contraer deuda, en virtud del riesgo que supone para los inversores concretar la operación. Con el cierre en 561 puntos básicos, Argentina se acerca al promedio de la región, ubicado por debajo de los 500.Dado que los bonos a 10 años emitidos por Washington rinden un interés anual del 4,63% (463 puntos básicos), los 561 puntos de riesgo argentino implican que el mismo título emitido por Buenos Aires debería rendir un 10,24% anual, más del doble. De este modo, cuanto menor sea el indicador, más accesible es el endeudamiento externo.El desplome que registró el Riesgo País desde la llegada de Milei al poder es elocuente. Cuando el libertario ganó las elecciones en noviembre de 2023, se ubicaba al borde de los 2.000 puntos: en apenas 14 meses se derrumbó un 75% hasta alcanzar uno de los valores más bajos de la última década.Los mercados tienen razones para estar eufóricos. Desde su asunción, el presidente argentino ha explicitado su objetivo de "pagar como sea" los intereses de la deuda externa. La evidente contracara está a la vista: el draconiano ajuste fiscal desplegado durante su primer año de gestión —el "más grande de la historia", según el mandatario— hundió los salarios, jubilaciones y el presupuesto para obra pública, salud y educación.Concretamente, la noticia que ayudó a apaciguar el riesgo argentino fue el anuncio que hizo el Banco Central en los primeros días de enero, cuando comunicó que había conseguido un préstamo de bancos privados garantizado con bonos —conocido como repo— por 1.000 millones de dólares para fortalecer las reservas y, así, asegurar el cumplimiento de los inminentes compromisos de deuda.Además, el ministro de Economía, Luis Caputo, comunicó el avance de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para celebrar un nuevo crédito que robustezca el programa económico.Euforia en Wall StreetSegún el consultor, el indicador del JP Morgan "no es el principal indicador a seguir, pero sí es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo de un programa económico. De todos modos, todavía sigue en niveles altos, por lo que hay un largo camino a recorrer".Los números bursátiles son por demás favorables al Ejecutivo. Por caso, el Merval —índice que refleja la evolución de las acciones de las compañías argentinas más representativas del mercado— alcanzó los 2.400 puntos, su máximo histórico."Milei fue muy claro en su objetivo: la prioridad siempre fue el pago de la deuda. Es evidente que el costo del ordenamiento macroeconómico cayó sobre los ingresos de las familias: las jubilaciones, prestaciones sociales y salarios públicos se han desplomado durante el último año hasta niveles de mucha vulnerabilidad", remarcó el experto.De la euforia al océano de dudas En simultáneo a las celebraciones del mercado financiero, un interrogante comienza a escalar entre los expertos: la sostenibilidad del programa económico, que tiene en el control sobre el dólar uno de sus pilares fundamentales. Es que la cotización oficial de la divisa —que no es de libre acceso y cuyo valor es fijado por el Estado— avanzó poco más del 25% en el último año, contra una inflación acumulada del 112%.El "atraso cambiario", reflejado paradigmáticamente en el aluvión de argentinos que eligen vacacionar en el exterior —mientras se desploma el turismo receptivo por el drástico encarecimiento del país austral— plantea interrogantes en torno a cuánto pueda resistir el Gobierno sin ceder a una devaluación."Hay muchas dudas sobre si este programa es sostenible en el tiempo. Yo tengo muchas preguntas sobre la robustez de esta política, pero es cierto que Milei viene manteniendo un ordenamiento muy severo en materia fiscal y monetaria", afirmó Kalos.El planteo del especialista es de primera magnitud. Basta con recordar la principal promesa de campaña que catapultó a Milei a la presidencia: el control de la inflación. Si bien es innegable que el Gobierno ha cumplido con dicho objetivo, para Kalos "la profundización del atraso cambiario puede afectar la sostenibilidad del descenso de la inflación, porque es un ancla directa para contener los precios, pero si sobreviene una devaluación estos volverán a dispararse"."El problema es que el ancla cambiaria tiene un límite. Todo lo que se produce en Argentina está tan caro en dólares que el país dejó de ser competitivo. El Gobierno no debería enamorarse del dólar barato, porque podría ser riesgoso a mediano plazo", destacó el economista.
El indicador que mide la probabilidad de incumplimiento de los compromisos de deuda se desplomó desde la llegada del libertario al poder, al calor del draconiano ajuste fiscal desplegado. "Es una buena noticia", dijo a Sputnik el economista Martín Kalos, quien aclaró que "hay muchas dudas sobre si este programa es sostenible en el tiempo".
Los mercados le sonríen a Javier Milei. El Gobierno argentino comenzó el 2025 con el desplome del Riesgo País, indicador que llegó a su nivel más bajo en siete años. El índice Embi+ perforó los 600 puntos básicos, valor que no se registraba en Buenos Aires desde agosto de 2018. El dato suscitó la eufórica celebración del Ejecutivo.
Elaborado por el banco JP Morgan, el indicador mide la sobretasa que deben pagar los bonos de países emergentes frente a los del Tesoro de Estados Unidos. De este modo, refleja el costo "extra" que afronta el Estado para contraer deuda, en virtud del riesgo que supone para los inversores concretar la operación. Con el cierre en 561 puntos básicos, Argentina se acerca al promedio de la región, ubicado por debajo de los 500.
Dado que los bonos a 10 años emitidos por Washington rinden un interés anual del 4,63% (463 puntos básicos), los 561 puntos de riesgo argentino implican que el mismo título emitido por Buenos Aires debería rendir un 10,24% anual, más del doble. De este modo, cuanto menor sea el indicador, más accesible es el endeudamiento externo.
El desplome que registró el Riesgo País desde la llegada de Milei al poder es elocuente. Cuando el libertario ganó las elecciones en noviembre de 2023, se ubicaba al borde de los 2.000 puntos: en apenas 14 meses se derrumbó un 75% hasta alcanzar uno de los valores más bajos de la última década.
Los mercados tienen razones para estar eufóricos. Desde su asunción, el presidente argentino ha explicitado su objetivo de "pagar como sea" los intereses de la deuda externa. La evidente contracara está a la vista: el draconiano ajuste fiscal desplegado durante su primer año de gestión —el "más grande de la historia", según el mandatario— hundió los salarios, jubilaciones y el presupuesto para obra pública, salud y educación.
Concretamente, la noticia que ayudó a apaciguar el riesgo argentino fue el anuncio que hizo el Banco Central en los primeros días de enero, cuando comunicó que había conseguido un préstamo de bancos privados garantizado con bonos —conocido como repo— por 1.000 millones de dólares para fortalecer las reservas y, así, asegurar el cumplimiento de los inminentes compromisos de deuda.
Además, el ministro de Economía, Luis Caputo, comunicó el avance de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para celebrar un nuevo crédito que robustezca el programa económico.
Euforia en Wall Street
"La caída del Riesgo País es una buena noticia, porque significa que el mundo cree que Argentina está en mejores condiciones para afrontar sus compromisos. El costo del endeudamiento argentino ha ido bajando durante el último año, partiendo de un valor que tornaba prácticamente impagable los intereses", explicó a Sputnik el economista Martín Kalos.
Según el consultor, el indicador del JP Morgan "no es el principal indicador a seguir, pero sí es fundamental para la sostenibilidad a largo plazo de un programa económico. De todos modos, todavía sigue en niveles altos, por lo que hay un largo camino a recorrer".
Los números bursátiles son por demás favorables al Ejecutivo. Por caso, el Merval —índice que refleja la evolución de las acciones de las compañías argentinas más representativas del mercado— alcanzó los 2.400 puntos, su máximo histórico.
"Milei fue muy claro en su objetivo: la prioridad siempre fue el pago de la deuda. Es evidente que el costo del ordenamiento macroeconómico cayó sobre los ingresos de las familias: las jubilaciones, prestaciones sociales y salarios públicos se han desplomado durante el último año hasta niveles de mucha vulnerabilidad", remarcó el experto.
De la euforia al océano de dudas
En simultáneo a las celebraciones del mercado financiero, un interrogante comienza a escalar entre los expertos: la sostenibilidad del programa económico, que tiene en el control sobre el dólar uno de sus pilares fundamentales. Es que la cotización oficial de la divisa —que no es de libre acceso y cuyo valor es fijado por el Estado— avanzó poco más del 25% en el último año, contra una inflación acumulada del 112%.
El "atraso cambiario", reflejado paradigmáticamente en el aluvión de argentinos que eligen vacacionar en el exterior —mientras se desploma el turismo receptivo por el drástico encarecimiento del país austral— plantea interrogantes en torno a cuánto pueda resistir el Gobierno sin ceder a una devaluación.
"Hay muchas dudas sobre si este programa es sostenible en el tiempo. Yo tengo muchas preguntas sobre la robustez de esta política, pero es cierto que Milei viene manteniendo un ordenamiento muy severo en materia fiscal y monetaria", afirmó Kalos.
El planteo del especialista es de primera magnitud. Basta con recordar la principal promesa de campaña que catapultó a Milei a la presidencia: el control de la inflación.
Si bien es innegable que el Gobierno ha cumplido con dicho objetivo, para Kalos "la profundización del atraso cambiario puede afectar la sostenibilidad del descenso de la inflación, porque es un ancla directa para contener los precios, pero si sobreviene una devaluación estos volverán a dispararse".
"El problema es que el ancla cambiaria tiene un límite. Todo lo que se produce en Argentina está tan caro en dólares que el país dejó de ser competitivo. El Gobierno no debería enamorarse del dólar barato, porque podría ser riesgoso a mediano plazo", destacó el economista.
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