La nueva moda en EEUU: un anestésico que llega por mensajería para tratar la depresión
La nueva moda en EEUU: un anestésico que llega por mensajería para tratar la depresión
Sputnik Mundo
El abuso en Estados Unidos de la ketamina, un medicamento creado originalmente como anestésico, pero que ahora muchos habitantes usan en tratamientos para... 30.08.2024, Sputnik Mundo
La muerte del famoso actor de la serie Friends, Mathew Perry, quien falleció en octubre del año pasado ahogado en una tina luego de consumir ketamina, puso el foco de atención en el abuso de esta sustancia que provoca una disociación en la que el paciente desconecta ciertas funciones cerebrales.El de Perry, quien caracterizaba a simpático Chandler en la popular serie de la televisión estadounidense, es solo uno de los casos más mediáticos en un país donde más de 270 personas mueren a diario por sobredosis de distintas drogas, según las estadísticas más recientes de los Centros de Control de Enfermedades (CDC).Datos provisionales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC indican que hubo un estimado de 107.543 muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos durante 2023, una disminución del 3% de las 111.029 muertes estimadas en 2022.La felicidad llega por correoEn este contexto, empresas consideradas como startups como Mindbloom pueden enviar a sus clientes dosis de ketamina vía correo."Como nada que hayas probado antes", indica la publicidad de esta exitosa compañía en su página de internet. "Experimente un alivio rápido que le cambiará la vida con la terapia guiada de ketamina en casa", afirma el mensaje publicitario aunado a imágenes de personas sonrientes cómodamente recostadas con un antifaz o leyendo en un espacio al aire libre."Mindbloom me ha ayudado a recuperar el control de mi vida. Me siento libre", dice Dan, un ingeniero de ventas en uno de los testimonios destacados por la empresa. "La ketamina silenció los pensamientos constantes que me han estado torturando durante la mayor parte de mi vida", afirma Jeff, propietario de un negocio. "En pocas sesiones, Mindbloom me salvó la vida", asegura John, gerente en una tienda minorista."No podía sentir felicidad antes del tratamiento con ketamina. Ahora sí", confiesa Lara, una practicante de enfermería en otro de los mensajes destacados por la empresa que se presenta como un grupo de "clínicos, tecnólogos, pacientes e investigadores que nos asociamos para aumentar el acceso a tratamientos de salud mental respaldados por la ciencia, empezando por la terapia guiada con ketamina para la depresión y la ansiedad".El proceso para acceder al tratamiento es sencillo y se puede completar en cinco pasos. Primero, el cliente es contactado con un clínico con licencia de Mindbloom que revisará su historial de salud para asegurarse de que la terapia de ketamina es adecuada para él. El segundo paso es recibir una Bloombox en la puerta de su casa. "Tu Bloombox contiene todo lo que necesitas para completar tu tratamiento con ketamina desde casa", dice la compañía en las instrucciones para acceder al "programa".El tercer paso es contactar con un guía Mindbloom que le ayudará "con confianza y seguridad" a administrar su medicamento y finalmente vendrá la primera sesión: "Tras preparar su espacio, comience el tratamiento colocando el comprimido de ketamina entre la mejilla y las encías. Los efectos del medicamento duran aproximadamente 1 hora, durante la cual te relajarás en un sofá o en la cama con un antifaz puesto", recomienda Mindbloom.La empresa sugiere después elegir entre uno de los más de 12 programas con los que cuenta, entre ellos "Aprendiendo a amarte", "Más allá de la depresión", "Superando la ansiedad", "Recuperándose del fracaso y el rechazo", "Reparando la confianza y la intimidad" o "Vencer el agotamiento".Un anestésico con usos diversosLa ketamina es un medicamento que bloquea los receptores que son los que hacen que una persona integre muchas funciones cerebrales y que construyan memorias, explica el doctor Héctor Frisbie, médico cirujano que practica medicina en Estados Unidos desde hace 14 años donde, entre otras actividades, dirigió una clínica de adicciones.La Agencia federal para Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU aún no aprueba el uso de la ketamina para tratar males mentales como la depresión o la ansiedad, pero muchas personas en el país lo están utilizando justamente con esos fines y tratamientos como los que ofrece Mindbloom son cada vez más populares.De acuerdo con el doctor Frisbie, la ketamina produce una relajación extrema y existe un riesgo de que se utilice por arriba de la dosis que se tiene que utilizar.Es el caso de Perry, explica el médico cirujano, quien no murió por sobredosis, sino ahogado en una tina de baño después de haber consumido ketamina. "Como tenía disociados los sentidos él no reaccionaba y no se daba cuenta de los peligros ni nada de esto (…) Él se murió ahogado porque tenía una alta cantidad de ketamina en el cuerpo; se metió en un jacuzzi que tenía en su casa, seguramente se resbaló y, como no tenía la capacidad de levantarse ni moverse porque estaba pues parcialmente anestesiado, se ahogó", asegura el especialista.El doctor destaca que la ketamina se ha usado como anestésico desde hace años e incluso en el medio de los anestesistas en México se conoce como la "ketaloca" porque muchos pacientes comienzan a gritar, se ponen paranoicos o tienen alucinaciones.Sin embargo, señala el médico graduado en Alta Dirección en Instituciones de Salud Pública en el IPADE, sí se ha registrado un mayor uso de la ketamina entre los estadounidenses para tratar males para la que no fue creado el medicamento, lo que se conoce como uso off label.Consumo de drogas, una cuestión cultural"La sociedad norteamericana es una sociedad a la que le gustan mucho las drogas recreativas; eso forma parte de la cultura de los norteamericanos. El 80% de los estudiantes, cuando terminan la preparatoria, han probado alguna droga por lo menos alguna vez; es altísimo el nivel de consumo de drogas, es una cuestión cultural, así como en México es el comer tacos, aquí en Estados Unidos es consumir drogas", dice el doctor Frisbie."Por eso la industria que se dedica a producir sustancias disociativas, anestésicas, psicotrópicas, es muy fuerte aquí en Estados Unidos. La ketamina se empezó a utilizar para eso y aquí les gusta mucho utilizar este tipo de drogas", asegura el médico cirujano, quien fue director general del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato entre otros cargos en instituciones públicas y privadas en México y EEUU."Es muy frecuente que la gente utilice las drogas así y los laboratorios lo saben; lo que pasa es que ellos venden el medicamento y ganan mucho dinero y se hacen de la vista gorda y quien asume la responsabilidad es el médico que escribe la receta", afirma el experto.De acuerdo con el médico, en Estados Unidos es una práctica común entre médicos la venta ilegal de medicamentos controlados como la ketamina. En el caso de Perry, afirma, le vendían las dosis de ketamina hasta en 8.000 dólares cuando su precio en el mercado es de alrededor de 15 dólares.Desesperanza, tristeza, desilusiónAl hablar sobre las causas de este aumento en el consumo y abuso de sustancias como la ketamina, el doctor Frisbie señala factores como la situación económica por la que atraviesa Estados Unidos. Asegura que después de las elecciones de noviembre habrá una recesión económica de la que nadie habla ahora por el periodo de campañas."Hay mucha gente que no gana lo suficiente, todo está muy caro, la situación económica en Estados Unidos no está bien y eso hace que la gente tenga menos oportunidades, por ejemplo, ascender; la movilidad social aquí en Estados Unidos es muy difícil, estudiar es muy complicado", explica el médico quien participa regularmente en entrevistas de salud en diversos medios en México y EEUU y tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud.Arrogancia y superioridadIndependientemente de esta crisis coyuntural, dice el médico especialista en adicciones, hay otros factores personales y socioeconómicos que explican la tendencia de los estadounidenses a abusar de las drogas.Para el doctor Frisbie, la sociedad norteamericana tiene una incapacidad para tener autocrítica y para analizarse. "Ellos creen que son el centro del mundo y eso trasciende la conducta individual de las personas y es por eso que no reconocen que está mal", concluye.
El abuso en Estados Unidos de la ketamina, un medicamento creado originalmente como anestésico, pero que ahora muchos habitantes usan en tratamientos para males mentales como depresión y ansiedad se ha popularizado al grado de que hay 'startups' que envían a sus clientes dosis por mensajería.
La muerte del famoso actor de la serie Friends, Mathew Perry, quien falleció en octubre del año pasado ahogado en una tina luego de consumir ketamina, puso el foco de atención en el abuso de esta sustancia que provoca una disociación en la que el paciente desconecta ciertas funciones cerebrales.
El de Perry, quien caracterizaba a simpático Chandler en la popular serie de la televisión estadounidense, es solo uno de los casos más mediáticos en un país donde más de 270 personas mueren a diario por sobredosis de distintas drogas, según las estadísticas más recientes de los Centros de Control de Enfermedades (CDC).
Datos provisionales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC indican que hubo un estimado de 107.543 muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos durante 2023, una disminución del 3% de las 111.029 muertes estimadas en 2022.
La felicidad llega por correo
En este contexto, empresas consideradas como startups como Mindbloom pueden enviar a sus clientes dosis de ketamina vía correo.
"Como nada que hayas probado antes", indica la publicidad de esta exitosa compañía en su página de internet. "Experimente un alivio rápido que le cambiará la vida con la terapia guiada de ketamina en casa", afirma el mensaje publicitario aunado a imágenes de personas sonrientes cómodamente recostadas con un antifaz o leyendo en un espacio al aire libre.
"Mindbloom me ha ayudado a recuperar el control de mi vida. Me siento libre", dice Dan, un ingeniero de ventas en uno de los testimonios destacados por la empresa. "La ketamina silenció los pensamientos constantes que me han estado torturando durante la mayor parte de mi vida", afirma Jeff, propietario de un negocio. "En pocas sesiones, Mindbloom me salvó la vida", asegura John, gerente en una tienda minorista.
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"No podía sentir felicidad antes del tratamiento con ketamina. Ahora sí", confiesa Lara, una practicante de enfermería en otro de los mensajes destacados por la empresa que se presenta como un grupo de "clínicos, tecnólogos, pacientes e investigadores que nos asociamos para aumentar el acceso a tratamientos de salud mental respaldados por la ciencia, empezando por la terapia guiada con ketamina para la depresión y la ansiedad".
El proceso para acceder al tratamiento es sencillo y se puede completar en cinco pasos. Primero, el cliente es contactado con un clínico con licencia de Mindbloom que revisará su historial de salud para asegurarse de que la terapia de ketamina es adecuada para él. El segundo paso es recibir una Bloombox en la puerta de su casa. "Tu Bloombox contiene todo lo que necesitas para completar tu tratamiento con ketamina desde casa", dice la compañía en las instrucciones para acceder al "programa".
El tercer paso es contactar con un guía Mindbloom que le ayudará "con confianza y seguridad" a administrar su medicamento y finalmente vendrá la primera sesión: "Tras preparar su espacio, comience el tratamiento colocando el comprimido de ketamina entre la mejilla y las encías. Los efectos del medicamento duran aproximadamente 1 hora, durante la cual te relajarás en un sofá o en la cama con un antifaz puesto", recomienda Mindbloom.
La empresa sugiere después elegir entre uno de los más de 12 programas con los que cuenta, entre ellos "Aprendiendo a amarte", "Más allá de la depresión", "Superando la ansiedad", "Recuperándose del fracaso y el rechazo", "Reparando la confianza y la intimidad" o "Vencer el agotamiento".
Un anestésico con usos diversos
La ketamina es un medicamento que bloquea los receptores que son los que hacen que una persona integre muchas funciones cerebrales y que construyan memorias, explica el doctor Héctor Frisbie, médico cirujano que practica medicina en Estados Unidos desde hace 14 años donde, entre otras actividades, dirigió una clínica de adicciones.
"La ketamina es un medicamento disociativo de las funciones cerebrales, desconecta funciones cerebrales, y es por eso que tiene indicación médica como anestésico", explica el doctor Frisbie en entrevista con Sputnik.
La Agencia federal para Alimentos y Medicamentos (FDA) de EEUU aún no aprueba el uso de la ketamina para tratar males mentales como la depresión o la ansiedad, pero muchas personas en el país lo están utilizando justamente con esos fines y tratamientos como los que ofrece Mindbloom son cada vez más populares.
De acuerdo con el doctor Frisbie, la ketamina produce una relajación extrema y existe un riesgo de que se utilice por arriba de la dosis que se tiene que utilizar.
All of these factors can help us lead our lives with a more open-minded approach. We become curious about different perspectives and more willing to explore new ideas.… pic.twitter.com/xxP1NBYKxT
Es el caso de Perry, explica el médico cirujano, quien no murió por sobredosis, sino ahogado en una tina de baño después de haber consumido ketamina. "Como tenía disociados los sentidos él no reaccionaba y no se daba cuenta de los peligros ni nada de esto (…) Él se murió ahogado porque tenía una alta cantidad de ketamina en el cuerpo; se metió en un jacuzzi que tenía en su casa, seguramente se resbaló y, como no tenía la capacidad de levantarse ni moverse porque estaba pues parcialmente anestesiado, se ahogó", asegura el especialista.
"Lo que pasa es que a una persona que tiene depresión, es muy probable que si tú le das una sustancia como la ketamina que la desconecta; es decir, la disocia, se sienta muy bien porque ya no está consciente de todos los factores de su vida personal o incluso de lo que no existe, pero que se imagina que existe y que le deprime", explica Frisbie.
El doctor destaca que la ketamina se ha usado como anestésico desde hace años e incluso en el medio de los anestesistas en México se conoce como la "ketaloca" porque muchos pacientes comienzan a gritar, se ponen paranoicos o tienen alucinaciones.
Sin embargo, señala el médico graduado en Alta Dirección en Instituciones de Salud Pública en el IPADE, sí se ha registrado un mayor uso de la ketamina entre los estadounidenses para tratar males para la que no fue creado el medicamento, lo que se conoce como uso off label.
"La sociedad norteamericana es una sociedad a la que le gustan mucho las drogas recreativas; eso forma parte de la cultura de los norteamericanos. El 80% de los estudiantes, cuando terminan la preparatoria, han probado alguna droga por lo menos alguna vez; es altísimo el nivel de consumo de drogas, es una cuestión cultural, así como en México es el comer tacos, aquí en Estados Unidos es consumir drogas", dice el doctor Frisbie.
"Por eso la industria que se dedica a producir sustancias disociativas, anestésicas, psicotrópicas, es muy fuerte aquí en Estados Unidos. La ketamina se empezó a utilizar para eso y aquí les gusta mucho utilizar este tipo de drogas", asegura el médico cirujano, quien fue director general del Hospital de Alta Especialidad Materno Infantil en León, Guanajuato entre otros cargos en instituciones públicas y privadas en México y EEUU.
"Para los laboratorios su principal objetivo, aunque no lo confiesen así, es ganar dinero y ellos saben que lo que están haciendo es lo que se conoce como 'diversión' que es cuando tú utilizas una droga para un fin diferente al que fue diseñado".
"Es muy frecuente que la gente utilice las drogas así y los laboratorios lo saben; lo que pasa es que ellos venden el medicamento y ganan mucho dinero y se hacen de la vista gorda y quien asume la responsabilidad es el médico que escribe la receta", afirma el experto.
De acuerdo con el médico, en Estados Unidos es una práctica común entre médicos la venta ilegal de medicamentos controlados como la ketamina. En el caso de Perry, afirma, le vendían las dosis de ketamina hasta en 8.000 dólares cuando su precio en el mercado es de alrededor de 15 dólares.
"Hay algunos médicos, hay algunas compañías que inventan nombres; por ejemplo, utilizan tu nombre, tu fecha de nacimiento, hacen un expediente y hacen como que te lo están recetando a ti, pero en realidad se lo están recetando a ellos mismos, a ellos les llega la medicina a donde ellos decidan y entonces se ponen a venderla justamente para un uso diferente al que fue diseñado ese medicamento", afirma Frisbie.
Desesperanza, tristeza, desilusión
Al hablar sobre las causas de este aumento en el consumo y abuso de sustancias como la ketamina, el doctor Frisbie señala factores como la situación económica por la que atraviesa Estados Unidos. Asegura que después de las elecciones de noviembre habrá una recesión económica de la que nadie habla ahora por el periodo de campañas.
"Hay mucha gente que no gana lo suficiente, todo está muy caro, la situación económica en Estados Unidos no está bien y eso hace que la gente tenga menos oportunidades, por ejemplo, ascender; la movilidad social aquí en Estados Unidos es muy difícil, estudiar es muy complicado", explica el médico quien participa regularmente en entrevistas de salud en diversos medios en México y EEUU y tiene un canal educativo en YouTube en aspectos de Salud.
"Por primera vez estamos viendo que las generaciones que nos siguen a nosotros, a las personas que tenemos 50 o 60 años, nuestros hijos, no van a vivir mejor que nosotros. Nosotros vamos a vivir mejor que ellos económicamente hablando y antes la sociedad norteamericana se caracterizaba porque progresaban y eran mejores y eso genera una crisis en los muchachos, en las muchachas porque no tienen esperanza, no tienen confianza", dice el médico.
Independientemente de esta crisis coyuntural, dice el médico especialista en adicciones, hay otros factores personales y socioeconómicos que explican la tendencia de los estadounidenses a abusar de las drogas.
"Los norteamericanos creen que son superiores a todo el mundo (…) Eso se llama entitlement, que ellos piensan que son superiores a los demás, esa arrogancia los hace no reconocer conductas nocivas como la adicción a las drogas como un error, como una deficiencia formativa; ellos entonces lo que hacen es que lo integran a su cultura y dicen que no está mal experimentar", dice Frisbie.
Para el doctor Frisbie, la sociedad norteamericana tiene una incapacidad para tener autocrítica y para analizarse.
"Ellos creen que son el centro del mundo y eso trasciende la conducta individual de las personas y es por eso que no reconocen que está mal", concluye.
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