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La mesa viral que separó a Putin y Macron se fabricó en España
La mesa viral que separó a Putin y Macron se fabricó en España
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Vicente Zaragozá, fundador de una compañía de muebles de Alcásser, en Valencia, la realizó hace unos años con materiales exclusivos para que decorara el... 15.02.2022, Sputnik Mundo
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Pocas veces el protagonismo recae en un mueble. Sin embargo, por su simbolismo y quizás por sus facultades, el 7 de febrero una mesa copó todas las miradas. Vladímir Putin, presidente de Rusia, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, se reunían en el Kremlin para dialogar sobre el conflicto de Ucrania. Aparte de las conclusiones a las que llegaron cinco horas después, los líderes fueron portada por ese objeto que les separaba.Cinco metros de madera tallada en los Alpes, lacada de blanco y decorada con pan de oro italiano les separaban. La sorpresa: era de una fábrica española. Más concretamente, de una empresa situada en Alcásser, una localidad de Valencia. Allí se elaboró hace años en dirección al Kremlin moscovita.Sin saber que, tiempo después, aparecería en las noticias, generaría decenas de memes, análisis sobre la escenografía (como que era una muestra de poder o una negativa a flexibilizar sus postulados) y se descubriera el verdadero motivo: Macron no quiso someterse a una prueba del COVID-19 por temor a que Rusia tuviera ADN suyo. La mesa era parte del decorado, y era parte de una compañía hoy cerrada.Tal y como han adelantado varios medios locales y nacionales, se trata de una de las piezas de lujo que vendía el grupo Zaragozá. Vicente, máximo responsable de esta compañía de muebles, la reconoció nada más verla. Era un modelo que habían adquirido para engalanar el edificio oficial tras una visita a la Feria del Mueble de Valencia. El encargo se llevó a cabo hace unos 15 años.Vicente, en declaraciones recogidas por Nius, ha asegurado que recuerda cómo descansó cuando aterrizó y la desembalaron. "No te imaginas el sufrimiento que fue esa mesa para mí", alegaba, describiendo que la madera con la que se construyó la famosa mesa es de haya del sur de los Alpes, donde viajó personalmente para elegir los árboles. Todos, explicaba, nacidos y crecidos en la sombra porque así el poro de la madera es de menor grosor y es más fácil aplicar los tratamientos de barniz y el lacado posterior.Otras exigencias del Kremlin fueron que la mesa fuera lacada en blanco y que debían aderezarla con pan de oro, traído del mejor fabricante de Italia. Vicente también amuebló la casa oficial de recepciones del Gobierno ruso, un palacete del siglo XIX llamado Dom Morozova: "Llegó un momento en el que mi hijo, que revisaba todo el montaje, paseaba ya por el Kremlin como si estuviera en casa", ha afirmado.Después siguieron los encargos. Desde Rusia valoraron la calidad de los muebles y continuaron solicitándolos. Entre ellos, todas las mesas de las reuniones del BRICS, la asociación económico-comercial que agrupaba en 2006 a las por entonces cinco economías emergentes más importantes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.Zaragozá S. A., la fábrica, cerró sus puertas en julio de 2020. "Esta decisión fue tomada antes de que el COVID-19 golpeara al mundo y se basa en la situación económica mundial y las malas perspectivas que vimos para nuevas ventas y proyectos", informaban desde su Facebook. Un carpintero de Alcásser conocía directamente a Vicente y dice a Sputnik que, como muestra la página web, elaboraban productos muy exclusivos que vendían en países de Asia, América u Oriente Próximo. Sus anuncios de dormitorios, comedores o salones todavía están en varios idiomas. Y eso que fue la mudez de una mesa la que atrajo los focos.
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La mesa viral que separó a Putin y Macron se fabricó en España
17:14 GMT 15.02.2022 (actualizado: 14:41 GMT 02.05.2024) Vicente Zaragozá, fundador de una compañía de muebles de Alcásser, en Valencia, la realizó hace unos años con materiales exclusivos para que decorara el Kremlin.
Pocas veces el protagonismo recae en un mueble. Sin embargo, por su simbolismo y quizás por sus facultades, el 7 de febrero una mesa copó todas las miradas. Vladímir Putin, presidente de Rusia, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, se reunían en el Kremlin para dialogar sobre el conflicto de Ucrania. Aparte de las conclusiones a las que llegaron cinco horas después, los líderes fueron portada por ese objeto que les separaba.
Cinco metros de madera tallada en los Alpes, lacada de blanco y decorada con pan de oro italiano les separaban. La sorpresa: era de una fábrica española. Más concretamente, de una empresa situada en Alcásser, una localidad de Valencia. Allí se elaboró hace años en dirección al Kremlin moscovita.
Sin saber que, tiempo después,
aparecería en las noticias, generaría decenas de memes, análisis sobre la escenografía (como
que era una muestra de poder o una
negativa a flexibilizar sus postulados) y se descubriera el verdadero motivo: Macron
no quiso someterse a una prueba del COVID-19 por temor a que Rusia tuviera ADN suyo. La mesa era parte del decorado, y era parte de una compañía hoy cerrada.
Tal y como han adelantado varios medios locales y nacionales, se trata de una de las piezas de lujo que vendía el grupo Zaragozá. Vicente, máximo responsable de esta compañía de muebles, la reconoció nada más verla. Era un modelo que habían adquirido para engalanar el edificio oficial tras una visita a la Feria del Mueble de Valencia. El encargo se llevó a cabo hace unos 15 años.
Vicente, en declaraciones recogidas por Nius, ha asegurado que recuerda cómo descansó cuando aterrizó y la desembalaron. "No te imaginas el sufrimiento que fue esa mesa para mí", alegaba, describiendo que la madera con la que se construyó la famosa mesa es de haya del sur de los Alpes, donde viajó personalmente para elegir los árboles. Todos, explicaba, nacidos y crecidos en la sombra porque así el poro de la madera es de menor grosor y es más fácil aplicar los tratamientos de barniz y el lacado posterior.
"Hicimos muchas cosas para ellos. Es un orgullo, pero era una responsabilidad muy grande, no se podían cometer fallos y tenías que seguir estrictamente sus instrucciones", expresaba Vicente Zaragozá.
Otras exigencias del Kremlin fueron que la mesa fuera lacada en blanco y que debían aderezarla con pan de oro, traído del mejor fabricante de Italia. Vicente también amuebló la casa oficial de recepciones del Gobierno ruso, un palacete del siglo XIX llamado Dom Morozova: "Llegó un momento en el que mi hijo, que revisaba todo el montaje, paseaba ya por el Kremlin como si estuviera en casa", ha afirmado.
Después siguieron los encargos. Desde Rusia valoraron la calidad de los muebles y continuaron solicitándolos. Entre ellos, todas las mesas de las reuniones del BRICS, la asociación económico-comercial que agrupaba en 2006 a las por entonces cinco economías emergentes más importantes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.
Zaragozá S. A., la fábrica, cerró sus puertas en julio de 2020. "Esta decisión fue tomada antes de que el COVID-19 golpeara al mundo y se basa en la situación económica mundial y las malas perspectivas que vimos para nuevas ventas y proyectos", informaban desde su Facebook. Un carpintero de Alcásser conocía directamente a Vicente y dice a Sputnik que, como muestra la página web, elaboraban productos muy exclusivos que vendían en países de Asia, América u Oriente Próximo. Sus anuncios de dormitorios, comedores o salones todavía están en varios idiomas. Y eso que fue la mudez de una mesa la que atrajo los focos.
