"La última humillación de Macron": los Juegos Olímpicos, un dolor de cabeza para Francia
"La última humillación de Macron": los Juegos Olímpicos, un dolor de cabeza para Francia
Sputnik Mundo
Las Olimpiadas podrían ser la última humillación para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ante la debilidad de su gobierno y lo que parecen ser varios... 22.07.2024, Sputnik Mundo
Se esperaba que las Olimpiadas de Paris 2024 fueran un gran escaparate para que Macron luciera como un importante mandatario a nivel internacional; sin embargo, su reciente derrota electoral y problemas al interior de su gobierno las podrían convertir en su última humillación pública.De acuerdo con un artículo de The Telegraph titulado "Los Juegos Olímpicos serán la última humillación de Macron", más que en una bendición para la administración del mandatario, la justa deportiva se ha convertido en un dolor de cabeza, pues, entre otras cuestiones, los habitantes de la capital francesa están molestos ante las modificaciones que han tenido que realizarse en las calles y que impiden el libre tránsito.Uno de los mayores problemas son las 44.000 vallas de acero de 2,5 metros erigidas para separar las zonas olímpicas del resto de la ciudad, obligando a los peatones a caminar cientos de metros solo para cruzar una calle, puestas con el objetivo de trasladar velozmente a los atletas.Por otro lado el sector servicios se queja de que, lejos de beneficiarse de la bonanza olímpica prometida, están perdiendo negocio en comparación con un año común.El evento deportivo, que arranca a finales de julio en la capital francesa, será una calamidad para los hoteles y restaurantes locales, ya que los visitantes están siendo disuadidos por los altos precios y los protocolos de seguridad desmedidos, advirtió la industria hotelera del propio país.Frank Delvau, jefe del Sindicato de hoteleros y restauradores de la región de París, fue el más reciente dirigente francés de alto perfil en sonar la alarma sobre el inminente fracaso de los Juegos Olímpicos, que se desarrollaran en la capital francesa desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto.Hablando con la web financiera Capital, Delvau mencionó la información que indica que los hoteles en París tendrán un promedio de ocupación del 70% durante ese período y que los restaurantes y cafés ya vaticinan una recaudación menor de lo habitual para este verano. "Las perspectivas son desastrosas", advirtió. La limpieza del río Sena también se ha convertido en un tema polémico y hasta de burla entre los franceses, pues tanto la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, como Macron se comprometieron a nadar en esa agua para demostrar que está lo suficientemente limpia para que se lleven a cabo ahí algunas competencias.El pasado 17 de julio, Hidalgo cumplió su promesa, pero no así el presidente Macron. De todos modos siguen vigentes las dudas sobre la limpieza del río, pese a que el gobierno de Francia ha gastado alrededor de 1.400 millones de euros para lograrlo.A pesar de todos los esfuerzos, la administración local no puede controlar el factor meteorológico clave. Tras unos días de lluvia, el sistema de alcantarillado de la capital puede desbordarse, y entonces las aguas residuales con bacterias volverán a fluir hacia el Sena. En junio, la situación fue decepcionante, el contenido de bacterias Escherichia coli superaba en 10 veces la cifra permitida.
Las Olimpiadas podrían ser la última humillación para el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ante la debilidad de su gobierno y lo que parecen ser varios problemas en la organización del evento deportivo.
Se esperaba que las Olimpiadas de Paris 2024 fueran un gran escaparate para que Macron luciera como un importante mandatario a nivel internacional; sin embargo, su reciente derrota electoral y problemas al interior de su gobierno las podrían convertir en su última humillación pública.
De acuerdo con un artículo de The Telegraph titulado "Los Juegos Olímpicos serán la última humillación de Macron", más que en una bendición para la administración del mandatario, la justa deportiva se ha convertido en un dolor de cabeza, pues, entre otras cuestiones, los habitantes de la capital francesa están molestos ante las modificaciones que han tenido que realizarse en las calles y que impiden el libre tránsito.
"Se suponía que los Juegos Olímpicos iban a ser el momento culminante de Macron. En cambio, han estado, y siguen estando, plagados de terribles titulares y enormes trastornos para los parisinos", se lee en artículo.
Uno de los mayores problemas son las 44.000 vallas de acero de 2,5 metros erigidas para separar las zonas olímpicas del resto de la ciudad, obligando a los peatones a caminar cientos de metros solo para cruzar una calle, puestas con el objetivo de trasladar velozmente a los atletas.
Por otro lado el sector servicios se queja de que, lejos de beneficiarse de la bonanza olímpica prometida, están perdiendo negocio en comparación con un año común.
El evento deportivo, que arranca a finales de julio en la capital francesa, será una calamidad para los hoteles y restaurantes locales, ya que los visitantes están siendo disuadidos por los altos precios y los protocolos de seguridad desmedidos, advirtió la industria hotelera del propio país.
Frank Delvau, jefe del Sindicato de hoteleros y restauradores de la región de París, fue el más reciente dirigente francés de alto perfil en sonar la alarma sobre el inminente fracaso de los Juegos Olímpicos, que se desarrollaran en la capital francesa desde el 26 de julio hasta el 11 de agosto.
Hablando con la web financiera Capital, Delvau mencionó la información que indica que los hoteles en París tendrán un promedio de ocupación del 70% durante ese período y que los restaurantes y cafés ya vaticinan una recaudación menor de lo habitual para este verano. "Las perspectivas son desastrosas", advirtió.
La limpieza del río Sena también se ha convertido en un tema polémico y hasta de burla entre los franceses, pues tanto la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, como Macron se comprometieron a nadar en esa agua para demostrar que está lo suficientemente limpia para que se lleven a cabo ahí algunas competencias.
El pasado 17 de julio, Hidalgo cumplió su promesa, pero no así el presidente Macron. De todos modos siguen vigentes las dudas sobre la limpieza del río, pese a que el gobierno de Francia ha gastado alrededor de 1.400 millones de euros para lograrlo.
A pesar de todos los esfuerzos, la administración local no puede controlar el factor meteorológico clave. Tras unos días de lluvia, el sistema de alcantarillado de la capital puede desbordarse, y entonces las aguas residuales con bacterias volverán a fluir hacia el Sena. En junio, la situación fue decepcionante, el contenido de bacterias Escherichia coli superaba en 10 veces la cifra permitida.
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