La posibilidad de colaboración científica entre Cuba y Rusia "es amplia y diversa" | Video
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Sputnik Mundo
Desde programas vinculados a la resiliencia urbana y la sequía, hasta la construcción de un observatorio, el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) de La... 26.07.2023, Sputnik Mundo
Uno de los proyectos más significativos fue la construcción, en la capital isleña, del Observatorio Cubano-Ruso, inaugurado en enero de 2022. Cuenta con un astrógrafo, que constituye parte del instrumental aportado por la nación euroasiática, en una primera etapa, mediante los convenios firmados con el Instituto Nacional de Astronomía de Rusia y el Instituto de Astronomía Aplicada.Ese telescopio permite la obtención de imágenes de gran campo, que abarcan una numerosa cantidad de objetos, si bien el trabajo hasta la fecha radica fundamentalmente en la observación de estrellas variables de rotación rápida.También practican el análisis de asteroides, aún de manera incipiente. "El estudio sobre cuerpos menores del sistema solar aporta explicaciones sobre el surgimiento de la vida en la Tierra y el desarrollo futuro del planeta", detalló el especialista.Alonso refirió que mantienen continua comunicación con los expertos rusos, durante las visitas que ellos realizan a la nación caribeña, para el impulso de proyectos conjuntos asociados a la investigación de los objetos astronómicos luminosos.¿Cómo es el telescopio donado por Rusia?El equipo donado por Rusia es un astrógrafo profesional y de grandes prestaciones, afirmó Alonso. Aunque tenga un espejo de solo 20 centímetros de diámetro, permite la búsqueda de infinidad de objetos, entre ellos, supernovas, la observación de la estructura de la galaxia y contrapartidas ópticas de destellos de rayos gamma surgidos de explosiones de energía registradas en galaxias distantes."La posibilidad de colaboración es amplia y diversa. Esto es la primera vez que se hace en Cuba. Transitamos de instrumentos bastante antiguos, hasta esta posibilidad de incorporar tecnología moderna. El telescopio está equipado con un carrusel de filtros fotométrico que favorece la obtención de imágenes del fondo del cielo en distintos rangos de frecuencias luminosas", indicó.Antes de la inclusión de estas herramientas en el IGA, era casi imposible la materialización de ese tipo de investigaciones, reconoció Alonso, ya que la astronomía en la mayor de las Antillas se ejecutaba a partir del soporte de placas fotográficas.De igual manera, subrayó el ingeniero, el telescopio cuenta con una cámara CCD de 4096 x 4096 píxeles, condicionada para la reducción del ruido térmico y el registro de imágenes muy débiles, y una montura automatizada que contribuye a su orientación precisa y al rastreo del movimiento sideral de las estrellas, como consecuencia de la rotación de la Tierra. Las fotografías obtenidas en este proceso poseen una alta calidad.De acuerdo con Alonso, prevén en el futuro trasladar el observatorio hacia el Valle de Picadura, en la occidental provincia de Mayabeque, "provista de condiciones de cielo oscuro y pocas precipitaciones, en comparación con otras regiones del país".El experto indicó que la colaboración venidera entre Rusia y Cuba prevé la instalación de otros telescopios: uno de 25 centímetros y otro de un metro de diámetro, este último reflector, "que contribuirían a la observación de objetos más débiles".Asimismo, a partir de la ubicación en Valle de Picadura, los expertos rusos valoran la posibilidad de hacer observaciones de fuentes radioastronómicas y de otra índole.El observatorio posee, asimismo, una estación para el registro de las condiciones meteorológicas y un sistema de recepción de satélites de posicionamiento global."Si tenemos en cuenta la distancia entre esta estación receptora y las ubicadas en Rusia, podemos concretar numerosos estudios, desde el aumento de la precisión de este sistema hasta la percepción sobre movimientos de la corteza terrestre", profundizó Alonso.Proyección internacional del IGARespecto a la colaboración internacional, además de los convenios con las entidades rusas —especialmente con la Academia de Ciencias—, el Instituto mantiene un acuerdo de cooperación con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asociado al estudio de la ionosfera, campo magnético, clima espacial y paleomagnetismo.De igual manera, laboran en la materialización de un memorándum de entendimiento con China. El gigante asiático está interesado en la instalación en Cuba de un telescopio y del sistema de posicionamiento BeiDou, que complementaría el trabajo del Sistema Global de Navegación por Satélite de Rusia, conocido como Glonass, ya empleado en el observatorio.Ello robustecería los estudios realizados ya con ese sistema de navegación ruso, lanzado en octubre de 1982 y con 24 satélites activos en la actualidad. Al mismo tiempo, permitiría el cálculo con mayor precisión del contenido total electrónico de la ionosfera y la alta atmósfera, indicó a Sputnik María Elena Muñiz Sánchez, especialista en colaboración internacional.La experta del IGA, con una trayectoria de cuatro décadas en el departamento de Geofísica Espacial, informó, asimismo, sobre el intercambio con el Instituto de Hidráulica de Cantabria, en España —líder en la modelación realizada por el calentamiento global y del ascenso del nivel medio del mar—, en el campo de las afectaciones como consecuencia del cambio climático.Sumado a ello, el Instituto desarrolla proyectos con los países integrantes de Comunidad del Caribe (Caricom), a partir de la activa participación de la mayor de las Antillas en las investigaciones sobre peligro, vulnerabilidad y riesgo; así como con el Instituto del Ambiente de Estocolmo, en Suecia, para temas de agua y saneamiento, bioeconomía y economía circular.Ida Inés Pedroso Herrera, jefa del Departamento de Evaluación de Riesgos del IGA aludió a la preparación de convenios con la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y con naciones de América Latina en general.Debido a eso, sentenció Pedroso, la isla ha ganado prestigio y confianza en la transmisión de las "buenas prácticas y experiencias" a escala internacional.
Desde programas vinculados a la resiliencia urbana y la sequía, hasta la construcción de un observatorio, el Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA) de La Habana, en Cuba, mantiene una estrecha colaboración con instituciones de Rusia, encaminadas, según expertos entrevistados por Sputnik a la actualización de las temáticas científicas.
Uno de los proyectos más significativos fue la construcción, en la capital isleña, del Observatorio Cubano-Ruso, inaugurado en enero de 2022. Cuenta con un astrógrafo, que constituye parte del instrumental aportado por la nación euroasiática, en una primera etapa, mediante los convenios firmados con el Instituto Nacional de Astronomía de Rusia y el Instituto de Astronomía Aplicada.
Ese telescopio permite la obtención de imágenes de gran campo, que abarcan una numerosa cantidad de objetos, si bien el trabajo hasta la fecha radica fundamentalmente en la observación de estrellas variables de rotación rápida.
"Ello aporta ideas sobre determinadas etapas de la evolución del Sol en sus primeros millones de años de existencia y la explicación astrofísica de la evolución de las estrellas", explicó a Sputnik Antonio Alonso, ingeniero en Telecomunicaciones y especialista del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA).
También practican el análisis de asteroides, aún de manera incipiente. "El estudio sobre cuerpos menores del sistema solar aporta explicaciones sobre el surgimiento de la vida en la Tierra y el desarrollo futuro del planeta", detalló el especialista.
Así es el Observatorio Cubano-Ruso dentro del Instituto de Geofísica y Astronomía de La Habana. El mismo cuenta con tecnología rusa. Las investigaciones realizadas allí resultan vitales para ambos países, en particular, las alusivas a las estrellas variables manchadas. pic.twitter.com/ctW4AHeky4
— Sputnik Reporteros (@Sputnik_Report) July 24, 2023
Alonso refirió que mantienen continua comunicación con los expertos rusos, durante las visitas que ellos realizan a la nación caribeña, para el impulso de proyectos conjuntos asociados a la investigación de los objetos astronómicos luminosos.
¿Cómo es el telescopio donado por Rusia?
El equipo donado por Rusia es un astrógrafo profesional y de grandes prestaciones, afirmó Alonso. Aunque tenga un espejo de solo 20 centímetros de diámetro, permite la búsqueda de infinidad de objetos, entre ellos, supernovas, la observación de la estructura de la galaxia y contrapartidas ópticas de destellos de rayos gamma surgidos de explosiones de energía registradas en galaxias distantes.
"La posibilidad de colaboración es amplia y diversa. Esto es la primera vez que se hace en Cuba. Transitamos de instrumentos bastante antiguos, hasta esta posibilidad de incorporar tecnología moderna. El telescopio está equipado con un carrusel de filtros fotométrico que favorece la obtención de imágenes del fondo del cielo en distintos rangos de frecuencias luminosas", indicó.
Observatorio Cubano-Ruso. Instituto de Geofísica y Astronomía de La Habana.
Antes de la inclusión de estas herramientas en el IGA, era casi imposible la materialización de ese tipo de investigaciones, reconoció Alonso, ya que la astronomía en la mayor de las Antillas se ejecutaba a partir del soporte de placas fotográficas.
De igual manera, subrayó el ingeniero, el telescopio cuenta con una cámara CCD de 4096 x 4096 píxeles, condicionada para la reducción del ruido térmico y el registro de imágenes muy débiles, y una montura automatizada que contribuye a su orientación precisa y al rastreo del movimiento sideral de las estrellas, como consecuencia de la rotación de la Tierra. Las fotografías obtenidas en este proceso poseen una alta calidad.
De acuerdo con Alonso, prevén en el futuro trasladar el observatorio hacia el Valle de Picadura, en la occidental provincia de Mayabeque, "provista de condiciones de cielo oscuro y pocas precipitaciones, en comparación con otras regiones del país".
Observatorio Cubano-Ruso. Instituto de Geofísica y Astronomía de La Habana.
El experto indicó que la colaboración venidera entre Rusia y Cuba prevé la instalación de otros telescopios: uno de 25 centímetros y otro de un metro de diámetro, este último reflector, "que contribuirían a la observación de objetos más débiles".
Asimismo, a partir de la ubicación en Valle de Picadura, los expertos rusos valoran la posibilidad de hacer observaciones de fuentes radioastronómicas y de otra índole.
El observatorio posee, asimismo, una estación para el registro de las condiciones meteorológicas y un sistema de recepción de satélites de posicionamiento global.
"Si tenemos en cuenta la distancia entre esta estación receptora y las ubicadas en Rusia, podemos concretar numerosos estudios, desde el aumento de la precisión de este sistema hasta la percepción sobre movimientos de la corteza terrestre", profundizó Alonso.
Respecto a la colaboración internacional, además de los convenios con las entidades rusas —especialmente con la Academia de Ciencias—, el Instituto mantiene un acuerdo de cooperación con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asociado al estudio de la ionosfera, campo magnético, clima espacial y paleomagnetismo.
De igual manera, laboran en la materialización de un memorándum de entendimiento con China. El gigante asiático está interesado en la instalación en Cuba de un telescopio y del sistema de posicionamiento BeiDou, que complementaría el trabajo del Sistema Global de Navegación por Satélite de Rusia, conocido como Glonass, ya empleado en el observatorio.
Ello robustecería los estudios realizados ya con ese sistema de navegación ruso, lanzado en octubre de 1982 y con 24 satélites activos en la actualidad. Al mismo tiempo, permitiría el cálculo con mayor precisión del contenido total electrónico de la ionosfera y la alta atmósfera, indicó a Sputnik María Elena Muñiz Sánchez, especialista en colaboración internacional.
La experta del IGA, con una trayectoria de cuatro décadas en el departamento de Geofísica Espacial, informó, asimismo, sobre el intercambio con el Instituto de Hidráulica de Cantabria, en España —líder en la modelación realizada por el calentamiento global y del ascenso del nivel medio del mar—, en el campo de las afectaciones como consecuencia del cambio climático.
Sumado a ello, el Instituto desarrolla proyectos con los países integrantes de Comunidad del Caribe (Caricom), a partir de la activa participación de la mayor de las Antillas en las investigaciones sobre peligro, vulnerabilidad y riesgo; así como con el Instituto del Ambiente de Estocolmo, en Suecia, para temas de agua y saneamiento, bioeconomía y economía circular.
Ida Inés Pedroso Herrera, jefa del Departamento de Evaluación de Riesgos del IGA aludió a la preparación de convenios con la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y con naciones de América Latina en general.
"Ejecutamos uno de alerta temprana, cuestión de suma importancia para los territorios insulares del continente, con la intervención de siete naciones de la región. Ayudamos mucho a Haití, Jamaica y República Dominicana. Siempre Cuba está abierta a ese apoyo y tiene gran demanda porque llama la atención nuestra capacidad frente a la ocurrencia de fenómenos naturales", aseguró la doctora en Ciencias.
Debido a eso, sentenció Pedroso, la isla ha ganado prestigio y confianza en la transmisión de las "buenas prácticas y experiencias" a escala internacional.
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