Esta propuesta urbana podría mejorar la calidad de vida en las ciudades colombianas
20:29 GMT 22.10.2021 (actualizado: 20:30 GMT 22.10.2021)
© Foto : Pixabay/German RojasCiudad de Bogotá, Colombia
© Foto : Pixabay/German Rojas
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Diseñar la ciudad con manzanas abiertas, que equilibran el espacio edificado con el no edificado, es una propuesta para renovar y controlar la densidad de las áreas urbanas que ofrece mejoras sustanciales en la calidad de vida de los habitantes, sostiene un investigador de la Universidad Nacional de Colombia.
La planificación urbana y territorial debe no solo atender a la necesidad de construir vivienda e infraestructura comercial, sino también buscar un equilibrio que mejore la calidad de vida de quienes habitan la ciudad.
Para generar espacios urbanos de calidad se debe lograr un balance entre los edificios y el espacio público mediante la tipología de manzana abierta, opina el arquitecto y magíster en Diseño Urbano Andrés Vicente Mazo Devia.
La conclusión proviene de su investigación La manzana abierta en la renovación urbana de espacios industriales, en la que Mazo propone una serie de soluciones urbanas para la construcción de la Urbanización El Ejido - Sector Norte, en Puente Aranda, en la ciudad de Bogotá, según recoge la agencia de noticias de la Universidad Nacional de Colombia (Agencia UNAL).
La conclusión proviene de su investigación La manzana abierta en la renovación urbana de espacios industriales, en la que Mazo propone una serie de soluciones urbanas para la construcción de la Urbanización El Ejido - Sector Norte, en Puente Aranda, en la ciudad de Bogotá, según recoge la agencia de noticias de la Universidad Nacional de Colombia (Agencia UNAL).
¿Cómo las manzanas abiertas mejoran la calidad de vida?
En urbanismo se conoce como manzana al espacio de la ciudad que está delimitado por calles en todos sus lados.
Las manzanas abiertas establecen un equilibrio entre el área edificada y el espacio público. En vez de cerrarse como las manzanas tradicionales, en este modelo urbanístico se abren caminos peatonales que atraviesan la manzana hacia espacios libres que esta contiene en su interior, lo cual también hace menos rígida la frontera entre lo público y lo privado.
Con esto en mente, Mazo propone una solución para El Ejido que implica construir espacios no edificados que quedan definidos y limitados por los nuevos edificios así como por los edificios ya existentes.
"Este concepto es un híbrido entre dos tipologías que permiten utilizar las virtudes de ambas soluciones: tanto la habitabilidad de las edificaciones y del espacio urbano como la delimitación de este último", dijo Mazo a Agencia UNAL.
Congestión de las ciudades
En las ciudades puede haber congestión de áreas urbanas con insuficientes espacios abiertos, a causa de la alta densidad poblacional —es decir la cantidad de habitantes excede la superficie urbanizada—, lo cual genera problemas de movilidad, de tráfico, ruido y por último disconfort en los habitantes. Por ello para Maza es importante pensar espacios urbanos de calidad.
El arquitecto e investigador asegura que el equilibrio "en un porcentaje de 50-50%" entre edificaciones y espacios libres en las construcciones de las ciudades debería ser normalizado.
"El modelo no solo es aplicable en los nuevos barrios y urbanizaciones, sino también en aquellos espacios que se han deteriorado, pero que son susceptibles de ser renovados o intervenidos para aprovecharlos en actividades urbanas contemporáneas", dijo Mazo.
Asimismo, el modelo puede extenderse a otras regiones de Colombia, independientemente de las características del terreno: "Su aplicación deriva más de la determinación de los Gobiernos y la motivación de los constructores", concluye el urbanista.