La oposición al Gobierno de Arce exige, con escasa convocatoria, la liberación de Camacho en Bolivia
La oposición al Gobierno de Arce exige, con escasa convocatoria, la liberación de Camacho en Bolivia
Sputnik Mundo
Los comités cívicos de varios departamentos coordinaron movilizaciones en todo el país para pedir la liberación del gobernador de Santa Cruz y otros detenidos... 26.01.2023, Sputnik Mundo
Este 25 de enero, los comités cívicos de varios departamentos realizaron cabildos en las principales ciudades para exigir la liberación de Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, así como de varios presos que consideran "políticos", involucrados en los crímenes cometidos durante y luego del golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales (2006-2019).El gobernador cruceño fue apresado el 28 de diciembre en la capital departamental, acusado de participar del golpe. Camacho fue uno de los primeros en ingresar al Palacio Quemado, en la ciudad de La Paz, luego del derrocamiento de Morales. Llevó a este edificio una Biblia y también una carta de renuncia para que la firmara el presidente depuesto.La detención de Camacho no generó en la oposición la respuesta esperada. En el caso de Santa Cruz, este departamento venía desgastado económica y políticamente luego del paro de 36 días, entre octubre y noviembre de 2022, para que el Gobierno de Arce realizara el próximo censo de población y vivienda en este 2023. Pero finalmente se impuso el criterio técnico defendido por el presidente Arce, por lo cual esta encuesta tendrá lugar en 2024, lo cual significó una derrota para Camacho y sus seguidores en el comité cívico cruceño.Con su gobernador detenido, Santa Cruz sigue con su vida normal. Este departamento, considerado el motor de la pujante economía boliviana, nadie quiso seguir bloqueando carreteras, como infructuosamente lo habían hecho a finales del año pasado. Esta movida estéril le costó al país casi 1.000 millones de dólares, según el Ministerio de Economía.En esta ocasión, los defensores de Camacho determinaron realizar movilizaciones en plazas para el atardecer de este día. Los comités cívicos de La Paz, Oruro y Cochabamba, entre otros, optaron por no plegarse a la medida, al considerar que Camacho y los demás detenidos deben rendir cuentas a la justicia por sus actos.Pero allí donde se ausentaron los comités cívicos, aparecieron grupos que encabezaron las manifestaciones. En el caso de Cochabamba, habló la exdiputada opositora Lizbeth Beramendi a nombre del Consejo Nacional por la Democracia (Conade)."Ustedes saben que cuando el pueblo boliviano se une, el MAS [Movimiento Al Socialismo, partido en el Gobierno] está temblando", dijo en referencia al golpe de noviembre de 2019."Desde Cochabamba les decimos: o liberan a los presos o que el señor Arce haga sus maletas para salir del Palacio de Gobierno", sostuvo. La nueva amenaza golpista fue celebrada por el millar de personas reunidas en la plaza de las Banderas: "Que se vaya, que se vaya", coreaban los presentes, blandiendo banderas bolivianas.En esta clase de actos es notable la ausencia de la wiphala, bandera que representa a los pueblos indígenas y es también reconocida como oficial por la Constitución boliviana. Es el mismo estandarte que fue quemado públicamente durante el golpe de 2019.Mientras hablaba la exdiputada, circulaba un joven con una alcancía, vestido a la usanza de los motoqueros que transitan por la ruta 66, de Estados Unidos. Con chaleco de cuero y bandana en la cabeza pedía monedas para los integrantes de la Juventud Kochala detenidos por su participación en el golpe.La Juventud Kochala, así como la Unión Juvenil Cruceñista, de Santa Cruz, fueron catalogados como grupos parapoliciales en el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) realizado a raíz del golpe. Por este motivo, afirmaron, el Estado boliviano debería esforzarse en desmantelarlos.La representante del Conade aseguró que de aquí en adelante ya no iban a "bloquear carreteras", lo cual ciertamente no ocurre ni siquiera en Santa Cruz. Sostuvo que, en adelante, se iba a realizar un "bloqueo económico" al Gobierno nacional, aunque no especificó de qué manera realizarían esta particular medida.Los cabildos realizados en varias ciudades "por la liberación de los presos políticos" sirvieron más bien para que entre los opositores se pasen la factura por su alicaída lucha contra el Gobierno de Arce.En el caso de Cochabamba, los presentes corearon contra el alcalde Manfred Reyes Villa, antiguo contrincante político de Evo Morales. De hecho, compitieron por la presidencia en las elecciones de 2009.En aquella ocasión, el Capitán, como llaman a Reyes Villa sus seguidores por su pasado en las Fuerzas Armadas, huyó de Bolivia antes de que se conocieran los resultados finales de las elecciones, que finalmente ganó Morales con el 64% de votos. Estuvo escondido en Estados Unidos hasta 2019, cuando volvió bajo el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).Reyes Villa se postuló como alcalde y ganó en las elecciones regionales de 2021, con Arce ya en el Gobierno. Pero desde un primer momento determinó no volver a involucrarse en debates de política nacional. Y lo está cumpliendo. Por eso el millar de manifestantes en la plaza de las Banderas coreó: "¿Dónde está el alcalde?".Esta jornada de cabildos en Bolivia puso en evidencia que no se resolverán en las calles los casos de Camacho, Áñez y otros detenidos por su participación en el golpe de 2019. En la práctica quedó demostrado que los discursos virulentos de la oposición no tienen más convocatoria que algunos cientos de manifestantes.En las cercanías de este cabildo, decenas de comerciantes procuraban obtener algunos pesos de los manifestantes. La señora Mary y su hija tenían una pequeña parrilla en la que cocinaban chorizos, salchichas y anticuchos —rebanadas asadas de corazón de vaca—, acompañados de papas y salsa de maní.Cuando los manifestantes esgrimían por los parlantes su propuesta de un "bloqueo económico", ellas dijeron: "No nos conviene, porque nosotras vivimos de las ventas del día". La señora Mary, a pesar de que así perdería ventas, deseó: "Que ya vengan y los gasifiquen".
Los comités cívicos de varios departamentos coordinaron movilizaciones en todo el país para pedir la liberación del gobernador de Santa Cruz y otros detenidos por su participación en el golpe de Estado de 2019. Sin capacidad de movilización, exigieron la renuncia del presidente Arce.
Este 25 de enero, los comités cívicos de varios departamentos realizaron cabildos en las principales ciudades para exigir la liberación de Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, así como de varios presos que consideran "políticos", involucrados en los crímenes cometidos durante y luego del golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales (2006-2019).
El gobernador cruceño fue apresado el 28 de diciembre en la capital departamental, acusado de participar del golpe. Camacho fue uno de los primeros en ingresar al Palacio Quemado, en la ciudad de La Paz, luego del derrocamiento de Morales. Llevó a este edificio una Biblia y también una carta de renuncia para que la firmara el presidente depuesto.
La detención de Camacho no generó en la oposición la respuesta esperada. En el caso de Santa Cruz, este departamento venía desgastado económica y políticamente luego del paro de 36 días, entre octubre y noviembre de 2022, para que el Gobierno de Arce realizara el próximo censo de población y vivienda en este 2023. Pero finalmente se impuso el criterio técnico defendido por el presidente Arce, por lo cual esta encuesta tendrá lugar en 2024, lo cual significó una derrota para Camacho y sus seguidores en el comité cívico cruceño.
Manifestantes piden la liberación de Luis Fernado Camacho en Cochabamba, Bolivia
Con su gobernador detenido, Santa Cruz sigue con su vida normal. Este departamento, considerado el motor de la pujante economía boliviana, nadie quiso seguir bloqueando carreteras, como infructuosamente lo habían hecho a finales del año pasado. Esta movida estéril le costó al país casi 1.000 millones de dólares, según el Ministerio de Economía.
En esta ocasión, los defensores de Camacho determinaron realizar movilizaciones en plazas para el atardecer de este día. Los comités cívicos de La Paz, Oruro y Cochabamba, entre otros, optaron por no plegarse a la medida, al considerar que Camacho y los demás detenidos deben rendir cuentas a la justicia por sus actos.
Pero allí donde se ausentaron los comités cívicos, aparecieron grupos que encabezaron las manifestaciones. En el caso de Cochabamba, habló la exdiputada opositora Lizbeth Beramendi a nombre del Consejo Nacional por la Democracia (Conade).
"Ustedes saben que cuando el pueblo boliviano se une, el MAS [Movimiento Al Socialismo, partido en el Gobierno] está temblando", dijo en referencia al golpe de noviembre de 2019.
"Desde Cochabamba les decimos: o liberan a los presos o que el señor Arce haga sus maletas para salir del Palacio de Gobierno", sostuvo. La nueva amenaza golpista fue celebrada por el millar de personas reunidas en la plaza de las Banderas: "Que se vaya, que se vaya", coreaban los presentes, blandiendo banderas bolivianas.
Lizbeth Beramendi, del Consejo Nacional por la Democracia (Conade) advirtió: "O liberan a los presos políticos o que el señor Luis Arce (presidente de #Bolivia) haga sus maletas para salir del Palacio". Los presentes corearon "fuera Tilín", como llaman en la oposición a Arce pic.twitter.com/ee36GwWzyx
En esta clase de actos es notable la ausencia de la wiphala, bandera que representa a los pueblos indígenas y es también reconocida como oficial por la Constitución boliviana. Es el mismo estandarte que fue quemado públicamente durante el golpe de 2019.
Mientras hablaba la exdiputada, circulaba un joven con una alcancía, vestido a la usanza de los motoqueros que transitan por la ruta 66, de Estados Unidos. Con chaleco de cuero y bandana en la cabeza pedía monedas para los integrantes de la Juventud Kochala detenidos por su participación en el golpe.
La Juventud Kochala, así como la Unión Juvenil Cruceñista, de Santa Cruz, fueron catalogados como grupos parapoliciales en el informe de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) realizado a raíz del golpe. Por este motivo, afirmaron, el Estado boliviano debería esforzarse en desmantelarlos.
La representante del Conade aseguró que de aquí en adelante ya no iban a "bloquear carreteras", lo cual ciertamente no ocurre ni siquiera en Santa Cruz. Sostuvo que, en adelante, se iba a realizar un "bloqueo económico" al Gobierno nacional, aunque no especificó de qué manera realizarían esta particular medida.
Los cabildos realizados en varias ciudades "por la liberación de los presos políticos" sirvieron más bien para que entre los opositores se pasen la factura por su alicaída lucha contra el Gobierno de Arce.
En el caso de Cochabamba, los presentes corearon contra el alcalde Manfred Reyes Villa, antiguo contrincante político de Evo Morales. De hecho, compitieron por la presidencia en las elecciones de 2009.
En aquella ocasión, el Capitán, como llaman a Reyes Villa sus seguidores por su pasado en las Fuerzas Armadas, huyó de Bolivia antes de que se conocieran los resultados finales de las elecciones, que finalmente ganó Morales con el 64% de votos. Estuvo escondido en Estados Unidos hasta 2019, cuando volvió bajo el Gobierno de facto de Jeanine Áñez (2019-2020).
Reyes Villa se postuló como alcalde y ganó en las elecciones regionales de 2021, con Arce ya en el Gobierno. Pero desde un primer momento determinó no volver a involucrarse en debates de política nacional. Y lo está cumpliendo. Por eso el millar de manifestantes en la plaza de las Banderas coreó: "¿Dónde está el alcalde?".
Este 25 de enero, en varias ciudades de #Bolivia se realizaron manifestaciones para exigir la liberación de Luis Fernando Camacho y otros detenidos por su participación en el golpe de Estado de 2019. En la ciudad de Cochabamba, los opositores observaron su falta de dirigencia pic.twitter.com/32bhwUkzYB
Esta jornada de cabildos en Bolivia puso en evidencia que no se resolverán en las calles los casos de Camacho, Áñez y otros detenidos por su participación en el golpe de 2019. En la práctica quedó demostrado que los discursos virulentos de la oposición no tienen más convocatoria que algunos cientos de manifestantes.
En las cercanías de este cabildo, decenas de comerciantes procuraban obtener algunos pesos de los manifestantes. La señora Mary y su hija tenían una pequeña parrilla en la que cocinaban chorizos, salchichas y anticuchos —rebanadas asadas de corazón de vaca—, acompañados de papas y salsa de maní.
Cuando los manifestantes esgrimían por los parlantes su propuesta de un "bloqueo económico", ellas dijeron: "No nos conviene, porque nosotras vivimos de las ventas del día". La señora Mary, a pesar de que así perdería ventas, deseó: "Que ya vengan y los gasifiquen".
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