¿Qué represalias puede tomar China en su disputa con la UE por los vehículos eléctricos?
© AP Photo / Ng Han Guan
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El objetivo de la subida de aranceles de la UE a los automóviles eléctricos chinos "es fomentar la industria europea de vehículos eléctricos", pero podría acabar desencadenando una guerra comercial masiva a menos que ambas partes intenten resolver la disputa, indicó a Sputnik Francesco Sisci, experto en China residente en Pekín.
"Por supuesto, los chinos pueden exportar sus vehículos eléctricos a terceros países y desde allí podrían colar automóviles en Europa. Pero estas brechas podrían cerrarse y no afectarían a la tendencia general", enfatizó Sisci.
La UE "no se echa atrás en esto", y la mediación que ejerce la Organización Mundial del Comercio "ya no funciona", por lo que es necesario un "acuerdo bilateral que esperemos firmen las dos partes", añadió el experto.
Si no se llega a un acuerdo, Pekín tiene varias opciones para devolver el golpe al bloque europeo, cuyas perspectivas económicas ya se han visto mermadas en los últimos años por la subida de los costos energéticos.
Los aranceles podrían afectar hasta al 31% de todas las exportaciones chinas de vehículos eléctricos. Solo en los ocho primeros meses de 2024, China entregó a la UE automóviles eléctricos por un valor de 8.500 millones de dólares, según datos aduaneros. Bélgica fue el mayor comprador del bloque, con el 55% (4.200 millones de euros) de todas las entregas. Alemania ocupó el segundo lugar, con el 14% (1.080 millones de euros), y España el tercero, con el 12,5% (965 millones de euros) de las importaciones.
He aquí las opciones posibles de respuesta de China:
Aranceles de dos dígitos sobre los automóviles de lujo europeos de gran cilindrada como Porsche, Mercedes y BMW.
Aranceles sobre la carne de cerdo, los productos lácteos, el vino, el coñac y otros productos alimentarios europeos. Pekín ya anunció en agosto una investigación sobre las subvenciones de la UE a las exportaciones de productos lácteos, que se suma a otras similares sobre la carne de cerdo y el brandy.
Las autoridades chinas también examinan las exportaciones europeas de productos químicos y sanitarios por posibles subvenciones ocultas. Las exportaciones de lujo francesas e italianas, como los perfumes, también podrían estar en la diana.
Otras opciones de represalia incluyen maquinaria, productos industriales y aeroespaciales, aunque los observadores económicos consultados por los medios económicos estadounidenses no creen que Pekín llegue tan lejos a menos que se le presione.
China también podría optar por una vía distinta de la subida de las tarifas, como aumentar las inversiones en fábricas europeas para eludir por completo los aranceles, por ejemplo.
El 4 de octubre, Bruselas votó a favor de imponer aranceles de hasta el 45% a los vehículos eléctricos chinos.
A su vez, las partes tienen ahora hasta el 30 de octubre para evitar que se apliquen los aranceles. La Cámara de Comercio de China ante la UE criticó la votación, calificando de "medida proteccionista políticamente motivada e injustificada" la investigación de Bruselas sobre las subvenciones a los vehículos eléctricos chinos que condujo a la subida de aranceles.
Cabe destacar que cientos de miles de millones de euros están en juego en el conflicto comercial entre China y la UE. En 2023, China exportó a la UE productos por valor de 515.900 millones de euros, frente a 223.600 millones de euros a cambio, lo que supone un déficit comercial total con el país asiático de 292.000 millones de euros. Los aranceles pueden estar diseñados para cerrar esa brecha, pero podrían ser contraproducentes si Pekín responde con restricciones sobre los productos europeos.
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