"Necesitan la totalidad del sistema mediático": ¿qué busca EEUU con las sanciones a medios rusos?
"Necesitan la totalidad del sistema mediático": ¿qué busca EEUU con las sanciones a medios rusos?
Sputnik Mundo
Rusia acusó recientemente a Estados Unidos de recurrir a la agresión contra sus medios de comunicación luego de la imposición de una nueva ronda de sanciones... 16.09.2024, Sputnik Mundo
En este sentido, el periodista italiano Fabrizio Casari, analista internacional y director de Altrenotizie.org, refirió a Sputnik que los intentos por impedir la circulación de voces disonantes de la narrativa imperial forman parte de la labor de manipulación que Occidente "ha elegido como uno de los principales terrenos de la guerra ideológica".A su juicio, la programación de la cadena televisiva RT es "de igual o mayor calidad" que plataformas y canales occidentales, situación que a su juicio "los vuelve locos de rabia porque traspasan la pantalla protectora de omisiones y falsedades" impuesta por EEUU y los países europeos."La formación de la reputación política de un país pasa por la difusión de contenidos sobre ideas, proyectos, éxitos y desafíos. Ambos medios rusos satisfacen esa demanda de información, incluida la estructurada sobre la cultura occidental, por lo tanto, resultan efectivamente un peligro para sus detractores", subrayó.Según Casari, RT, Sputnik e, incluso, la cadena multiestatal latinoamericana Telesur se han convertido en pocos años en las principales fuentes para quienes quieren documentarse mediante una narración lógica de hechos y su interpretación alternativa a los argumentos imperiales.De ahí que considera que la Casa Blanca sanciona tanto el comercio como la información "para obstaculizar la circulación de otros productos que son iguales o mejores y garantizar así que el sistema anglosajón sea la única postura existente. Defienden la libre circulación de sus ideas, mediante la prohibición de que los demás opinen, y exhiben una medalla como supuestos portadores de la libertad de expresión, mientras censuran todo y a todos".¿Violación a la libertad de prensa?Para la portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, la situación actual resulta extraordinaria y no puede pasar inadvertida, pues durante las dos últimas semanas, los ataques estadounidenses "estuvieron literalmente al borde de una agresión real, informativa y física".La última ola de medidas contra los medios rusos fue anunciada el pasado viernes 13, bajo la acusación de un supuesto liderazgo de una campaña de recaudación de fondos destinada a la compra de armamento para las tropas rusas en Ucrania, sumado a intentos por influir en las próximas elecciones presidenciales moldavas.Con anterioridad, el Departamento de Estado ya había dictaminado acciones financieras contra la cadena RT por su presunto intento de interferir en los comicios estadounidenses del próximo 5 de noviembre, y llevar a cabo operaciones ocultas encaminadas a la desestabilización de la democracia en el mundo.De acuerdo con Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores de la nación euroasiática, las sanciones contra los medios de su país simbolizan la degradación de la libertad de expresión de la que presume Occidente.Con esto último concuerda también Casari, quien afirma que gracias a esas plataformas de comunicación de Rusia, el mundo conoció sobre la treintena de laboratorios que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos mantenía en Ucrania para actividades biológicas y militares a gran escala, y acerca de la masacre de más de 15.000 ciudadanos en la región del Donbás por la agresión ucraniana.En su opinión, "el discurso de Washington y Europa, falso desde sus presupuestos y consecuencias, es tan rocambolesco que mientras crean las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo, explican al mundo su defensa a los derechos humanos".Apuntó, además, que lo que sucede hoy con Rusia es similar a lo acontecido contra aquellos países que no doblegan su cabeza frente al imperio.Por ello, "impedir la circulación de los medios de comunicación rusos es negar el derecho del público a estar informado, constituye una flagrante violación del derecho internacional en la materia y evidencian la arbitrariedad y la arrogancia que ya forman parte central del bagaje de un sistema decadente", puntualizó.También indicó que afortunadamente, para la democracia y la idea multipolar de la gobernanza mundial, "su fuerza, previsiones y sanciones, más que infundir miedo o demostrar poder, son ineficaces y confirman, una vez más, su deseo de ocultar una debilidad estructural con rasgos definitivos".Condena a las sanciones estadounidensesDesde su cuenta en X, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, criticó las nuevas medidas coercitivas unilaterales contra las empresas de comunicación rusas y refirió que ello evidencia la hipocresía del Gobierno estadounidense, que se presenta como el mayor defensor y promotor de la libertad de prensa.Igualmente, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, resaltó la labor de los medios de la nación euroasiática en la difusión de la verdad e insistió en la importancia de entender que este es otro mundo, donde Washington no tiene autoridad moral o estatura política para presentarse como fiscal, juez o policía del planeta.En un comunicado publicado este fin de semana, la vicemandataria cuestionó: "Cuándo aprenderán los Estados Unidos que las agresiones que ellos llaman descaradamente sanciones (como si tuviesen facultades divinas para repartir castigos) no tienen más sentido que asentar sus pretensiones de dictadores del mundo".Anteriormente, el 4 de septiembre, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, publicó un mensaje en X en el que calificó estos hechos como un ataque a la libertad de expresión a nivel global y un reflejo de la decadencia de su pasada hegemonía, pues son acciones que van más allá de lo económico y representan un intento por amedrentar la labor informativa de medios críticos con la política exterior estadounidense.
Rusia acusó recientemente a Estados Unidos de recurrir a la agresión contra sus medios de comunicación luego de la imposición de una nueva ronda de sanciones unilaterales, las cuales calificó como infundadas o políticamente motivadas.
En este sentido, el periodista italiano Fabrizio Casari, analista internacional y director de Altrenotizie.org, refirió a Sputnik que los intentos por impedir la circulación de voces disonantes de la narrativa imperial forman parte de la labor de manipulación que Occidente "ha elegido como uno de los principales terrenos de la guerra ideológica".
"Ya no le basta el control sobre la mayoría de las fuentes de información, sino que necesitan la totalidad del sistema mediático, callar todo lo que no les gusta y, en este sentido, RT y Sputnik constituyen un obstáculo porque son plataformas bien consolidadas, con una gran profesionalidad y tecnología adecuada", indicó.
A su juicio, la programación de la cadena televisiva RT es "de igual o mayor calidad" que plataformas y canales occidentales, situación que a su juicio "los vuelve locos de rabia porque traspasan la pantalla protectora de omisiones y falsedades" impuesta por EEUU y los países europeos.
"La formación de la reputación política de un país pasa por la difusión de contenidos sobre ideas, proyectos, éxitos y desafíos. Ambos medios rusos satisfacen esa demanda de información, incluida la estructurada sobre la cultura occidental, por lo tanto, resultan efectivamente un peligro para sus detractores", subrayó.
Según Casari, RT, Sputnik e, incluso, la cadena multiestatal latinoamericana Telesur se han convertido en pocos años en las principales fuentes para quienes quieren documentarse mediante una narración lógica de hechos y su interpretación alternativa a los argumentos imperiales.
De ahí que considera que la Casa Blanca sanciona tanto el comercio como la información "para obstaculizar la circulación de otros productos que son iguales o mejores y garantizar así que el sistema anglosajón sea la única postura existente. Defienden la libre circulación de sus ideas, mediante la prohibición de que los demás opinen, y exhiben una medalla como supuestos portadores de la libertad de expresión, mientras censuran todo y a todos".
¿Violación a la libertad de prensa?
Para la portavoz de Exteriores de Rusia, María Zajárova, la situación actual resulta extraordinaria y no puede pasar inadvertida, pues durante las dos últimas semanas, los ataques estadounidenses "estuvieron literalmente al borde de una agresión real, informativa y física".
La última ola de medidas contra los medios rusos fue anunciada el pasado viernes 13, bajo la acusación de un supuesto liderazgo de una campaña de recaudación de fondos destinada a la compra de armamento para las tropas rusas en Ucrania, sumado a intentos por influir en las próximas elecciones presidenciales moldavas.
Con anterioridad, el Departamento de Estado ya había dictaminado acciones financieras contra la cadena RT por su presunto intento de interferir en los comicios estadounidenses del próximo 5 de noviembre, y llevar a cabo operaciones ocultas encaminadas a la desestabilización de la democracia en el mundo.
De acuerdo con Serguéi Riabkov, viceministro de Exteriores de la nación euroasiática, las sanciones contra los medios de su país simbolizan la degradación de la libertad de expresión de la que presume Occidente.
Con esto último concuerda también Casari, quien afirma que gracias a esas plataformas de comunicación de Rusia, el mundo conoció sobre la treintena de laboratorios que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos mantenía en Ucrania para actividades biológicas y militares a gran escala, y acerca de la masacre de más de 15.000 ciudadanos en la región del Donbás por la agresión ucraniana.
"Mediante la censura evitan que las personas se enteren de lo que realmente pasa. Por tanto, dificultar el trabajo de esos medios por razones políticas, imposibilita que sus razones y verdades sean divulgadas", señaló el analista italiano.
En su opinión, "el discurso de Washington y Europa, falso desde sus presupuestos y consecuencias, es tan rocambolesco que mientras crean las cárceles de Abu Ghraib y Guantánamo, explican al mundo su defensa a los derechos humanos".
Apuntó, además, que lo que sucede hoy con Rusia es similar a lo acontecido contra aquellos países que no doblegan su cabeza frente al imperio.
Por ello, "impedir la circulación de los medios de comunicación rusos es negar el derecho del público a estar informado, constituye una flagrante violación del derecho internacional en la materia y evidencian la arbitrariedad y la arrogancia que ya forman parte central del bagaje de un sistema decadente", puntualizó.
También indicó que afortunadamente, para la democracia y la idea multipolar de la gobernanza mundial, "su fuerza, previsiones y sanciones, más que infundir miedo o demostrar poder, son ineficaces y confirman, una vez más, su deseo de ocultar una debilidad estructural con rasgos definitivos".
Condena a las sanciones estadounidenses
Desde su cuenta en X, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, criticó las nuevas medidas coercitivas unilaterales contra las empresas de comunicación rusas y refirió que ello evidencia la hipocresía del Gobierno estadounidense, que se presenta como el mayor defensor y promotor de la libertad de prensa.
Igualmente, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, resaltó la labor de los medios de la nación euroasiática en la difusión de la verdad e insistió en la importancia de entender que este es otro mundo, donde Washington no tiene autoridad moral o estatura política para presentarse como fiscal, juez o policía del planeta.
En un comunicado publicado este fin de semana, la vicemandataria cuestionó: "Cuándo aprenderán los Estados Unidos que las agresiones que ellos llaman descaradamente sanciones (como si tuviesen facultades divinas para repartir castigos) no tienen más sentido que asentar sus pretensiones de dictadores del mundo".
Anteriormente, el 4 de septiembre, el ministro de Comunicación de Venezuela, Freddy Ñáñez, publicó un mensaje en X en el que calificó estos hechos como un ataque a la libertad de expresión a nivel global y un reflejo de la decadencia de su pasada hegemonía, pues son acciones que van más allá de lo económico y representan un intento por amedrentar la labor informativa de medios críticos con la política exterior estadounidense.
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