Cada vez más cerca de China que de EEUU: México prefiere los autos y las inversiones de Pekín
Cada vez más cerca de China que de EEUU: México prefiere los autos y las inversiones de Pekín
Sputnik Mundo
La industria automotriz mexicana se nutre, entre otros factores, de las inversiones que realizan las compañías chinas del sector, lo que ha llevado a que uno... 04.12.2023, Sputnik Mundo
Según un análisis realizado por el experto, que Sputnik entrevistó, a partir de 2021 China comenzó a enviar a México sus propias marcas, con una gran recepción entre los consumidores del país latinoamericano.Esto va en línea con las estimaciones de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), que prevé que los autos de la nación asiática representen hasta 20% de las ventas totales mexicanas para este cierre de 2023. Prueba de la preferencia en México por los autos chinos son los datos de la empresa de análisis de datos JD Power. Tan solo de enero a octubre se vendieron en el país latinoamericano 102.271 vehículos originarios del gigante asiático, de 11 marcas distintas: MG, Chirey, Omoda, JAC, Changan, JMC, BAIC, BYD, Geely, Great Wall Motors y GAC.Pero este crecimiento no es nuevo. De acuerdo con el maestro en relaciones internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Ignacio Martínez, esto inició a mediados de la década de 1990 con el comercio de autopartes, pero ha cimentado su presencia conforme avanza el siglo XXI, años clave para el crecimiento de China como potencia económica planetaria."El salto de la industria automotriz tradicional se da a inicios de este siglo y, a raíz de que China ha invertido fuertemente en las nuevas tecnologías, principalmente en el último quinquenio, Pekín da el salto a la electromovilidad", comenta en una charla para este medio.De esta manera, las empresas automotrices chinas comenzaron a ofrecer vehículos eléctricos al público mexicano.Factores para el éxitoSegún los expertos, algunos de los factores que hacen exitosos a los autos chinos, ya sean eléctricos o no, incluyen los bajos precios que ofrecen a los mexicanos y la calidad de sus vehículos.Otra causa de su recepción en la nación latinoamericana, apunta Xuedong, fue la crisis sanitaria del COVID-19. "Sabemos que durante la pandemia hubo escasez de los chips o semiconductores. Esto afectó la producción, no solo afectó a México o EEUU, también pararon los armadores de países como India, Indonesia y Japón (...), lo que le dio oportunidad a los autos chinos", expone.Otro rubro es el equipamiento y comodidad de estos vehículos, donde los usuarios no deben pagar grandes sumas de dinero por tener el coche de sus sueños.Un aspecto que rescata Martínez es la rapidez en tiempos de entrega por parte de las compañías automotrices chinas."¿Qué es lo que están haciendo ahora las empresas chinas en México? Trasladar su punto de logística al territorio para evitar dependencias, lo que no ha logrado EEUU, al menos en los autos eléctricos. Por ello, los avances son más ágiles", acota.Trenes: otra carta fuerteAdemás de los autos, otra carta fuerte para las empresas chinas en México es el sector ferroviario. Esto va alineado con el interés que tiene el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en revivir el mercado de los trenes de pasajeros, con proyectos clave, como las vías del Tren Maya, para la Península de Yucatán; el Interoceánico, que une los puertos estratégicos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, y El Insurgente, por conectar las capitales de la Ciudad y el Estado de México, las dos entidades más pobladas de toda la nación. Esta jugada del mandatario se presenta luego de que durante más de 20 años México apostara solo al transporte de carga a través de las líneas férreas, cuestión que también busca ajustar López Obrador en favor de la ciudadanía.Al respecto, el fundador del Centro de Estudios China-México detalla que ambas naciones pueden llegar a un buen término para seguir impulsando sus colaboraciones en este ámbito, ya que Pekín se ha convertido en un ejemplo a seguir en la industria de la movilidad."Esto puede abarcar ámbitos como la fabricación de vagones o los sistemas de electrificación de los rines de los carriles, porque el presidente mexicano hizo énfasis en que no se trata de un tren de pasajeros normal, sino que tendrá una mejor tecnología", considera.Y esto se refleja más allá del sur de México; es visible en la capital de la nación latinoamericana, con proyectos como la modernización de la línea 1 del metro, que corre del poniente al oriente de la ciudad, o los trolebuses eléctricos de la zona centro del mismo núcleo urbano."China tiene, en la actualidad, su mejor etapa en el sector ferroviario gracias al despliegue de sus tecnologías de punta", puntualiza Xuedong.Más cercanía entre China y MéxicoLos transportes son un punto relevante en el vínculo entre China y México, pero puede haber aún más diálogo y acuerdos tras la reunión de los presidentes Xi Jinping y López Obrador, en el marco del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).En ella, acordaron mantener la buena relación bilateral y también la compra de electrodomésticos chinos por parte del Gobierno mexicano para ayudar a la población afectada por el huracán Otis, que azotó al estado sureño de Guerrero a finales de octubre, particularmente al puerto de Acapulco."Las empresas chinas ya ven a México como un destino muy atractivo para instalar sus plantas productivas y, en esto, no solamente es para fabricar el producto que se consumirá, sino para proveer a los fabricantes en el territorio mexicano (...). Están llegando inversiones para dar insumos con fines intermedios", señala Xuedong.En la actualidad, China y México compiten por la primacía de asociación comercial con Estados Unidos, mientras se sostienen a través de la diplomacia y el intercambio de productos como teléfonos y minerales de cobre.Datos de la Secretaría de Economía mexicana revelan que, desde enero de 1999 a junio de 2023, México ha recibido un total de 2,575 millones en inversión extranjera directa proveniente de China, distribuidos en nuevas inversiones, cuentas entre compañías y reinversión de utilidades.
La industria automotriz mexicana se nutre, entre otros factores, de las inversiones que realizan las compañías chinas del sector, lo que ha llevado a que uno de cada cinco autos comercializados en la nación latinoamericana sean originarios de China, refiere el fundador del Centro de Estudios sobre ambos países, Xuedong Liu.
Según un análisis realizado por el experto, que Sputnik entrevistó, a partir de 2021 China comenzó a enviar a México sus propias marcas, con una gran recepción entre los consumidores del país latinoamericano.
"Chirey y Changan tienen mucha presencia (...). Si las cifras de ventas de automóviles incluyeran tanto las grandes marcas chinas como no chinas, los vehículos hechos en [Pekín] ya representarían cerca del 20% de los comercializados en territorio mexicano. Es decir, por cada cinco, uno de ellos es chino", expone.
Esto va en línea con las estimaciones de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA), que prevé que los autos de la nación asiática representen hasta 20% de las ventas totales mexicanas para este cierre de 2023.
Prueba de la preferencia en México por los autos chinos son los datos de la empresa de análisis de datos JD Power. Tan solo de enero a octubre se vendieron en el país latinoamericano 102.271 vehículos originarios del gigante asiático, de 11 marcas distintas: MG, Chirey, Omoda, JAC, Changan, JMC, BAIC, BYD, Geely, Great Wall Motors y GAC.
Pero este crecimiento no es nuevo. De acuerdo con el maestro en relaciones internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Ignacio Martínez, esto inició a mediados de la década de 1990 con el comercio de autopartes, pero ha cimentado su presencia conforme avanza el siglo XXI, años clave para el crecimiento de China como potencia económica planetaria.
"El salto de la industria automotriz tradicional se da a inicios de este siglo y, a raíz de que China ha invertido fuertemente en las nuevas tecnologías, principalmente en el último quinquenio, Pekín da el salto a la electromovilidad", comenta en una charla para este medio.
De esta manera, las empresas automotrices chinas comenzaron a ofrecer vehículos eléctricos al público mexicano.
"De cinco años para acá, la industria automotriz eléctrica de China ya tiene niveles de competitividad incluso por arriba de los de Estados Unidos [a nivel mundial], al grado que, en México, de 10 autos de este tipo que se venden en el país, nueve son chinos", agrega.
Según los expertos, algunos de los factores que hacen exitosos a los autos chinos, ya sean eléctricos o no, incluyen los bajos precios que ofrecen a los mexicanos y la calidad de sus vehículos.
Otra causa de su recepción en la nación latinoamericana, apunta Xuedong, fue la crisis sanitaria del COVID-19. "Sabemos que durante la pandemia hubo escasez de los chips o semiconductores. Esto afectó la producción, no solo afectó a México o EEUU, también pararon los armadores de países como India, Indonesia y Japón (...), lo que le dio oportunidad a los autos chinos", expone.
Otro rubro es el equipamiento y comodidad de estos vehículos, donde los usuarios no deben pagar grandes sumas de dinero por tener el coche de sus sueños.
Un aspecto que rescata Martínez es la rapidez en tiempos de entrega por parte de las compañías automotrices chinas.
"¿Qué es lo que están haciendo ahora las empresas chinas en México? Trasladar su punto de logística al territorio para evitar dependencias, lo que no ha logrado EEUU, al menos en los autos eléctricos. Por ello, los avances son más ágiles", acota.
Trenes: otra carta fuerte
Además de los autos, otra carta fuerte para las empresas chinas en México es el sector ferroviario. Esto va alineado con el interés que tiene el Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en revivir el mercado de los trenes de pasajeros, con proyectos clave, como las vías del Tren Maya, para la Península de Yucatán; el Interoceánico, que une los puertos estratégicos de Coatzacoalcos y Salina Cruz, y El Insurgente, por conectar las capitales de la Ciudad y el Estado de México, las dos entidades más pobladas de toda la nación.
Esta jugada del mandatario se presenta luego de que durante más de 20 años México apostara solo al transporte de carga a través de las líneas férreas, cuestión que también busca ajustar López Obrador en favor de la ciudadanía.
"En lo que va del año, he contabilizado al menos 23 proyectos, principalmente ubicados en el sureste del país, donde hay participación de China con alianzas. Por ejemplo, tiene presencia en el Tren Maya a través de Mota Engil y, con ello, también entra CCCC (China Communications Construction Company)", señala el internacionalista de la UNAM.
Al respecto, el fundador del Centro de Estudios China-México detalla que ambas naciones pueden llegar a un buen término para seguir impulsando sus colaboraciones en este ámbito, ya que Pekín se ha convertido en un ejemplo a seguir en la industria de la movilidad.
"Esto puede abarcar ámbitos como la fabricación de vagones o los sistemas de electrificación de los rines de los carriles, porque el presidente mexicano hizo énfasis en que no se trata de un tren de pasajeros normal, sino que tendrá una mejor tecnología", considera.
Y esto se refleja más allá del sur de México; es visible en la capital de la nación latinoamericana, con proyectos como la modernización de la línea 1 del metro, que corre del poniente al oriente de la ciudad, o los trolebuses eléctricos de la zona centro del mismo núcleo urbano.
"China tiene, en la actualidad, su mejor etapa en el sector ferroviario gracias al despliegue de sus tecnologías de punta", puntualiza Xuedong.
Más cercanía entre China y México
Los transportes son un punto relevante en el vínculo entre China y México, pero puede haber aún más diálogo y acuerdos tras la reunión de los presidentes Xi Jinping y López Obrador, en el marco del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés).
En ella, acordaron mantener la buena relación bilateral y también la compra de electrodomésticos chinos por parte del Gobierno mexicano para ayudar a la población afectada por el huracán Otis, que azotó al estado sureño de Guerrero a finales de octubre, particularmente al puerto de Acapulco.
"Las empresas chinas ya ven a México como un destino muy atractivo para instalar sus plantas productivas y, en esto, no solamente es para fabricar el producto que se consumirá, sino para proveer a los fabricantes en el territorio mexicano (...). Están llegando inversiones para dar insumos con fines intermedios", señala Xuedong.
En la actualidad, China y México compiten por la primacía de asociación comercial con Estados Unidos, mientras se sostienen a través de la diplomacia y el intercambio de productos como teléfonos y minerales de cobre.
Datos de la Secretaría de Economía mexicana revelan que, desde enero de 1999 a junio de 2023, México ha recibido un total de 2,575 millones en inversión extranjera directa proveniente de China, distribuidos en nuevas inversiones, cuentas entre compañías y reinversión de utilidades.
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